Guardiola: “Estoy enamorado del Kun Agüero”
El entrenador del City elogia el gol del delantero en la victoria sobre el Crystal Palace que le dará su tercera Premier si este domingo el Liverpool gana en Old Trafford
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La piel de entrenador que recubre a Pep Guardiola, esa capa coriácea zurcada de arrugas y cicatrices, reflejo de experiencia, éxito, decepción y agotamiento, se desprendió de repente cuando le preguntaron por el gol del Kun Agüero. Una luz iluminó la mirada del técnico. Por un instante dejó de ser el jefe, el mánager, el estratega, el representante de un movimiento, la encarnación de una ideología. Devuelto brevemente a su naturaleza primordial de jugador, Guardiola no pudo evitar sonreír deleitado ante la obra del hombre que, como entrenador, le saca de las casillas. “Estoy enamorado de esa persona”, dijo, meneando la cabeza, como si estuviera convencido de lo que decía era una confesión.
El Kun Agüero, que con su gol colocó al Manchester City a dos puntos del alirón de la Premier, tras ganar 0-2 al Crystal Palace (el otro tanto fue de Ferran Torres), se pasó una hora buscando a Sterling. Transcurrían los minutos del encuentro que disputaba en Selhurst Park bajo el cielo inestable del sur de Londres, y a cada balón que recibía, abría sus antenas en dos direcciones. Una hacia la portería, y la otra hacia el extremo inglés que le seguía por la izquierda, compañero de tantas fatigas y cómplice en la suplencia desde las Navidades. Héroes de los últimos títulos de Premier logrados por el City en 2018 y 2019, ahora forman parte de la reserva. Guardiola cree que hay jugadores más finos para integrar el equipo titular, según el criterio imperante, que es el de la capacidad de asociación.
El Kun por goleador, Sterling por regateador, son dos espíritus marcadamente individualistas. Menos dotados para el pase que Foden, De Bruyne, Gundogan, Bernardo Silva o Mahrez, los elegidos para disputar las semifinales de Champions como titulares. Relegados a un segundo plano en Europa, pero obligados a ocupar los primeros puestos de la alineación en Premier, para dar descanso a los demás. Ambos jugaron de inicio ante el Crystal Palace y hacia el minuto 57, después de mucho buscarse, lograron abrazarse por fin en el grito de gol.
Laporte pasó a Mendy y el lateral francés habilitó a Agüero en el borde del área con un pase que le brindaba pocas ventajas. Tenía a los dos centrales por delante, además del portero rival, Guaita. Pero uno de los centrales, Kouyaté, se venció hacia Sterling que atacó el primer palo, y el otro, Dann, dudó entre tapar la pelota o tapar a Ganriel Jesús. La duda midió un metro. Por la brecha que dejaron los zagueros se coló el misil. Agüero controló y disparó con la derecha. Sin mediar reflexión. Rápido. Fue con el empeine, casi con la puntera, y la pelota quemó la escuadra sin que Guaita ni sus guardianes supieran muy bien cómo se había producido. Dos minutos después, Agüero volvió a recibir la pelota, esta vez en el mediocampo, y atrajo a los marcadores antes de dársela a Gabriel Jesús. El brasileño jugó con Sterling y el inglés trianguló con Agüero en la frontal del área pero el nueve ya se había movido. Del error de medición se aprovechó Ferrán Torres, que acomodó el tiro junto al palo para el 0-2.
“El champán en la nevera”
Si el Liverpool se impone al Manchester United en Old Trafford este domingo (17.30), el City será campeón de la Premier por séptima vez. “Habrá que ir poniendo el champán en la nevera”, dijo Guardiola tras el partido. A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la temporada, Guardiola ya tiene su tercera Premier en el bolsillo.
“Qué gol, qué acción, qué jugador, ¡qué hombre!”, exclamó el técnico español, cuando le mencionaron el 1-0 de Agüero. “Es un placer increíble tenerle de vuelta. Disfrutaremos de los últimos partidos con él. En ese gol mostró lo que ha sido y lo que es. Estoy encantado porque estoy enamorado de esta persona”.
“Los que no jugaron en París necesitaban hablar en el campo y lo hicieron perfectamente”, observó Guardiola, en referencia al 1-2 logrado ante el PSG el miércoles pasado. “En la primera parte fue difícil pero en la segunda leímos perfectamente cómo atacarlos. La hierba estaba seca, el campo estaba lento, no podíamos darle ritmo a la circulación y los jugadores debían atacar los espacios sin dar demasiados pases”.
Fue apenas el cuarto gol de Agüero esta temporada. Tras sufrir todo tipo de contratiempos, entre una infección de Covid-19, una lesión y algunas distracciones, a sus 32 años el máximo goleador de la historia del City prepara su salida del club para junio. Con un poco de fortuna tal vez pueda dejar su sello en la Champions, el torneo que siempre se le resistió.
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