Tribuna:

Ausencia de órdenes compradoras

Otra semana sin pena ni gloria, con inclinación general a la baja, aunque las variaciones hayan sido de poca monta. La apatía y la consiguiente sosería de la negociación han sido, pues, las notas características de esta primera semana de junio, en la que el comienzo de numerosas ampliaciones se ha dejado sentir, como viene siendo tradicional en este mes.También se ha producido en esta tanda otro fenómeno curioso, y es que el mercado no ha cotizado el exitoso viaje de Juan Carlos I a los Estados Unidos. Se esperaba una reacción, aunque fuera pequeña, y no ha sido así, porque las intervenciones ...

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Otra semana sin pena ni gloria, con inclinación general a la baja, aunque las variaciones hayan sido de poca monta. La apatía y la consiguiente sosería de la negociación han sido, pues, las notas características de esta primera semana de junio, en la que el comienzo de numerosas ampliaciones se ha dejado sentir, como viene siendo tradicional en este mes.También se ha producido en esta tanda otro fenómeno curioso, y es que el mercado no ha cotizado el exitoso viaje de Juan Carlos I a los Estados Unidos. Se esperaba una reacción, aunque fuera pequeña, y no ha sido así, porque las intervenciones que hubo del Banco de España fueron mas bien en función de bombero que de reactivador. En este sentido las eléctricas y los monopolios, concretamente Telefónica, fueron las que se beneficiaron de esa actuación oficial.

Si el momento político es a corto positivo, ¿por qué no se ha recuperado la Bolsa?, es la pregunta que se desprende y que, incluso, se hace por el parquet. La respuesta parece estar en los factores económicos del sistema productivo que pese a las declaraciones demasiado optimistas del titular de Hacienda, no acaban de registrar una mejoría clara y determinante. Y aquí sí que creemos que vuelve a entrar el ingrediente político, pero el de fondo, el sustrato necesario para que la clase empresarial se decida a invertir. Este es el meollo de la cuestión, que, por otra parte, no se puede despejar en unas semanas.

Esta ambientación extrabursátil es la que origina que no haya órdenes de compra suficientes como para reanimar las cotizaciones, aunque estén a niveles muy atractivos, como ocurre en el departamento eléctrico, donde la rentabilidad directa -del dividendo- está muy interesante (alrededor del 8 por 100 aproximadamente).

Anotemos, finalmente, el descenso en los volúmenes de contratación.

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