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Golpe letal a la Superliga: se retiran los seis clubes ingleses

Las presiones de los aficionados y del Gobierno británico fuerzan la renuncia en bloque de los equipos de la Premier y dejan en el aire la viabilidad del nuevo proyecto 48 horas después de su nacimiento

Kepa despeja un balón durante el Chelsea-City de la FA CUP.
Kepa despeja un balón durante el Chelsea-City de la FA CUP.Ben Stansall (AP)

El clamor generalizado en Inglaterra entre la clase política y entre los aficionados provocó que los seis clubes ingleses (Manchester United, Liverpool, Chelsea, City, Arsenal y Tottenham) abandonaran este martes el proyecto de la Superliga apenas 48 horas después de haberse alumbrado su nacimiento. Esto supone un golpe letal para el plan urdido entre 12 de los clubes más poderosos de Europa que habían desafiado a la UEFA y a la FIFA y estaban decididos a cambiar las estructuras y el modelo de negocio de la industria del fútbol.

En la madrugada de este miércoles, los seis integrantes que aún permanecen (Real Madrid, Barcelona, Atlético, Juventus, Inter y Milan) emitieron un comunicado que destilaba que el proyecto ha quedado herido de muerte: “La Superliga europea está convencida de que el statu quo actual del fútbol europeo debe cambiar. Estamos proponiendo una nueva competición europea porque el sistema existente no funciona. Pese a la anunciada salida de los clubes ingleses, obligados a tomar tales decisiones debido a la presión que se ejerce sobre ellos, estamos convencidos de que nuestra propuesta está totalmente alineada con la legislación y normativa europea como ha demostrado este martes una decisión judicial para proteger a la Superliga de terceros. Dadas las circunstancias actuales, reconsideraremos los pasos más adecuados para remodelar el proyecto, siempre teniendo en cuenta nuestros objetivos de ofrecer a los aficionados la mejor experiencia posible y potenciar los pagos solidarios para toda la comunidad futbolística”.

El Chelsea y el Manchester City fueron los primeros en mostrar síntomas de dudas ante las protestas de los aficionados. El encuentro entre el conjunto azul y el Brighton se retrasó 15 minutos por las protestas de los hinchas en las cercanías de Stamford Bridge. En otro de los 12, el Manchester United, se producía el anuncio de la salida de Ed Woodward como presidente. Cada paso anunciaba ya la estampida de los seis clubes ingleses.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reafirma el rechazo de la FIFA a la Superliga. Vídeo: RICHARD JUILLIART / EFE

En las horas previas ya habían surgido las primeras voces críticas, desde dentro incluso de los clubes fundadores. El entrenador del City, Pep Guardiola, por ejemplo, afirmó: “Un deporte deja de ser deporte cuando la relación entre el esfuerzo y el éxito no existe. No es un deporte si el éxito ya está garantizado de antemano, y da lo mismo que ganes o pierdas”, afirmó Guardiola. Sus colegas Jürgen Klopp, del Liverpool, y especialmente Marcelo Bielsa, del Leeds, ya se habían mostrado en contra. En el Leeds-Liverpool del pasado lunes, los jugadores locales salieron con una camiseta que llevaba la leyenda: “Gánatelo en el campo. El fútbol es de los aficionados”.

La decisión en firme del Manchester City, el primero en anunciar que se bajaba del barco, dejaba ya muy tocado el proyecto. “Sin los clubes ingleses, los alemanes y los franceses, esto ya no es una competición europea. La presión de Boris Johnson ha hecho su efecto”, se lamentaba un dirigente de uno de los clubes de la Superliga.

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En una entrevista concedida al diario L’Équipe, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y proclamado mandamás de la Superliga, aseguraba no temer por el abandono de alguno de los miembros fundadores. “La situación es tan grave que todos están de acuerdo en llevar a cabo este proyecto y buscar una solución”, afirmó convencido Pérez. La realidad fue al final muy distinta. Que la mitad de los clubes que arrancaban el proyecto fueran ingleses ha terminado por dinamitarlo. La esperada adhesión del Bayern de Múnich, el Borussia Dortmund y el PSG también fue cortada de raíz por los propios dirigentes de estos tres clubes. Todos manifestaron públicamente que no se sumarían al proyecto y mostraron su rechazo a la Superliga.

Al City siguieron United, Liverpool, Arsenal, Tottenham y Chelsea, lo que deja ahora a Madrid, Barcelona, Atlético, Juventus, Inter y Milan como únicos clubes que siguen en el proyecto. La desbandada parece enterrar la que se perfilaba como la gran revolución en la industria del fútbol desde la sentencia Bosman. El ambicioso plan tildado de insolidario por la UEFA, las federaciones y las ligas domésticas, se desmoronó solo 48 horas después de que arrancara.

Durante la tarde y la noche de este martes se produjeron reuniones telemáticas y llamadas telefónicas entre los dirigentes de la docena de clubes fundadores en las que se pusieron de manifiesto las grietas que dinamitaron la unidad del grupo. Varios de ellos, como el Atlético de Madrid, abogaban por no ser tan beligerantes con la UEFA. A su vez, el núcleo duro de los impulsores reclamaba la necesidad de seguir firmes en la decisión de romper con la institución europea y de seguir adelante con el proyecto. Todos están de acuerdo en acabar con el monopolio de la organización y explotación de las competiciones internacionales que ejercen la FIFA y la UEFA. Sin embargo, no todos estaban por la labor de atrincherarse contra ambas instituciones. La desunión y los miedos que los 12 fundadores parecían haber superado cuando anunciaron el nacimiento de la rompedora competición volvieron a aparecer ante la presión política y las protestas generalizadas de los aficionados.

Entre los opositores a la Superliga ya se respiraban aires de victoria a media tarde ante las noticias que llegaban de Inglaterra. “Esto se va a quedar en un triangular entre el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético”, auguraba un alto directivo de LaLiga.

Cuando se conoció la renuncia del City, el presidente de la UEFA, el esloveno Alexander Ceferin, no ocultó su satisfacción: “Estoy encantado de dar la bienvenida de nuevo al City a la familia del fútbol europeo. Ha demostrado una gran inteligencia al escuchar las numerosas voces, sobre todo las de sus aficionados, que han explicado los vitales beneficios que el sistema actual tiene para todo el fútbol europeo, desde la victoria en la final de la Champions League hasta la primera sesión de entrenamiento de un joven jugador en un club de fútbol base”.

El goteo de abandonos puede terminar por finiquitar la Superliga en breve.

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