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Los extremos como remedio en España

La Roja espera un planteamiento similar al de Suecia y los atacantes de banda serán otra vez clave para enfrentarse a una selección replegada en su campo

Ferran Torres (a la derecha) es presionado durante una jugada del encuentro entre España y Suecia del pasado lunes.
Ferran Torres (a la derecha) es presionado durante una jugada del encuentro entre España y Suecia del pasado lunes.Alejandro Ruesga (EL PAÍS)
Ladislao J. Moñino

La asfixiante presión en campo rival o el intento de crear superioridades con el portero cuando es el contrario el que aprieta para romperle y descubrir espacios delatan que, en ataque, España se siente más cómoda corriendo que tocando para abrir un repliegue cartesiano como el que planteó Suecia en La Cartuja. A campo abierto, tras superar la presión de Alemania (6-0), la selección firmó el mejor partido de la segunda etapa de Luis Enrique. Ese tipo de partido no lo ofrecerá Polonia este sábado en el segundo partido de esta Eurocopa. La Roja se medirá a otra selección que procurará obligarla a jugar con mucha frecuencia ataques en estático.

Con resultados dispares, el duelo contra los suecos evidenció que el cuerpo técnico dio una importancia supina al juego por las bandas como solución al planteamiento de Janne Andersson. El mismo que se espera del seleccionador de Polonia, el portugués Paulo Sousa. “Puede ser que todos copien esa manera de jugarnos. Tenemos una idea muy clara de juego, sabemos en qué somos buenos y vamos a reflejarlo en el campo, moviendo rápido el balón de lado a lado, atacando los espacios cuando haya y llegando con gente al ataque. Si plagian a Suecia, nosotros seguiremos con la misma idea”, advirtió este jueves Sarabia.

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La explicación del extremo del PSG es la radiografía de algunas de las mejorías que Luis Enrique ha demandado a sus futbolistas tras el empate inaugural con los suecos. Contra Polonia, España tendrá que desarmar a otra selección replegada y muy física. “Tiene mucha dificultad superar a un equipo que se repliega. Personalmente lo llevo viviendo en París los dos últimos años y con la selección se nos repliegan mucho por nuestra forma de jugar. Jugamos con posesiones largas y es muy difícil imponer nuestro fútbol si tienes a 10 y el portero en su campo”, prosiguió Sarabia, que insistió en la solución para derribar a la defensa polaca: “Tenemos que darle ritmo de juego y moverles de un lado a otro para que ellos se desordenen y buscar los espacios libres”.

De nuevo, los extremos serán fundamentales en el plan de ataque del técnico asturiano. Contra Suecia, de inicio, fueron Ferran Torres y Dani Olmo los elegidos. El atacante del Leipzig es uno de los futbolistas a los que el seleccionador le tiene más fe, tanto que sería una sorpresa que no fuera utilizado para hacer saltar el cerrojo polaco. Olmo es uno de los delanteros que mejor ha interiorizado el libreto ofensivo del seleccionador. Contra los suecos fue el más activo. Luis Enrique no ha tenido inconveniente en utilizarlo en algún partido como tercer volante o como falso nueve. “Es muy versátil, puede jugar de falso nueve, en cualquiera de las dos bandas, de interior... Es un jugador de alto nivel técnico, que no pierde el balón, que suele escoger bien las acciones, que tiene gol, que tiene calidad y que tiene muy buen trabajo defensivo. Es muy completo”, le elogió recientemente el preparador asturiano. Julian Nagelsmann, el entrenador con el que ha obtenido el subcampeonato de la Bundesliga y la Copa alemana, le ha potenciado esa versatilidad que tiene cautivado a Luis Enrique.

Desborde y gol

Las funciones de Olmo y Ferran Torres, por su colocación, fueron distintas. El atacante del City, salvo los minutos que jugó de nueve antes de ser reemplazado, jugó más pegado a línea de cal que Olmo para facilitar la conexión que Luis Enrique buscó por dentro con Koke y Marcos Llorente. Aunque jugó en su perfil natural, Ferran Torres fue más un tercer apoyo en las triangulaciones para la sociedad del Atlético y un llegador a las zonas de remate cuando el ataque venía de la izquierda, que un extremo para desbordar. “Los extremos no nos tenemos que quedar en las asistencias, también tenemos que meter goles. Cuando vienes a la selección el míster te puede pedir jugar por fuera o por dentro y tenemos los dos repertorios. Eso es bueno para que el rival no sepa por dónde vas a salir o cómo le vas a atacar”, confesaba en noviembre el extremo valenciano en una entrevista a este periódico. Como con Dani Olmo, Luis Enrique también tiene una fuerte creencia en las capacidades de Ferran Torres, pulidas por Guardiola este curso.

“Los extremos y el delantero son los jugadores que tienen que ser definitivos. Los extremos tienen que dar amplitud contra equipos replegados, ser definitivos, sacar centros e intentar llegar a gol”, abunda Sarabia, al que las rotaciones del seleccionador pueden conceder la titularidad ante Polonia. Ya recuperado de sus problemas musculares, la velocidad de Adama Traoré puede ser otra solución para los minutos finales si el marcador es adverso para España.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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