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Los mejores escoltas de Messi

La columna vertebral del Barça, con Ter Stegen, Piqué, Lenglet, Alba, Busi y Suárez, ha mostrado una gran versión

Jordi Quixano
La plantilla del Barça, tras conquistar LaLiga.
La plantilla del Barça, tras conquistar LaLiga.ALBERT GEA (REUTERS)

Puede que el Barça no juegue tan armónico ni coral como antaño porque, entre otras cosas, no están los mismos intérpretes. Esos que nacieron con una idea que desarrollaron después en el primer equipo para convertir al club en el mayor referente del planeta fútbol. Caso de Valdés, Puyol, Xavi, Cesc, Iniesta… Ocurre que con Ernesto Valverde en el banquillo se ha subrayado la columna vertebral (Ter Stegen-Piqué-Busquets-Suárez), que ha practicado un fútbol más vertical y que no solo se ha ceñido al ataque posicional, sino que ha encontrado en la contra una manifestación ofensiva como ocurriera con Luis Enrique. Pero el estilo del Barça sigue siendo reconocible, pues no hay otro equipo que dé tantos pases —663 por partido (el año anterior se quedó en 638), seguido por el Madrid (602)— y acumule tanto el esférico entre sus pies como el Barça —64,5% por el 63% del Betis—. Pero, sobre todo, mantiene a Messi como el mejor hilo argumental. De sus movimientos, absorciones de rivales y juego inteligente se han aprovechado varios futbolistas que han recobrado su mejor nivel. Estas son algunas de las claves que han resultado en un equipo de campeonato.

Poder en las áreas. Cuenta el Barça con Ter Stegen, un portero que da puntos y que ha dejado su puerta a cero casi en la mitad de los partidos (16 de 35). “No sabemos si es el mejor porque, por ejemplo, Oblak (20 de 35) le mejora en algunas cosas como él también supera al guardameta del Atlético en otras. Pero desde luego es el mejor para nuestro estilo y está en el top-3 mundial”, señalan desde las oficinas del Camp Nou; “aunque lo mejor es su mentalidad y su trabajo, lo que le hace crecer a cada año”. Así, para el recuerdo de esta Liga quedan atajadas asombrosas como esa a Susaeta a mano cambiada que cazó a una altura de 2,53 metros; las dobles paradas a Sarabia y Ben Yedder y a André Silva y el Mudo Vázquez; el mano a mano con Rodrigo o con Williams... “Es la seguridad hecha portero”, añaden desde la cúpula del club.

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En el área rival, amén de un Messi que gobierna la competición a su antojo, también replica y a lo grande Luis Suárez, puesto en tela de juicio al inicio del curso por su falta de tino en el remate, acentuada sin remedio en Europa. “Con sus diferencias, recuerda un poco al caso de Julio Salinas, que no era dotado técnicamente pero que enchufaba todas con goles inverosímiles”, asumen desde la ciudad deportiva; “pero es que en ocasiones es necesario que alguien rompa con rock&roll cuando el resto compone música clásica”. Y agregan: “Es un mal sueño para los centrales, un delantero tenaz como ninguno otro”. Por eso en la Liga, la competición de la regularidad, contabiliza 21 dianas, igual que Benzema y solo por detrás de Leo (34). “El gran Ronaldo lleva 20 con la Juve y cinco de penalti por tres de Luis”, reivindican desde el área deportiva azulgrana. Pero apostillan: “Aunque es un jugador muy competitivo y se motiva solo, el año que viene necesitará competencia”.

Sostén defensivo. Se quejaba en los primeros encuentros Ter Stegen de que el equipo no defendía como tal, sino que se partía. Coincidió con el pequeño tiempo de Piqué para ponerse a punto, que inició el curso un poco tibio pero que pasados los primeros duelos ha firmado una temporada de sobresaliente como capataz de la defensa, incluso como estilete porque ha marcado cuatro tantos y repartido tres asistencias. “Ha demostrado no solo ser un gran futbolista, sino un gran deportista porque ha hablado en el campo y siempre con una autoexigencia altísima”, explican desde el Camp Nou. Junto a él ha aparecido la figura de Lenglet, que ocupó el puesto de Umtiti —a malas con el Barça porque pretende que se opere de una rodilla maltrecha y el jugador se niega— y ya no ha vuelto a soltarlo. “Ha sorprendido desde el minuto uno por su capacidad de adaptación y por rendir mejor de lo esperado antes de tiempo”, aclaran desde la ciudad deportiva; “pero eso es porque es realmente inteligente y ha sabido mantener el nivel de concentración y ha aprendido a leer los partidos, además de todas sus cualidades futbolísticas”.

