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Francia cumple ante Italia y lidera el Seis Naciones

Los galos, espoleados por la calidad de Dupont y la solvencia de su delantera, revalidan su buen momento tras ganar a Inglaterra

JUlien Marchand corre con el balón.
JUlien Marchand corre con el balón.PHILIPPE LOPEZ (AFP)

Tras arrollar a Inglaterra, la renovación francesa de Fabien Galthiè superó este domingo su segundo examen. Italia, que sumó en Paris su vigésimo cuarta derrota consecutiva, dejó la cita en un mero trámite. El XV del Gallo confirmó sus fortalezas, desde una defensa peliaguda al talento diferencial de sus imberbes. La travesía en el desierto del rugby francés ha vivido muchas recaídas, pero el presente les sitúa en el liderato compartido del torneo junto a Irlanda. Las citas antes el XV del Trébol y la más inmediata, dentro de dos semanas en Cardiff, marcarán el auge de este gigante dormido.

El primer sello reconocible de esta nueva Francia es lo bien que trabaja los rucks, ese paréntesis entre que un jugador es placado y sus compañeros retoman la acción. Grègory Alldritt es una auténtica garantía en esa tarea para una selección que encuentra muy rápido la fórmula para entorpecer o robar el balón sin pasar la frontera de la indisciplina. Ello se une a una delantera muy fiable –sin apenas errores de manos– y que percute con ganas.

Todo un quebradero de cabeza para los italianos, incapaces de campear la embestida gala. Con la defensa poco atenta, no tardaron en pagarlo. Teddy Thomas, con un instinto letal para cazar balones en campo abierto, persiguió una patada a seguir envenenada de Romain Ntamack que sorprendió a Carlo Canna, demasiado adelantado. Gran asistencia del apertura, aún irregular pese a su desbordante talento.

El problema de Italia es que la delantera francesa no le permitía entrar en calor. Siempre a la defensiva, resistió con entereza alguna incursión francesa en su 22, pero no tenía argumentos para cambiar el guión. En esas, tras una cesión genial de Antoine Dupont, otra de las perlas relucientes, volvió a ensayar Francia. Los italianos aguantaron las embestidas de la delantera gala a apenas dos metros de su zona de marca, pero claudicaron junto a la esquina. Ntamack arriesgó en el intento de posar en solitario, pero sus compañeros rescataron el oval y el capitán, Charles Ollivon, tiró de pillería para lanzarse ante una desbordada retaguardia italiana y anotar su tercer ensayo del torneo. Todo un hito para un flanker.

Con todo, las conversiones marradas por Ntamack mantenían las esperanzas italianas, que solo caían 13-0. Francia mandó demasiados hombres a la trinchera, pero no cortó la acción y pagó la inferioridad numérica. Tommaso Allan soltó el oval antes de ser placado, el bote sonrió a los italianos y Mateo Minozzi canjeó la superioridad para estrenar el casillero de su selección en el Seis Naciones tras más de 100 minutos a cero. Poco después aprovecharon las indisciplinas de una Francia más relajada para patear a palos y acercarse a tres puntos.

Fue un espejismo, el pecado de irregularidad propio de un proyecto recién nacido. Dupont elevó las revoluciones del engranaje francés, que se marchó al descanso con una ventaja solvente (23-10) tras una apertura soberbia del medio-melé hacia el costado izquierdo. Allí llegaba solo Alldritt; un destructor de primer orden con el justo premio del ensayo.

La amabilidad del desafío llevó a Francia a dormitar tras su paso por vestuarios, con dos saques de touch perdidos. Así, tras un cuarto de hora de siesta, los locales aseguraron el punto bonus de los cuatro ensayos con una estampida de la trasera; Thomas generó la superioridad y Ntamack activó los propulsores para posar bajo palos. Con todo, el apertura fallaría una nueva conversión, su cuarta patada a palos desperdiciada.

No le perdió Italia la cara al encuentro, que anotó en una secuencia de su delantera que culminó el pilier Federico Zani y cerró el marcador con una ruptura que culminó Mattia Bellini. Evitado el marcador abultado en París, llega su gran reto del torneo. Recibirá en dos semanas a Escocia, su mejor opción para evitar la quinta cuchara de madera consecutiva. Ahí estará su capitán, Sergio Parisse, en su penúltimo envite. Francia, aún en su bisoñez, aspira a metas mayores.

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