Soler deslumbra en Mestalla
El 10 emboca de espuela por la escuadra en un partido donde un Valencia corajudo liquida a un pesado Alavés
En tres jornadas de campeonato el Valencia transmite electricidad. Desenchufado los dos últimos cursos, el grupo del murciélago ha recuperado agresividad y colmillo. El pelotón de Bordalás, fluido, corajudo y esforzado, liquidó al Deportivo Alavés con tres llamaradas. Una infiltración por sorpresa de Wass en el área nada comenzar el juego, un detalle de genio de Carlos Soler al filo del descanso y un buen gol de Guedes, tras un gran control de Maxi.
El tanto de Soler fue una maravilla. Pleno de juego y de confianza, el 10 embocó de espuela por la escuadra un complicado centro de Guedes desde la derecha tras una jugada combinativa del equipo, que metió en el área el capitán Gayà. Soler celebró con un remate portentoso su entrada en la selección absoluta y su partido 150 en la Liga con los del murciélago.
La fisonomía de la mayoría de futbolistas blanquinegros ha cambiado. Uno de ellos es Cheryshev, frío como Nizhniy Novgorod, su localidad natal. Más afilado que antaño, el ruso ha comenzado el curso pidiendo protagonismo. Su primera aparición, fulgurante, en el minuto dos de partido, llevó al gol. Recibió de Guedes y centró tensó al primer palo. Llegó por sorpresa Daniel Wass, también más fino, que se coló entre los centrales y con el interior de su bota derecha marcó. El gol del danés noqueó al centenario once vasco. El de Carlos Soler lo deslumbró.
El tercero fue de Guedes, tras un control magnífico de Maxi con Lejeune encima, que cayó a tierra en el cuerpeo con el tanque de Paysandú. El uruguayo asistió a Guedes, que controló con la derecha y definió con la izquierda. Maxi se merendó a los dos centrales del Alavés en Mestalla. Con 3-0 a favor, Bordalás metió en el campo al brasileño Marcos André, que debutó tras dos entrenamientos con el equipo.
El Deportivo Alavés, más pesado de movimientos que el Valencia, sólo generó peligro en dos acciones a balón parado, donde los de Bordalás, que siguen en obras, conceden remates. Sucedió en Granada y repitieron antes los babazorros, pese a que con Alderete han ganado en solidez. El segundo fue un cabezazo del norteamericano Miazga, que despejó Mamardashvili, que definitivamente le ha ganado el pulso por la portería a Cillessen.
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