A la derecha de la pareja de centrales de moda, se han alternado Sergi Roberto y Semedo, aunque ninguno con rotundidad. Y en la izquierda ha mostrado su mejor versión Jordi Alba, un carrilero con todas las de la ley.

Despliegue en el ala izquierda. Con la habitual diagonal de Leo Messi, que se desenvuelve mejor por el centro, Alba y Dembélé han explotado el carril izquierdo. “No sé si por el tema de que teníamos que renovarlo o porque Luis Enrique lo excluyó en un inicio de la selección, pero Jordi ha encontrado las motivaciones necesarias para ser un jugador determinante en las dos partes del campo”, apuntan desde la secretaría técnica. Así, ha logrado dos tantos y regalado 10, más que ningún otro lateral. Delante de él, Dembélé también ha pedido paso. “Tenía el listón muy bajo después del año pasado, pero ha crecido mucho y ha dejado destellos de lo gran jugador que puede ser”, dicen desde el club; “pero debe ganar regularidad, escoger mejo y confirmarse el año que viene”. El Barcelona, que le mantiene a raya tras varios incidentes de indisciplina y retrasos, confía en que así sea.

El termómetro de la media. Aunque Coutinho y Arturo Vidal han tenido sus minutos, además de la asentamiento de un Aleñá que a cada ocasión se significa como un medio que salvaguarda el estilo culé, Valverde tiene claro que sus tres medios son Busquets, Rakitic y Arthur. “Los tres se complementan, pero sobre todo garantizan el control del partido. Es fundamental para Ernesto”, cuentan desde los despachos de la ciudad deportiva. Y agregan: “A Busi no lo vamos a descubrir ahora, el mediocentro que aguanta al equipo desde hace años. Con Rakitic pasa lo mismo, porque corre por todos y sabe adaptarse a los diferentes roles que exige el equipo y el técnico. Y Arthur, aunque tiene que progresar, ha evidenciado que está hecho para este equipo porque desde el inicio entendió a qué jugamos”.

De Arturo Vidal a Boateng, un banquillo con luces y sombras

Hace tiempo que al Barça se le acusaba de no tener fondo de armario, laguna que desde la dirección deportiva se esforzaron en remediar. “Se trataba de hacer un equipo que ganara”, explican desde el club. Hasta el punto de que en la ventana invernal se permitieron traer jugadores a préstamo para que actuaran solo en caso de urgencia. Caso de Murillo y Boateng, que han participado cuando Suárez reclamaba un descanso o cuando no había más centrales, siempre en encuentros de poco calado. El otro fue Todibo, pero llegó antes de tiempo porque el Toulouse lo tenía arrinconado y el Barça gastó un millón para empezar a formarlo de cara al próximo curso.

Pero también los ha habido que se han adaptado a su papel de secundario. Como Arturo Vidal, que lanzó un par de órdagos cuando se vio suplente pero que, tras un toque de atención por parte del club y otro del técnico, entendió que los minutos cuestan en un equipo rodado y ganador. “Le ha dado la vuelta a una situación adversa y se lo ha ganado a pulso porque le miraban con lupa tras sus salidas de tono”, apuntan desde el Camp Nou; “y ha sabido encajar y reforzar su papel de revulsivo”. Otro ejemplo es Malcom, que ha jugado poco pero bien. “Pensábamos que se apagaría por la falta de oportunidades”, cuentan desde el área deportiva; “pero ha sido al revés porque se ha liberado y ha disfrutado las ocasiones que ha tenido, además de contar con el apoyo de los pesos pesados del equipo”.

Menos incidencia ha tenido Coutinho. “Es un vaso comunicante con Dembélé, que le ha restado minutos y protagonismo”, admiten en el Barça, “y como es un poco melancólico, necesitaba el cariño del mister, que ha gestionado de 10 su situación porque le ha dado muchas oportunidades”. Y añaden: “Con él hay que persistir porque es muy bueno y acabará por triunfar”.

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