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La fábrica alemana del Madrid

La Bundesliga se convierte en la última década en un destino fiable y cada vez más habitual dentro de la política del club blanco de cesiones de sus jóvenes

Lorenzo Calonge
Reinier, con el Dortmund hace una semana en un partido de Copa.
Reinier, con el Dortmund hace una semana en un partido de Copa.FRIEDEMANN VOGEL (EFE)

Alfredo Di Stéfano llamaba a la cantera madridista y a la Ciudad Deportiva “La Fábrica”. Medio siglo después, el club ha encontrado en Alemania una especie de sucursal de esa fábrica, el lugar donde dar a los jóvenes el último horneado en su formación. No todos vuelven o triunfan en el Bernabéu, por razones varias, pero en casi todos los casos esta mili germana ha resultado muy eficaz para darles la cocción final como futbolistas de primer nivel.

Reinier, de 18 años, comprado el pasado enero por 30 millones al Flamengo y que solo suma tres partidos con el Castilla, es el último en hacer el petate. Se marcha cedido dos temporadas al Dortmund. Allí se fue Achraf en 2018 y multiplicó por 11 su valor: de cinco a 54 millones, según la web Transfermarkt. Él, al menos de momento, no regresa porque temía que su progresión se cortara ante la competencia de Carvajal y ha sido traspasado al Inter por 40 millones más cinco en variables, la mayor venta merengue en este mercado. A Vallejo le fue bastante mal en su vuelta a la Castellana (apenas participó en 19 de los 119 partidos posibles), pero su buena actuación en el Eintracht en la 2016/17 le valió un puesto en la nómina de defensas madridistas los dos años siguientes. Y en 2012 voló Carvajal, la primera y gran historia de éxito de este puente aéreo. Resignado al desafecto de Mourinho, el Bayer Leverkusen lo adquirió por cinco millones desde la Segunda B y allí fue incluido en el once ideal de la Bundesliga. El Madrid solo tardó un año en recuperarlo por 6,5 millones.

En medio hubo otros ejemplos de futbolistas criados en Valdebebas que, aunque no retornaron o no hicieron carrera con la camiseta blanca, el paso por Alemania les ayudó a la inmensa mayoría a forjarse en la élite: Omar Mascarell, Joselu, Lucas Torró o Borja Mayoral. Y, de paso, la Bundesliga descubrió un pozo donde sacar agua fresca y a buen precio.

“En Alemania la presión no es tan fuerte y eso les ayuda a progresar", analiza el director deportivo del Leverkusen

“El de Carvajal fue un caso de estudio, un buen ejemplo de lo que se puede lograr desde el punto de vista de los clubes”, comenta Simon Rolfes, director deportivo del Leverkusen y compañero del 2 blanco sobre el césped en la 2012/13. En un país que ha alumbrado en los últimos años a entrenadores tan pujantes como Thomas Tuchel (PSG) o el treintañero Julian Nagelsmann (Leipzig), no es casual esta apuesta por la juventud inexperta amamantada en un grande como el Madrid.

“En Alemania la presión no es tan fuerte. La vida es más tranquila y eso les ayuda a concentrarse y progresar. Nuestro torneo es también muy competitivo. Excepto quizás los dos grandes de España, no estamos por detrás de la Liga en calidad”, subraya Rolfes. Carvajal, que nunca imaginó esta parada en centroeuropa, reconoció que allí tomó peso para ser más fuerte e ir mejor a las disputas, y que progresó en el juego aéreo. Además de ganar amigos, cosa que en el Madrid le ha resultado más complicado, según confesó recientemente. “Nunca vi levantarse a un estadio para aplaudir a un lateral derecho como en su debut”, afirmó el anterior director deportivo del Bayer, Jonas Boldt, que siempre ha exhibido su orgullo por “pagar cinco millones por un chico de Tercera que no hablaba alemán”.

En competiciones europeas

En el Madrid sacan tajada de esta coyuntura. Si no es deportiva, como con Carvajal, sí económica, como en el caso de Achraf. Desde Valdebebas admiten que Alemania “es un buen destino” dentro de la política del club de cesiones de sus promesas, pero advierten de que no es más preferente en sus planes que otros países. “Si la Premier o Italia realizaran buenas ofertas, se contemplarían de la misma manera”, señalan.

“Si les entras por los ojos, no les importa dónde hayas jugado antes ni la edad”, valora el excanterano blanco Omar Mascarell

Ese interés, además, no llega de equipos menores, sino de habituales en competiciones europeas, aunque sin la potencia económica de las grandes organizaciones, lo que les obliga a explorar otras posibilidades. El Dortmund, por ejemplo, que, encantado con la experiencia de Achraf, repite ahora con Reinier. “El talento es la principal cualidad de los jugadores venidos de España”, analiza Simon Rolfes. “También está el conocimiento táctico, las habilidades en ataque, la dureza física y la resistencia. Muchos equipos de la Bundesliga no pueden fichar a los mejores y se centran en desarrollar carreras prometedoras”, continúa el director deportivo del Leverkusen.

Y los futbolistas que van allí lo que más agradecen es la confianza y el tiempo. Así lo sintió Omar Mascarell, un excanterano blanco que no volvió a casa, pero que sigue encantando en Alemania. Tras dos campañas en el Eintracht, esta será su tercera en el Schalke, donde ya es capitán. “Mi idea es quedarme mucho más”, indica este medio canario de 27 años. “Aquí dan oportunidades a los jóvenes. Es una liga muy bien organizada y con mucho trabajo físico. Si les entras por los ojos, no les importa dónde hayas jugado antes ni la edad. Un modelo a seguir porque les da resultados”, añade. Él se marchó cedido al Sporting en la 2015/16, pero la aventura no resultó como deseaba. “Me fui para dejarme ver en Primera y, al acabar la temporada, casi no tenía ofertas de la categoría. Se me hizo duro”, confiesa. Sin embargo, lo intentó en la Bundesliga y ya nada volvió a ser lo mismo. “Cambió mi carrera”, sentencia.

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