_
_
_
_
_

Absueltos los jugadores del Levante - Zaragoza en el primer juicio por amañar un partido de Primera

La Fiscalía pedía cárcel para las plantillas de ambos clubes por arreglar el encuentro

Ignacio Zafra
Ander Herrera, en el juicio por amaño del partido entre el Zaragoza y el Levante en 2011.
Ander Herrera, en el juicio por amaño del partido entre el Zaragoza y el Levante en 2011.Kai Försterling (EFE)

El primer juicio celebrado en España por la compra de un partido de Primera División, el Levante-Zaragoza disputado en la última jornada de la temporada 2010-2011, ha terminado este lunes con la absolución de los acusados. El juez de Valencia Manuel Aleis ha declarado probado que el entonces presidente del club aragonés, Agapito Iglesias, y su director financiero, Javier Porquera, extrajeron 1,7 millones de euros de la entidad en los días previos al encuentro mediante una alambicada operación en la que participaron 11 empleados "por un motivo opaco e inconfesable". Pero no ha considerado acreditado que el dinero se destinara a pagar a los jugadores del Levante para que se dejasen ganar.

Más información
Macrojuicio por el supuesto amaño del Levante-Zaragoza
Exjugadores del Zaragoza desmontan que cobraran primas por la permanencia

El magistrado ha absuelto a los 42 acusados, entre futbolistas de ambas plantillas, directivos y miembros del cuerpo técnico del Zaragoza, así como al club aragonés, del delito de corrupción deportiva que les atribuía la Fiscalía Anticorrupción, LaLiga y el Deportivo de A Coruña. Pero ha condenado a un año y tres meses de cárcel a Iglesias y a Porquera por falsedad documental, al haber camuflado de forma "mendaz" las salidas de dinero como una prima anticipada a sus jugadores por la permanencia en Primera.

El destino real del dinero se desconoce, admite el magistrado. Pero se sabe quién salió perjudicado con la operación: los acreedores del Zaragoza, que unas semanas después de ganar al Levante 1-2 y mantener con ello la categoría, se declaró en suspensión de pagos. Contra la sentencia cabe recurso ante la Audiencia de Valencia.

De los 1,7 millones extraídos del club, la justicia ha podido seguir el rastro de 965.000 euros, que entre el 17 y el 19 de mayo de 2011 fueron transferidos a las cuentas de nueve de sus jugadores, su entrenador, el mexicano Javier Aguirre, hoy en el Leganés, y su director deportivo. Casi todo el dinero fue retirado en efectivo el 19 y el 20 de mayo, un día antes del choque en el campo del Levante. El juez considera "totalmente inverosímil" que, tal y como sostuvieron los directivos del Zaragoza, los pagos correspondieran a una prima para motivar a parte de la plantilla antes del partido. Y también considera extrañas el magistrado las explicaciones que han dado los receptores del dinero. La más repetida en el juicio fue que el club les ingresó el dinero por error y decidieron sacarlo en efectivo y entregarlo personalmente a la entidad, sin pedir resguardo, en vez de devolverlo mediante transferencia.

Motivos inconfesables

"Hay motivos bastantes y fundados para estimar que, descartada la explicación del abono de una prima especialísima por importe de 965.000 euros, tales transferencias habrían tenido por objeto sacar ese dinero de las arcas del club por un motivo opaco e inconfesable, habiendo colaborado sus perceptores a ello, consciente y voluntariamente", señala el magistrado.

En los meses posteriores al encuentro disputado en el Estado Ciutat de València las cuentas bancarias de los jugadores del Levante experimentaron, además, un inusual descenso de actividad del orden del 80% en retiradas de efectivo y pagos con tarjeta. Y ese comportamiento, compatible con la posesión de importantes sumas en efectivo, constituye para el juez "un indicio incriminatorio válido del posible amaño del partido". Pero no representa una "prueba bastante de la comisión del delito de corrupción deportiva" y no está acompañado de otras pruebas sólidas del amaño.

