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Rodrigo, el goleador trascendente

El delantero del Valencia ha marcado menos goles este curso, pero ha sido decisivo para que su equipo alcance la final de Copa y se clasifique para la Champions

Rodrigo, de rodillas, celebra un gol del Valencia ante el Valladolid.
Rodrigo, de rodillas, celebra un gol del Valencia ante el Valladolid.OSCAR DEL POZO (AFP)

"Mis goles no tienen nada que ver, siempre destaco el colectivo, aunque cuando las cosas salen mal quedamos señalados dos o tres, los de siempre, pero el fútbol funciona así". La noche del 29 de enero, Rodrigo Moreno encendió Mestalla con un triplete de goles adelantando la ‘Nit de la Cremà’ y aprovechó para reivindicarse. En esa hoguera ardió el Getafe, ajusticiado por el internacional español, punta de lanza de un Valencia en el que acababa de prender una reacción que lo llevó a estar 17 partidos seguidos sin perder y a personarse en la final de la Copa del Rey.

Aquella noche, Rodrigo se convirtió en el primer jugador en la historia de la Copa que alcanzaba dos goles decisivos en el tiempo de descuento. Su triplete ante el equipo azulón fue el primero que marcaba jugando para el Valencia. El 19, desbocado, celebró la clasificación gritando en portugués, golpeándose el escudo con una mano mientras con la otra se estiraba la camiseta. Luego se llevo las manos a los ojos devolviendo el gesto que un miembro del cuerpo técnico de Pepe Bordalás les había hecho la semana anterior llamándoles llorones. Esa imagen de Rodrigo, que ha originado numerosos memes en redes sociales, se ha instalado en el imaginario valencianista de esta temporada.

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Para un equipo acalambrado hasta entonces, la eliminatoria con el Getafe fue una liberación. Supuso lo mismo la victoria en LaLiga de Balaídos por 1-2, levantando un 1-0, de diez días atrás. En ambos partidos hubo un goleador decisivo, Rodrigo. Y en Vigo llegaron otras dos imágenes para la colección de esta temporada. El hispano brasileño marcó en el 84 y cuando acabó el partido se quedó boca abajo tendido en la hierba mientras Santi Mina le cogía la cabeza y le susurraba alguna frase que quedó entre los dos. Antes, tras el gol, se había abrazado a Marcelino, que se jugaba el cargo si perdía. El once del murciélago se alzó definitivamente tras aquellas dos victorias.

Los goles de Rodrigo, inferiores en número a los de la temporada pasada, han sido, sin embargo, más sustanciales este curso. Tras echar chispas ante el Getafe, el 19 marcó en Mestalla ante el Betis el gol que disparó al equipo hacia la final de Copa. En el tramo final de la competición marcó un doblete para morder la necesaria victoria en Huesca por 2-6 y en Pucela, en la última jornada del campeonato, con el equipo atenazado por los nervios frente a un Valladolid que no se jugaba nada, participó en los dos tantos que le dieron al Valencia la cuarta plaza. Fue decisivo en el primer gol, limpiándole la pelota a Kiko Olivas, y marcó el segundo a pase de Parejo después de que su carácter altamente inflamable estuviera a punto de costarle alguna amarilla.

El punta de Rio de Janeiro ha marcado 14 goles esta temporada repartidos en Liga (8), Copa del Rey (4) y Liga Europa (2). El ejercicio pasado llegó hasta los 19 tantos. Es mejor pasador este año con 10 asistencias, por los 7 pases de gol de la 2017-18. Su minutaje es superior. Ha participado en 50 partidos, jugando 3.687 minutos, mientras que la campaña anterior sumó 2.994 minutos a lo largo de 44 partidos.

Campeón de Liga en Portugal con el Benfica, donde, además, ganó dos Copas y una Supercopa; y campeón de Europa sub-21 con España en Israel, Rodrigo quiere añadir otro trofeo a su palmarés. Desde 2014, cuando consiguió la triple corona en Portugal, no ha vuelto a festejar. En las horas previas a la gran cita del Villamarín, ya tiene claro a quién le va a dedicar un gol si es capaz de batir a Jasper Cillessen. La dedicatoria será para su hija, que nacerá en septiembre, según desveló el delantero en El Partidazo de Cope. “Le compraré muchas cosas, todo lo que me pida”, dijo Rodrigo, muy suelto durante la entrevista, antes de reconocer que desde que sabe que va a ser padre lleva dos partidos marcando, en Huesca y en Valladolid, y se le olvida dedicárselo a su pareja. “Tengo planeado meterme el balón debajo de la camiseta pero cuando marco se me olvida y mi chica se enfada porque no lo hago”. Parejo, presente también en el programa, le prometió que él se encargaría de recordárselo.

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