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El CSD encuentra “indicios ciertos” de abuso verbal por parte de la entrenadora de gimnasia rítmica del CAR de León

La investigación ha durado siete meses y empezó por la queja de una gimnasta menor de edad que denunció insultos; el Consejo acusa a la Federación de no intervenir

La sala de gimnasia rítmica del CAR de León. MARCIANO PÉREZ/DIARIO DE LEÓN
La sala de gimnasia rítmica del CAR de León. MARCIANO PÉREZ/DIARIO DE LEÓNMarciano Pérez (DL)
Eleonora Giovio

El Consejo Superior de Deportes ha concluido, tras siete meses de investigación interna, que hay “indicios ciertos” de abuso verbal y acoso por parte de Ruth Fernández, entrenadora de gimnasia rítmica del CAR (Centro de Alto Rendimiento) de León y de su cuerpo técnico (Nuria Castaño, Eva Pelayo y Beatriz Brito). Todas son trabajadoras de la Federación española de gimnasia (RFEG). La investigación empezó en octubre tras la queja interpuesta por la madre de Claudia Jaimez, gimnasta del CAR de León y menor de edad.

La RFEG se plantea apartar a Fernández en los próximos días. En un comunicado publicado este viernes a mediodía ha reiterado su “tolerancia cero” al abuso y remite cualquier decisión a “la espera de la resolución del CAR de León”. Una de las ayudantes de Ruth Fernández es Nuria Castaño miembro de la comisión técnica nacional.

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La resolución del CSD (que finaliza únicamente el trámite de investigación, no del procedimiento en sí, el que podría derivar en sanciones) fechada el 26 de abril y firmada por Joaquín de Arístegui, exdirector general de deportes del CSD, señala también a la propia Federación. “El procedimiento de instrucción desarrollado por las Delegadas de Protección del CSD concluye con indicios ciertos de comisión de abuso y acoso por parte de la entrenadora Ruth Fernández y su equipo técnico hacia Claudia Jaimez, durante su época de gimnasta en el CAR de León. Asimismo, revela indicios de omisión y ausencia de reacción frente a los mismos por parte de la RFEG”.

Es el primer procedimiento de este tipo que pone en marcha el CSD desde la aplicación de los nuevos protocolos para la prevención, detección y actuación frente al acoso y abuso sexual. Los de 2013 se actualizaron a finales de 2020 para adaptarlos a la nueva Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia. Las delegadas de protección del Consejo recibieron la queja de la madre de Claudia y abrieron una investigación interna en la que, según aseguran fuentes del CSD, se han llevado a cabo “numerosas entrevistas durante semanas”. A gimnastas en activo, retiradas, a miembros de la Federación, a padres y madres, y a las propias entrenadoras. Antes de que se llevara a cabo esta investigación, el CSD ya había enviado un apercibimiento a Ruth Fernández en el curso de un procedimiento en el que no se aplicó el nuevo Protocolo, por una queja de otra gimnasta, Carla Vilasánchez. Asimismo le prohibió pesar a las gimnastas recordándole que eso había que consensuarlo con la Agencia Española para la protección y la salud en el deporte (AEPSAD).

“Bollycao, mazapán, inútil”

Claudia Jaimez tiene ahora 16 años y está en cuarto de la ESO. Nació y vive en Cádiz, adonde volvió después de que la Federación le comunicara, en agosto de 2020, que no seguiría en el equipo nacional. “Me dijeron que no había dinero y que no había cumplido con los objetivos”, cuenta por teléfono. Empezó con la rítmica con 7 años y se trasladó al CAR de León con 14 en noviembre de 2019. Se entrenó allí hasta el comienzo de la pandemia. “El primer mes todo fue bien. Después de Navidades empezaron los insultos. Te hacían sentir que no valías nada. ‘Bollycao, mazapán, inútil, eres la peor del equipo nacional, eres peor que las niñas pequeñas. Así no vas a llegar a nada, te van a echar’. Entras en un bucle porque te pones nerviosa por todo lo que te están diciendo y no eres capaz de concentrarte en lo que realmente tienes que hacer. Y entras en un bucle de fallo, fallo, fallo y todo va a peor”, detalla. A menudo acudía a entrenar con cuadros de ansiedad.