Las dos plantillas implicadas

Zaragoza: Lanzaro (ahora en CD Huracán, primera regional aragonesa), Toni Doblas (entrenador de porteros en el Betis), Da Silva (Libertad de Asunción, Paraguay), Jorge López (secretaría técnica del Valencia), Ander Herrera (PSG), Braulio (Herbania, primera regional), Ponzio (River Plate, Argentina), Gabi (Al Sadd, Qatar), Diogo (retirado), Obradovic (Legia Varsovia), Ikechukwu Uche (sin equipo), Pinter (MTK Budapest), Paredes (retirado), Leo Franco (entrenador sin equipo), Jarosik (retirado), Bertolo (Banfield, Argentina), Said Boutahar (retirado), Lafita (directivo de la SD Ejea). Entrenador: Javier Aguirre (Leganés).

Levante: Pallardó (retirado), Munúa (entrenador Cartagena,), Héctor Rodas (sin equipo), Jordá (sin equipo), Rubén Suárez (retirado), Xavi Torres (Al-Arabi, Kuwait), Stuani (Girona), Wellington (SC Internacional, Brasil), Jefferson Montero (Birmingham), Robusté (Badalona), Javi Venta (entrenador filial del Valencia), Manolo Reina (Mallorca), Caicedo (Lazio), Xisco Muñoz (segundo entrenador D. Tiflis, Georgia), Iborra (Villarreal), Ballesteros (retirado), Juanfran (ojeador Aston Villa), Cerra (retirado). Entrenador: Luis García (Beijing Renhe).

Javier Tebas, presidente de LaLiga y denunciante del caso, afirmó que un jugador del Zaragoza, al que no quiso identificar, le reveló que el club transfirió un millón de euros a las cuentas de una decena de sus jugadores para que comprasen a los del Levante antes del partido, y que así lo hicieron. Pero el juez concluye que su testimonio, al basarse en lo que a su vez le contaron, carece de la fuerza del conocimiento directo de los hechos, y recuerda que su contenido fue desmentido en la vista oral por los interlocutores a los que dijo haber avisado en aquellas fechas, como el presidente del Levante, Quico Catalán. Mientras que la declaración de César Augusto Lendoiro, entonces presidente del Deportivo, que dijo en el juicio haber advertido a Tebas del peligro de que el partido fuera amañado, se basó, según el juez, en "rumores y confidencias de vestuario inconcretas e inverificables".

El magistrado concede un "escaso valor probatorio" al informe estadístico elaborado por LaLiga, que reflejó que el Zaragoza atacó aquella tarde más que nunca y el Levante mucho menos que en el promedio de la temporada. No observa nada extraño al repasar el vídeo del partido. Y ve vagas las acusaciones, al no concretar cuánto cobró cada jugador, cómo se negoció el amaño, dónde se entregó el dinero ni quién lo hizo. "Resulta además ilógico", añade, que se acuse en general a todos los jugadores convocados aquel día, incluidos aquellos del Zaragoza que sabían "que iban a marcharse al final de la temporada", sin dar pruebas de ello.

El juez da su visión del partido

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 7 de Valencia no ve relevante el informe presentado por el departamento Bussiness Intelligence & Analytics de LaLiga, que reveló que el Zaragoza completó aquella jornada su gran partido de la temporada, según variables como tiros a puerta y saques de esquina, y el Levante, uno de los peores. "La probabilidad estadística, basada en datos matemáticos y frecuencias cuantitativas, pese a su aparente objetividad", afirma, no es suficiente para basar en ella la "convicción judicial".

El juez extrae sus propias conclusiones viendo el encuentro: "Tras revisar, atentamente, la grabación del partido, no advierto, personalmente, indicios claros o inequívocos, del posible amaño denunciado. El partido discurre dentro de los cauces de la normalidad y no hay ninguna jugada destacable, relevante para el resultado final, que pueda relacionarse lógicamente y de acuerdo con los principios de la experiencia con un posible tongo, como pudiera ser un penalti o expulsión provocados o un yerro clamoroso del portero o de otro jugador que hubiera propiciado un gol, no advirtiendo tampoco pasividad generalizada en los jugadores del Levante reveladora de un posible concierto criminal".

El magistrado destaca las "circunstancias extraordinarias" del choque, en el que el Zaragoza luchaba por la permanencia y el Levante no se jugaba nada. Y alude a la "naturaleza aleatoria" del fútbol, que resulta "imprevisible y por ende difícilmente conciliable con las reglas de la estadística, de forma que no siempre gana el mejor equipo, ni el que mejor juega, ni el que conserva durante más tiempo la posesión del balón, ni el que más veces tira a la portería, concurriendo muchos factores y variables, incluida la suerte".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_