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ADIÓS A UN MITO DE LA FÓRMULA 1
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El día que Lauda me retó, y le gané

El actor que interpretó al piloto austríaco en la película 'Rush: pasión y gloria', recuerda sus encuentros con el mito de la F1 para preparar el personaje

Daniel Brühl y Niki Lauda, durante la ceremonia de los Premios Laureus de 2016 en Berlín. En vídeo, el accidente que cambió la vida al piloto en 1976.Vídeo: GETTY | Atlas

La primera vez que hablé por teléfono con Niki Lauda fue semanas antes del rodaje de Rush: pasión y gloria, a las seis de la mañana. Me dijo: "Creo que quieres conocerme. Vente a Viena, pero tráete solo equipaje de mano, porque así si nos caemos mal puedes volverte directamente". En ese momento descubrí ese típico humor austríaco con el que convivía. Acepté el reto y allí que me fui, solo con lo puesto. A la media hora de charla ya me había abstraído de su castigado aspecto y me había quedado enganchado en sus ojos. Eran firmes y listos como los de un águila. Escondían, además, cierto calor.

Después de un par días allí tuve que comprarme ropa, y acabé trasladándome al hotel en el que él se alojaba, siempre con una mesa disponible cuando la requiriese. Me presentó a su familia y me invitó a viajar con él en el avión que él mismo pilotaba al Gran Premio de Brasil, en São Paulo. Allí conocí a los pilotos alemanes Sebastian Vettel y Nico Rosberg, y a leyendas como Sir Jackie Stewart, campeón del mundo por tres veces en 1969, 1971 y 1973. Durante el rodaje de la película le llamé constantemente, muchas veces a las tres, cuatro o cinco de la mañana. Siempre me respondió. Gracias a mi trabajo pude conocer a la persona detrás del personaje. 

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No olvidaré lo que me dijo cuando me vio presionado por tener que interpretarle: "Tío, sé que estás acojonado porque tienes que encarnarme a mí. Sé que eres alemán, que tienes esa presión por mí, por los austríacos, por el mundo de la Fórmula 1... Pero no pienses tanto en la opinión de la gente, solo hazlo". Tuvimos muchas conversaciones largas y muy emotivas, en las que hablamos de la muerte, del dolor, de todos los dramas existenciales que pueda haber, del miedo, de cómo superarlo, de la vanidad, de vivir con sentido del humor para superar los problemas... Su actitud me impresionó en muchísimos casos. Cuando estaba con él pensaba, ¡guau, mira cómo anda por la vida este tío!

Me habló mucho de su accidente y de todo el tiempo que pasó recuperándose. Esa parte de la película le obligaba a mirar otra vez a esa etapa, y entrar de nuevo en aquella emoción. Me dijo que su regreso en Monza fue tan rápido porque no quería vivir en un agujero negro emocional, y superar el trauma que le había ocasionado. No pude evitar sentirme mal haciéndole recordar todo aquello, pero necesitaba entenderle más. Ahí me di cuenta de que no era una persona corriente. Yo lo soy. Soy un hombre con miedos, y él era una bestia, un tío que no se derrumbaba.

Viví el estreno de la película a su lado. No podía dejar de mirarle, especialmente en la secuencias más duras. Acabó contentísimo con el resultado. Desde el principio del proyecto demostró mucho interés, era amigo del guionista, Peter Morgan, e incluso vino varias veces al rodaje. Pasamos mucho tiempo de promoción y yo no podía parar de reírme. En una ocasión, durante una entrevista con una periodista americana se dio una de las situaciones más divertidas, y al mismo tiempo, que mejor definen cómo era Niki. La mujer le preguntó: "Señor Lauda, ¿usted qué ha hecho en esta película?". Y el respondió: "Nada, solo he organizado la barbacoa final".

Las definiciones que la gente normal tiene para describir la felicidad eran diferentes a las de Niki. Él la encontraba en estar activo, en moverse, en enfrentarse a grandes problemas y superarlos, seguir en marcha... Siempre fue un gladiador. Debajo de todas esas capas de hielo había un corazón humano latiendo.

Por si todavía no ha quedado claro cómo es el humor austríaco que le definía, basta con que recuerde aquí lo que me dijo cuando acabó de ver la película: "Tío, muy bien hecha la peli, y te doy las gracias por hacerme más simpático de lo que soy".

Descansa en paz, Niki.

'Rush: pasión y gloria' se estrenó en 2013, y Daniel Brühl fue candidato a los Globos de Oro y a los premios BAFTA como mejor actor de reparto por su interpretación.

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