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Eurocopa - Grupo e - jornada 1
Polonia
Polonia
Linetty 46'
1 2
Finalizado
Eslovaquia
Eslovaquia
Szczesny 17'Skriniar 68'

Doble autogol de Polonia

Un tanto en propia puerta del portero y una expulsión de Krychowiak castigan a un equipo en que Lewandowski no aparece ante una eficaz Eslovaquia

Lorenzo Calonge
Polonia - Eslovaquia Eurocopa
La acción del primer gol eslovaco, un tanto en propia puerta de Szczesny.ANTON VAGANOV (AP)

Polonia se metió dos tiros al pie contra Eslovaquia. Una montaña casi imposible de escalar en un torneo de este nivel, y más si su gran estrella, Robert Lewandowski, pasó como un fantasma por San Petersburgo.

POLPolonia
Polonia
1
Szczesny, Glik, Bereszynski, Bednarek, Klich (Jakub Moder, min. 85), Rybus (Tymoteusz Puchacz, min. 74), Krychowiak, Linetty (Frankowski, min. 73), Jozwiak, Lewandowski y Zielinski (Swiderski, min. 85)
SLQ Eslovaquia
2
Eslovaquia
Martin Dubravka, Pekarík (Koscelnik, min. 79), Skriniar, Satka, Hubocan, Hromada (Hrosovsky, min. 78), Haraslin (Duris, min. 86), Kucka, Hamsik, Mak (Suslov, min. 87) y Duda (Gregus, min. 91)
Goles 0-1 min. 17: Szczesny (p.p.). 1-1 min. 46: Linetty. 1-2 min. 68: Skriniar.
Árbitro Ovidiu Hategan
Tarjetas amarillas Hubocan (min. 19) y Krychowiak (min. 21)

El primer autosabotaje fue, en realidad, un infortunio. Un tiro al palo rechazó en el portero Szczesny y acabó dentro. Para la estadística quedará como el primer gol que marca un guardameta en la historia del torneo. En propia puerta, eso sí. La segunda adversidad polaca, sin embargo, no tuvo nada de mala suerte y sí mucho de grave error. A Krychowiak se le fue la luz cuando mejor estaba su equipo y, casi instante, Eslovaquia le castigó la expulsión de forma definitiva. El desenlace arrincona al próximo rival de España (sábado, 21.00 en La Cartuja), obligado a mejorar y reducir los deslices si no quiere irse a la playa antes de lo que pensaba.

El inicio fue solo apto para los muy cafeteros. El partido había entrado en el primer bostezo cuando uno de esos jugadores de la siderurgia del fútbol, el eslovaco Robert Mak, se inventó algo y tuvo la suerte de que la moneda terminara de canto. La pelota le cayó en su banda izquierda, de espaldas y bien vigilado de cerca por Jozwiak y Bereszynski. Nada hacía prever que entonces la tarde saldría de la intrascendencia, pero Mak entendió que no tenía otra que lanzarse a la aventura. Fiado a su intuición, maniobró como pudo y acertó con un caño al más dotado de sus rivales, Bereszynski, que de paso eliminó al otro defensor. Se adentró en el área y, llegado a ese punto, lo intentó al palo corto. La pelota dio en el poste, rebotó en el brazo derecho de Szczesny y para adentro.

La locura para Mak, que se puso a correr dispuesto a salirse del campo y se tiró al césped en pleno llanto. La contabilidad dirá que la diana fue en propia puerta del guardameta polaco, pero eso a él le dio igual. A sus 30 años y después de una trayectoria discreta, era su momento de gloria.

De paso, la acción confirmó a Eslovaquia que su plan era el correcto. Polonia se indigestaba a pases y más pases mientras su rival iba encontrando la manera de ir picando en el área contraria. Un poco antes, Duda lo había intentado también al palo corto y más tarde lo probó desde lejos Kucka. En Polonia nadie daba con Lewandowski, encerrado en el orden eslovaco. Un buen control y un mal disparo al borde del descanso fueron sus únicas pisadas en la primera parte. Zielinski tuvo algo más de participación, pero igual de estéril.

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Los 15 minutos de reflexión tuvieron un efecto inmediato. A Polonia se le abrió el cielo ruso tras el intermedio. Alguien hizo clic. Apenas necesitó 28 segundos para apuntarse el segundo tanto más rápido en una segunda parte de una Euro, tras el del rumano Coras a Alemania en 1984 (22 segundos). Esta vez, en el estadio del Zenit, una combinación al primer toque por la izquierda la rubricó Linetty pese a su disparo mordido.

La pesadez de la primera mitad dio paso a un equipo más ligero y con colmillo. La volvió a tener Linetty cinco minutos después y también Glik en un cabezazo que se marchó alto. Solo le faltaba conectar con Lewandowski. Quedaban muchos minutos, pensaban. Pero no fueron tantos porque al exsevillista Krychowiak se le fundieron los plomos. En una zona inocua del campo y pese a la amarilla que cargaba del primer acto, le soltó un pisotón a Hromada y dejó huérfanos a los suyos.

La acción-reacción también fue muy rápida esta vez. Solo siete minutos después, Skriniar agarró un balón suelto en el área tras un córner y armó un lanzamiento algo ortopédico que resultó letal. El doble autogol ya era un hecho en el bando polaco, que tuvo una arremetida final sin tino. Lewandowski solo acertó a rematar con el flequillo y Bednarek lo intentó en la misma jugada con la derecha y con la izquierda. Ahí estalló Eslovaquia y se rindió Polonia.

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