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Bienvenidos a Hafelekar, el ‘freeride’ más empinado de Europa

Guía rápida de esquí fuera de pistas en el Tirol

Freeski en Innsbruck.
Freeski en Innsbruck.Klaus Polzer (Innsbruck Tourismus)
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Innsbruck, la ciudad imperial del Tirol, tiene tantos atractivos turísticos (como el tejadillo de oro, el palacio imperial o el trampolín de saltos de esquí, que es difícil nombrarlos a todos en un artículo digital, pero si lo suyo es la nieve y más específicamente el freeride, uno de esos atractivos tiene nombre propio y estaría el primero, no solo en la lista de esta coqueta ciudad alpina, sino de toda Europa: El descenso Hafelekar, el freeride más inclinado de Europa.

Cruzando el río Inn, al norte de la ciudad, se levanta la cadena montañosa Nordkette como una imponente catedral del parque natural de Karwendel. Acceder a su cima, a 2.256 metros de altitud, desde el centro de Innsbruck es rápido y fácil; descender, al menos esquiando, ya no tanto. Desde el centro de la ciudad se puede tomar el Hungerburgbahn, un híbrido entre tren y funicular que conecta Innsbruck con Hungerburg, y desde aquí los funiculares a Seegrube, a 1.905 metros de altitud, y, una vez allí, hasta Hafelekar, no le va a llevar más de 30 minutos.

La vista desde allí arriba es impresionante. Un balcón con un panorama privilegiado de todo el valle, bajo el que se extiende la ciudad de Innsbruck, que parece una maqueta. Después de admirar las vistas de Karwendel, si usted no es un excelente esquiador, vuelva a coger funicular y baje a la estación de Seegrube. Los demás, los freeriders consolidados, tienen dos opciones. Hacia el este por una pequeña cornisa de un metro de ancho, realizar la ruta Seilbahnrinne, que pasa por debajo de la estación misma. O hacia el oeste, cruzando dos picos, la ruta Karrinne. Ambas están muy expuestas y las caídas pueden resultar en graves accidentes, con el riesgo de que nadie le vea. Al principio el curso es inclinado, con un 70% de pendiente y estrecho como un tubo (couloirs), pero se va abriendo hasta que en la parte inferior la ladera permite grandes giros, una experiencia inolvidable con nieve en polvo fresca. Desde aquí se puede tomar el telesilla 3er Stütze hasta la estación de Seegrube o adentrarse en la cota de los árboles y disfrutar de un paisaje invernal fantástico por la ruta Zweir, hasta llegar a Hungerburg en un descenso de 1.390 metros.

70% de pendiente y estrecho como un tubo (couloirs),
70% de pendiente y estrecho como un tubo (couloirs),Klaus Polzer (Innsbruck Tourismus)

Tres opciones más fuera de pistas

A solo 35 minutos de Innsbruck se encuentra la estación de Axamer Lizum, el paraíso de la nieve en polvo. 300 hectáreas de laderas con todo tipo de pipes y couloirs orientadas al norte que dispone de nieve en polvo hasta el mes de abril. Aquí se celebró el 3 Freeride World Qualifier.

A 10 minutos más en coche, desde Innsbruck, se puede alcanzar el glaciar de Stubai, en donde esperan hasta 15 gloriosos cursos, como “The Wall” “Thriller Flake” o “Hard Rock” de freeride gestionados por el Powder Department y con acceso a Freeride Checkpoints que dan información sobre las bajadas.

Un autobús gratuito lleva a los freeriders a Kühtai desde Innsbruck. la estación con orientación norte que ofrece más de 400 hectáreas de laderas para el descenso fuera de pistas.

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Restaurante Ottoburg.
Restaurante Ottoburg.Eduardo Salete (Balder)

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Mundos de Cristal Swarovski.
Mundos de Cristal Swarovski.Eduardo Salete (Balder)

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Trampolín de saltos olímpico en el Bergisel.
Trampolín de saltos olímpico en el Bergisel.Eduardo Salete (Balder)

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