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Laura Ester, la mejor de Europa

La selección española de waterpolo llega al Europeo femenino con el reconocimiento a su portera, la jugadora más determinante del continente

Marc Rovira
Laura Ester (de rojo), en el Europeo de 2018.
Laura Ester (de rojo), en el Europeo de 2018.EFE

Ser un muro tiene premio. Laura Ester ha sido reconocida como mejor waterpolista de Europa en 2019, una condecoración que le llega tras ejercer de dique para la selección española. El pasado verano, en el Mundial que se disputó en Corea del Sur, España claudicó en la final contra la todopoderosa Estados Unidos, pero las fabulosas prestaciones exhibidas por Laura Ester durante toda la competición la han aupado hasta la distinción de mejor jugadora europea del año. La Liga Europea de Natación (LEN) le otorgó el 45,5% de los votos, Rita Keszthelyi (22,7%) fue segunda y Bea Ortiz (13,6%), ex del Sabadell que ahora está en las filas del Terrassa, acabó tercera Es la segunda vez que la portera, que defiende los colores del CN Sabadell, alcanza la distinción. En 2017, también fue la mejor.

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El premio a Laura Ester llega con la selección centrada en el Europeo que, a partir de este fin de semana, se disputa en Budapest. "Si no estuviéramos clasificados (para los Juegos Olímpicos) habría que ir a muerte, pero tenemos la tranquilidad de que vais con ese deber hecho. Sois competitivas y vais a ir a tope, pero sin esa carga. El objetivo pasa por Budapest, pero ya sabéis que está en Tokio", manifestó recientemente Fernando Carpena, presidente de la Federación Española de Natación.

La selección está en un momento dulce, que pilla a Laura Ester en plena madurez. Cumplirá 30 años el próximo 22 de enero y lleva casi media vida defendiendo la portería de la selección española, el periodo más exitoso de su historia, con oros en el Mundial de 2013 y en el Europeo de 2014, una plata olímpica y otros dos subcampeonatos mundiales. Un palmarés de aúpa para la barcelonesa, que cuando sale de la piscina hinca los codos para terminar sus estudios de bioquímica. Ester es un gato en el agua. No es alta, un metro setenta, y su complexión espigada le da, aparentemente, poco empaque ante los cañonazos de las atacantes rivales. Pero sus reflejos chispeantes y una agilidad nervuda la han consolidado como el ángel de la guarda de la portería española. Tras saberse premiada, la portera publicó un mensaje dedicado a sus compañeras: "Mil gracias a mis dos equipos, tanto al Club Natació Sabadell como a la selección, sin ellas esto no hubiese sido posible".

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