_
_
_
_
_

Bateo ejemplar a la violencia de género

La sanción de 81 partidos a un jugador de béisbol por agredir a su novia refleja la firme política de la liga estadounidense

Pablo Ximénez de Sandoval
Domingo Germán, con los Yankees.
Domingo Germán, con los Yankees.AFP

No hay denuncia ante la policía, no hay un vídeo viral que haya desatado el escándalo, no hay relatos en los medios de testigos directos. Pero la liga profesional de béisbol norteamericana, Major League Baseball, MLB, ha decidido tomar medidas drásticas después de enterarse, el pasado 19 de septiembre, de que el dominicano Domingo Germán, uno de los mejores lanzadores de los Yankees de Nueva York, había agredido a su novia. La sanción que acaba de imponerle es la cuarta más alta en la historia de la liga: 81 partidos sin jugar.

El caso de Germán, de 27 años, es una novedad en la política de la liga en cuanto a violencia de género. Cuando se conoce un caso de este tipo, existe un protocolo estipulado de una suspensión de siete días mientras se realiza una investigación, que se puede extender. Pero normalmente hay una denuncia ante la policía. En el caso de Germán, los Yankees actuaron desde el principio como si no fuera a volver a jugar en toda la temporada pasada.

Nadie sabe exactamente qué pasó entre el lunes y el martes de aquella semana de septiembre. Según fuentes cercanas a la investigación citadas por The New York Times, el incidente había ocurrido en la casa de Germán y su novia en Yonkers. Otros medios indican que sucedió en público, en una gala en Manhattan. La información llegó a la liga a través de una cadena de personas y supuestamente el origen es algo que contó ella. Estas investigaciones no siempre derivan en una suspensión temporal. En el caso de Germán, fue fulminante y permanente.

Domingo Germán, que había lanzado el día anterior a conocerse la investigación, no ha vuelto a lanzar en la temporada. Se ha perdido 18 partidos. El pasado jueves, la MLB anunció que la sanción contra el jugador por violencia de género es de 81 partidos con efecto retroactivo. Es decir, contando los que ya ha cumplido se perderá los próximos 63 encuentros de la liga. El próximo partido donde podrá aparecer Germán es el próximo 5 de junio. En total, nueve meses sin jugar. Como parte de la sanción, contra la que el jugador no va a recurrir, hará una donación a una organización que trabaja con víctimas de violencia doméstica y se someterá a un tratamiento.

“Nos mantenemos firmes en nuestro apoyo del proceso de investigación de la MLB y la acción disciplinaria tomada sobre Domingo Germán”, dijeron los Yankees en un comunicado. “La violencia doméstica, en cualquiera de sus formas, es un asunto serio y grave que afecta a todos los sectores de nuestra sociedad. La Major League Baseball ha sido líder en nuestra industria para hacer de la conciencia y la prevención de la violencia doméstica una prioridad”.

Domingo Germán es un pitcher diestro de 27 años de origen dominicano que ha sido un refuerzo importante para los Yankees y les ha ayudado a refrescar su plantilla. La temporada pasada, hasta su suspensión, logró 153 eliminaciones en 143 entradas. Jugó en 27 partidos, 24 de ellos como lanzador inicial. Germán gana 577.500 dólares al año. No ha recibido la parte de su salario de los partidos que está suspendido, por lo que el año que viene perderá más de 225.000 dólares, según un cálculo de Associated Press.

El comisionado de la liga, Rob Manfred, dejó claro cuando accedió al cargo en 2015 que acabar con los casos de violencia de género de los jugadores era una de sus prioridades. La suspensión de Germán es la cuarta sanción más grande de la historia de la liga y la más grande de un jugador que no ha sido denunciado formalmente. El pitcher venezolano José Torres fue suspendido por 100 partidos después de ser detenido por violencia doméstica. Su compatriota Odubel Herrera recibió 85 partidos de castigo el año pasado y el cubano Héctor Olivera, 82.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_