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Andrés Jiménez evoca a Michael Jordan: “Vi a un chavalín que ya era Dios”

El baloncestista español rememora el asombro que le causó el alero de Carolina del Norte en su etapa universitaria por su poderío y carácter

Michael Jordan, en los Juegos de 1984.
Robert Álvarez

Andrés Jiménez (Carmona, Sevilla, 57 años) no olvida el recibimiento que se le dispensó a Michael Jordan en la Universidad de Carolina del Norte aquel día de mediados de julio de 1984. Los integrantes de la selección española de baloncesto, entre los que se encontraba Jiménez, fueron testigos en el Carmichael Auditorium de Chapel Hill. “Preparábamos los Juegos de los Ángeles. Estuvimos allí un par de días camino de México, adonde íbamos a jugar unos amistosos, que por cierto acabaron como el rosario de la aurora. Creo que nos entrenamos en aquella universidad gracias a la amistad de Antonio [Díaz Miguel, seleccionador español] con Dean Smith [entrenador de Carolina del Norte]. Estábamos paseando por allí y coincidió con el momento en que llegó Michael Jordan. Podíamos estar más o menos al día de la NBA, pero era totalmente diferente a lo que es ahora. No había tanta información. No sabíamos que ya fuera tan célebre. La sorpresa fue ver a un tío que tampoco era muy alto, y que sí, era fibroso, pero todavía estaba finito y no era un portento físico, y la locura que se desató entre la gente. Su apariencia no te hacía ver el tipo de jugador que era. Hasta que lo sufrimos. Recuerdo que nos dijimos: ‘Pues este va a ser un poco más figura de lo que pensábamos”.

Las sospechas se confirmaron un día después. La selección de Estados Unidos, integrada por universitarios, se enfrentó a un combinado de la NBA. “Fuimos a verlos. La gente animaba a los universitarios y desde luego Jordan era el que se llevaba la palma. Era un chavalín pero ya era Dios. Era el puto amo”, recuerda Jiménez.

Llegaron los Juegos de Los Ángeles. España, con un excelente equipo liderado por Corbalán, Epi y Fernando Martín, confirmó la progresión iniciada con su cuarto puesto en el Mundial de Cali en 1982, donde debutó Andrés Jiménez y el equipo de Díaz Miguel venció por primera vez a Estados Unidos, y la medalla de plata en el Eurobasket de 1983. En la primera fase de la cita olímpica, España fue vapuleada por Estados Unidos (101-68), pero superó a Australia en cuartos de final y a Yugoslavia en las semifinales. Y se citó de nuevo con Michael Jordan, pero esta vez compitiendo por el oro. “Ya habíamos visto que era un equipo muy serio. Pero una cosa es verlo y otra enfrentarte a él. No sabes lo duro que defienden hasta que estás allí. Pagamos nuestro desconocimiento. Por entonces, si te llegaba, veías un vídeo de un partido de la NBA y era del año anterior. Y nunca habíamos experimentado jugar contra ese tipo de baloncesto. Yo no sabía ni quién era Sam Perkins [cuarto en el draft y de la Universidad de Carolina del Norte, como Jordan]. Pero desconocer quién era tu rival también tenía su lado positivo, sobre todo ante Italia, la URSS o Yugoslavia, que hasta entonces siempre nos ganaban. Esa especie de inconsciencia y de falta de prejuicios a veces nos ayudaba”, cuenta Jiménez. España perdió la final por 96-65 y Díaz Miguel declaró que Estados Unidos estaba 50 años por delante del resto del mundo.

“Lo que me impactó más es que era un equipo que por momentos jugaba como un caballo desbocado. Cuidabas más o menos el rebote y las pérdidas, los tenías más o menos controlados [España solo perdía por 46-41 en el descanso del primer partido] y, de repente, se volvían como locos, con el apoyo de la gente apasionada que llenaba el Forum de Inglewood. El partido se te giraba y se te iba por completo”. Y siempre, al frente de la acometida, Michael Jordan. “De repente, aparecía, daba dos zancadas y se plantaba en tu canasta y hacía un mate o una acción espectacular. Se volvían locos y te volvían loco”.

