Lorenzo: “Ha sido una carrera dura psicológicamente, tenía muchas esperanzas puestas aquí”
El mallorquín se confiesa decepcionado tras su 12ª posición en Jerez con la Honda, un circuito que siempre se le dio bien
Jorge Lorenzo debutó en el Mundial un domingo de gran premio en Jerez. Acababa de cumplir 15 años. No solo por eso es uno de sus circuitos predilectos. El mallorquín ha ganado en tres ocasiones en el circuito andaluz (con Yamaha) y en ese escenario sintió dos años atrás que sería capaz de vencer algún día con la Ducati. Tuvo que esperar algo más de un año desde aquel podio. Pero lo logró. Sus buenas sensaciones este viernes le hicieron pensar que Jerez podría ser, de nuevo, la pista que lo impulsara con una nueva moto. Pero ayer se dio de bruces con la realidad. “Tengo problemas para ser competitivo y esta carrera es la prueba”, dijo tras terminar 12º, misma posición que en Argentina después de ser 13º en Qatar.
“Ha sido una carrera muy dura psicológicamente, tenía muchas esperanzas puestas aquí. Es una posición difícil de aceptar, un resultado muy malo”, añadió. Y se confesó decepcionado y preocupado, pues no es capaz de entenderse con la Honda, bien que se advirtió en Austin, donde abandonó. “La situación es muy dura, pero solo queda seguir trabajando”.
Las primeras vueltas iba con algo de miedo; pero, he asumido los riesgos necesarios Marc Márquez, piloto de Honda
A su compañero de equipo, Marc Márquez, le fueron mejor las cosas. Especialmente después del varapalo en Texas. “Era difícil liderar la carrera de principio a fin después de lo de Austin. Las primeras vueltas iba con algo de miedo; pero, he asumido los riesgos necesarios: podría haber ido más deprisa en alguna vuelta, pero he visto que no era necesario”, confesó. El campeón del mundo se empeñó en ganar de la misma manera en que quiso hacerlo tres semanas atrás para acallar las voces críticas: “Después de Austin algunos me cuestionaron, pero yo sabía que podía ganar así. Quería demostrarles a los críticos lo fuerte que me siento”.
Hubo en Jerez un piloto que vivió sensaciones totalmente opuestas a las de Lorenzo. Pese a tratarse de un circuito en el que siempre había sufrido con las MotoGP, Viñales consiguió, por fin, trasladar las buenas sensaciones que a menudo tiene en los libres al día de la carrera. Y el podio le devolvió la confianza perdida en estos últimos dos años en que hubo más penurias que alegrías –estaba llamado a pelear por el Mundial con Márquez pero sumó cuatro triunfos en dos años y acumuló muy malos domingos–: “Estamos volviendo”, advirtió. Reconoce que la Yamaha aún no funciona como le gustaría –“Nos falta mucha tracción; la moto frena y gira bien, pero nos falta acelerar y que el motor sea más dócil”–, pero ser capaz de sumar 16 puntos en un circuito como Jerez le da fuerzas.
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