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El Gran Premio de Australia de F1 también se suspende

El circo de las dos ruedas vive un esperpento entre fuertes presiones y enfrentamientos internos

Oriol Puigdemont
GP de Australia F1
Vettel, Hamilton y Ricciardo, en la conferencia de prensa previa al GP de Australia, en el circuito de Albert Park.AAPIMAGE / DPA (Europa Press)

Todo estaba dispuesto en el circuito de Albert Park, en Melbourne, para la celebración de la primera carrera del Mundial de Fórmula 1, este domingo, cuando saltó la noticia. Y no llegó de los organizadores de la carrera, sino de uno de los equipos, McLaren, que con su decisión de no competir puso en evidencia a los responsables del Gran Premio de Australia, un evento que se suspendió a última hora entre fuertes presiones.La decisión se tomó ya el viernes tras un encuentro entre los equipos, la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el promotor (Australian Grand Prix Corporation) y representantes del estado de Victoria.

Unas horas antes el positivo por coronavirus de un miembro de McLaren que se dio a conocer este jueves actuó como detonador de una de las mayores crisis de imagen de la historia de la Fórmula 1. La FIA, Liberty Media (el promotor del certamen) y el Departamento de Salud del Gobierno Australiano se reunían de forma extraordinaria por la noche tras el órdago de McLaren para abordar la cancelación del gran premio que el domingo debía dar inicio a la temporada, suspensión que finalmente se produjo en medio de un esperpento, con los aficionados acudiendo al circuito y las partes buscando el beneficio económico.

Al mismo tiempo, los equipos, desconcertados ante la inacción de la FIA y la F-1, también se reunían. Querían forzar la suspensión de la carrera. Y convinieron que no querían seguir adelante con el evento. No dejaba de ser significativo, por otro lado, que ni Jean Todt, presidente de la FIA, ni Chase Carey, su homólogo en la F-1, estuvieran en Melbourne ante un asunto tan delicado.

La decisión de McLaren de retirarse al conocer el resultado del examen a uno de los integrantes de su equipo, en cuarentena desde el miércoles, fue la gota que colmó un vaso que se fue llenando durante las últimas semanas y que se derramó la noche antes de que los monoplaza se pusieran a rodar por el Albert Park en el primer entreno libre de la carrera. En total se realizaron pruebas a nueve de los trabajadores del paddock: hubo un positivo, siete negativos y faltaba por conocerse el último resultado.

Durante la última semana se dio muchas vueltas a la posible cancelación de la carrera en Melbourne. Sobre todo después de las incesantes suspensiones y cancelaciones de eventos deportivos durante los últimos días para tratar de frenar la propagación del coronavirus. Los dos equipos italianos que compiten en el certamen (Ferrari y Alpha Tauri) pusieron rumbo a Australia antes de que Italia quedara prácticamente cerrada. Una vez en Melbourne, las medidas preventivas que se aplicaron se limitaron a sustituir las sesiones de autógrafos por apariciones online de los pilotos, y a impedir que nadie se les acercara a menos de dos metros.

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Este mismo jueves, en la comparecencia que abrió los actos oficiales del gran premio, Lewis Hamilton (Mercedes) no terminaba de entender qué hacía tanta gente exponiéndose a un posible contagio. “Me sorprende mucho que estemos aquí. Está muy bien que se hagan carreras, pero que nos encontremos todos aquí, en esta habitación, es chocante. Pero el dinero es el rey. Parece que el mundo está reaccionando, quizá demasiado tarde. Donald Trump cerró las fronteras a Europa, la NBA se ha suspendido… y la F-1 sigue adelante”, lamentó el actual campeón, el piloto mejor pagado de la parrilla: 42 millones en 2019. Su discurso lo secundó Sebastian Vettel: “Espero que las cosas no vayan tan allá, pero si hace falta los pilotos tiraremos del freno de mano”. Y tiraron. El mismo Vettel y Raikkonen ya se habían marchado cuando se tomó la decisión definitiva.

Hasta ahora, los únicos cambios que había hecho la F-1 habían sido el aplazamiento del GPde China —aún no se sabe cuándo se celebrará— y anunciar la disputa del GP de Bahréin, previsto el 22 de marzo, a puerta cerrada.

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