Jordan tenía entonces 21 años y acababa de ser elegido por los Bulls en el tercer puesto del draft por detrás de Hakeem Olajuwon (Houston) y Sam Bowie (Portland). “Era un tío de otro nivel. Podías ver a Pat Ewing, muy grande y con unos brazos muy largos, o a Sam Perkins, que era tremendo, pero él era superior a todos, espectacular. Saltaba y se quedaba suspendido en el aire. Daba una zancada y ya estaba un metro por delante de ti. Era muy diferente del resto, tenía un carisma especial y un hambre infinita de ganar. Era como una pantera incontrolable”, revive Jiménez.

La presión sobre la salida del balón de la selección que dirigía Bobby Knight fue otro de los problemas que lastraron al equipo español. “Recuerdo lo complicado que era para nuestros bases dar ya el primer pase. Tenía que abrirme y hacer una pantalla para que nuestro base pudiera empezar la jugada. La presión que ejercían era imposible de superar. No lo teníamos ensayado. Nunca nos habían hecho eso. Ellos recuperaban muchos balones así”.

Y llegó el Dream Team

El duelo se repitió en la primera fase de los Juegos en 1992. Fueron doblemente especiales para Andrés Jiménez, porque se disputaron en Barcelona y porque acababa de recuperarse de una grave lesión de rodilla que le mantuvo 14 meses lejos de las canchas. “Desafortunadamente para la selección no nos fue muy bien. Pero para mí, más allá del resultado deportivo, fue una vuelta a la vida. Aquel partido contra Estados Unidos fue como un premio personal porque hubo un momento durante mi recuperación en que no sabía si iba a volver a jugar y llegué a temer quedarme cojo para siempre. Pero me recuperé, Díaz Miguel me seleccionó y en aquel partido llegué a defender en algunos momentos a Jordan”.

España perdió ese 2 de agosto en el Olímpico de Badalona por 81-122. Jiménez fue el máximo anotador de España con 23 puntos. Jordan volvió a deslumbrar. Acababa de ganar su segundo anillo en la NBA y conquistó su segundo oro olímpico con el inolvidable Dream Team. Se forjaba la leyenda.

La final de Los Ángeles 1984

ESTADOS UNIDOS, 96; ESPAÑA, 65

Estados Unidos: Steve Alford (10), Alvin Robertson (6), Michael Jordan (20), Sam Perkins (12), Patrick Ewing (9), Wayman Tysdale (14), Vern Fleming (9), Leon Wood (6), Joe Kleine (4), Chris Mullin (4), Jon Konkac (2) y Jeff Turner (0). Seleccionador: Bobby Knight.

España: Corbalán (6), Epi (4), Josep Maria Margall (10), Andrés Jiménez (16), Fernando Martín (14), López Iturriaga (6), Romay (5), Fernando Arcega (2), José Luis Llorente (2), Beirán (0), De la Cruz (0) y Solozábal (0). Seleccionador: Antonio Díaz Miguel.

Final de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles disputada el 10 de agosto de 1984 en el Forum de Inglewood. Unos 17.000 espectadores.

El duelo en Barcelona 92

ESPAÑA, 81; ESTADOS UNIDOS, 122

España: Rafa Jofresa (6), Biriukov (4), Villacampa (15), Andrés Jiménez (23), Quique Andreu (11), José Arcega (5), Xavi Fernández (3), Tomàs Jofresa (2), Herreros (6), Orenga (6) y Aldama (0). Seleccionador: Antonio Díaz Miguel.

Estados Unidos: Magic Johnson (0), Michael Jordan (11), Drexler (17), Bird (14), Ewing (14), David Robinson (9), Pippen (10), Karl Malone (7), Mullin (14), Barkley (20), John Stockton (4) y Laettner (2). Seleccionador: Chuck Daly.

Partido disputado el 2 de agosto de 1992 correspondiente a la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Pabellón de Badalona. 12.500 espectadores.




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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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