Koeman, tras el empate contra el Cádiz: “Estoy más decepcionado que contra el PSG”
El técnico del Barcelona lamenta la falta de puntería tras 20 remates: “No se puede fallar más”. Piqué pide “levantar la cabeza” y Jordi Alba zanja: “Esto no se puede permitir”
A cada ocasión que este Barça se anima, se lleva una bofetada. Le ocurrió cuando intentó quedar primero de grupo en la liguilla europea y se llevó tres goles de la Juve como cuatro del PSG (ida de los octavos de Champions) y otros dos del Sevilla (ida de las semifinales de Copa), incapaz de decir la suya en algún torneo. Aunque el frasco de los lamentos se destapó tras empatar ante el Cádiz, rival menor que le prohibió acercarse al Atlético, porque la tibieza en las áreas es grotesca; los delanteros no están acertados del mismo modo que los zagueros cometen demasiados fallos. Sobre todo Lenglet, retratado en varios partidos este año, pues dio una patada a destiempo y posibilitó el empate gaditano. “Es un golpe duro que no nos esperábamos”, resumió Piqué con el gesto torcido tras acabar el encuentro. “No me lo esperaba y necesitábamos ganar. Y lo teníamos ganado pero hemos fallado muchas ocasiones. Es que no se puede fallar más. Es una oportunidad perdida y es un punto muy negativo para nosotros”, se sumó Koeman, enfadado como pocas veces; “estoy muy decepcionado, más si cabe que ante el PSG. El problema es del equipo porque este partido lo tiene que ganar por su calidad y no lo hemos hecho”.
“Duele muchísimo porque tras la derrota del Atlético teníamos una oportunidad”, prosiguió Piqué; “creo que hemos hecho un partido donde hemos generado bastante, con goles anulados, y ellos no han tenido casi ninguna pero sí el penalti en el 90. Es difícil de asimilar perder estos dos puntos viniendo de dónde venimos”. Jordi Alba le dio la razón, también con cara de malas pulgas y pocas ganas de hablar. “Queda mucho pero no podemos dejar escapar estos puntos. No hay excusas. Teníamos una oportunidad única. Es una lástima pero tenemos que recapacitar porque esto no se puede permitir más. Esto es el Barça, no hay excusas”, reflexionó en voz alta.
Koeman mantuvo el guion: “Estamos decepcionados porque si no marcas siempre te pueden pasar estas cosas. Y está claro que en ataque no estuvimos a nuestra altura”.
El malestar del vestuario se debía, sobre todo, a la calentura por no vencer al Cádiz después de tener el 81% de posesión (19% el rival) y disfrutar de 20 remates por tres visitantes, uno entre los tres palos. Y solo atinó el Barça desde los 11 metros, tanto de Messi que celebró a su manera al convertirse en el jugador con más partidos con la camiseta azulgrana en LaLiga (506 por los 505 de Xavi y ahora los 400 de Busquets). También era su diana 16 del campeonato, ya pichichi junto a Suárez.
“Lo sabíamos”
En el Cádiz lo tenían claro. “El plan era defender y que no nos metieran muchos para llegar al final con opciones. Así ha sido y se ha visto de nuevo un Cádiz reconocible”, señaló Alex Fernández, feliz por el gol y por puntuar con el conjunto gaditano en el Camp Nou, coyuntura que no ocurría desde 1978. “El problema no es que defiendan con 11… Es que tenemos que resolver antes el partido porque no hemos marcado el segundo gol. Hay que hacerlo”, deslizó Koeman. Alba le siguió: “Es culpa nuestra. Estamos muy fastidiados porque el partido lo teníamos dominado y sabíamos que el peligro era una contra y así ha sucedido. Los culpables somos nosotros”. Pero el penalti lo hizo Lenglet. “Es dudoso pero se puede pitar”, convino Koeman; “lo que tengo que mirar es si debía o no arriesgar en la jugada. No lo sé aún”. Pero añadió: “No me gusta culpar a uno en particular porque esto es una cuestión de equipo”.
Con las tablas y el desánimo en el bolsillo, Piqué recogió el testigo. “Cada partido que no ganas, las opciones se reducen. LaLiga va para largo, pero la distancia no es inasumible. Depende más de nosotros que de los demás, aunque no estemos por delante”, advirtió; “pero si somos realistas, está muy complicado. En la Copa tendremos alguna opción, en la Champions difícil… Hay que recuperar nuestro juego y sensaciones porque si no, ya pueden ir perdiendo los demás que no vamos a llegar. Hay que levantar la cabeza y mejorar anímicamente”.