¿Nunca les dijo a las entrenadoras que le hablaran de una forma diferente? “No se nos ocurría. Simplemente nos callábamos e intentábamos digerirlo de la mejor manera porque al final es tu entrenadora y no puedes cuestionarle su forma de trabajar. Si haces eso, además, vas a tener una reprimenda y sabes que te pueden echar del equipo. Y entonces te callas y aguantas”, contesta la gimnasta. En La secta que baila al ritmo de Ruth, un videoreportaje del diario de León, una exgimnasta de Fernández cuenta que un día, presa de los nervios, no conseguía parar de llorar, y la entrenadora fue al baño, cogió un rollo de papel y la envolvió como si tuviera un pañal puesto, obligándola a pasar así la tarde de entrenamiento.

“Aparte de eso, los dos días que te tocaba que te pesasen era horrible. Porque ya sabías que tu peso iba a determinar la actitud de las entrenadoras contigo el resto de la tarde. Si pesabas más… no te veían de la misma manera, te veían como una gimnasta gorda que no sirve para nada”, cuenta Claudia. ¿Cuánto es pesar más? “A mí nunca me dijeron tienes que estar en este peso o tienes que bajar hasta aquí, simplemente tenía que bajar y bajar y no podía subir. Por entonces pesaba 47”, responde.

Este periódico se puso este viernes en contacto con Ruth Fernández para que diera su versión de los hechos y recibió esta respuesta: “Realmente me gustaría hablar y exponer mi versión, pero desde el principio de todo mis abogados me han aconsejado mantenerme al margen de los medios y hacerlo todo por la vía judicial. En cuanto a la resolución del CSD ni yo ni ninguna de las personas de mi equipo la hemos recibido (hemos tenido conocimiento de ella por las redes) y esto cuanto menos me parece desacertado por parte del CSD (sin entrar a valorar el contenido de la resolución con el que por supuesto tampoco estoy de acuerdo). Hasta el lunes no puedo reunirme con abogados por lo que ahora lo que tengo claro es que no puedo dejarme llevar por la indignación que tengo, ya que los que nos sentimos acosados e injuriados somos nosotros”.

El CSD explica que no le envió la resolución porque “al ser una resolución parcial” sólo se ha comunicado a la parte que puso la queja.

La RFEG asegura en su comunicado condenar “enérgicamente” cualquier tipo de conducta abusiva. Asimismo dice que a la espera de la resolución del CAR de León conforme a su reglamento de régimen interno, pondrá en marcha “un nuevo proyecto deportivo en el CAR de León realizando todos aquellos cambios estructurales que sean necesarios para crear y garantizar un entorno deportivo seguro” y “reforzará los procedimientos internos de análisis en las estructuras deportivas con el fin de depurar responsabilidades ante la falta de actuación frente al acoso, abuso o agresión de cualquier índole”.

Las entrenadoras señaladas por la investigación del CSD son trabajadoras de la Federación que usan instalaciones del CAR. El reglamento interno de los centros de alto rendimiento es de 2015 (anterior a la actualización de los protocolos) y son simples normas de uso de las instalaciones (como las de acceso a un restaurante) con una referencia al cumplimiento de los protocolos y prevén sanciones de 8 días a 12 meses con “perdida de condición de usuario”.

“En la resolución, que es sólo una parte del trámite del proceso, se insta a la aplicación del régimen interno y se insta a la federación para que aplique las diligencias debidas en la protección contra el abuso”, explica Barbara Fuertes, responsable de subdirección general de deporte y mujer del CSD. Es también una de las personas que ha formado parte del Comité Asesor que ha seguido el procedimiento de investigación. “En aplicación del Protocolo, el Comité Asesor pone fin a la investigación y por eso la resolución insta a la aplicación del régimen interno. No obstante, el compromiso contra la violencia, el acoso y el abuso en el deporte nos empuja a trabajar para continuar reforzando institucionalmente y normativamente la lucha contra cualquier conducta que pueda ser calificada como tal”, concluye Fuertes.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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