Siete equipos contra un imperio de 2.036 días

El balonmano español lleva seis años intentando atrapar el agua. Un imposible (de momento). El agua es el Barcelona y seis son las temporadas que suma el conjunto azulgrana sin perder un título nacional. 2.036 días avasallando a todo el que se le ha cruzado en el camino. La última vez que entregó la cuchara fue en la Copa del Rey de la campaña 2012/13, en semifinales contra el extinto Atlético de Madrid. Precisamente, en el torneo que empieza este viernes en Alicante.

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Todo lo que no termine el domingo en un nuevo triunfo culé se convertirá en una de las noticias deportivas del curso. Los muchachos de Xavi Pascual se adjudicaron hace dos semanas su novena Liga Asobal consecutiva con pleno de victorias y a falta de siete jornadas, récord de la competición, y ahora persiguen su sexta Copa seguida. Un ochomil sin oxígeno y por la vertiente más dura para los siete equipos restantes. El sueño de una hazaña contra la rutina de un grupo inabordable.

Hace tiempo que sus rivales abandonaron cualquier esperanza de discutirle la Liga al Barça, pero todavía guardan una ilusión infantil en los torneos cortos. Sesenta minutos siempre dejan la puerta abierta a los caminos inescrutables del deporte. “Alguna vez puede haber un descuido y nuestro trabajo es estar ahí cuando eso ocurra”, afirma Gurutz Aginalgalde, presidente del Bidasoa, segundo en la competición doméstica. “El primer objetivo es ganarles un torneo corto a partido único. Y después ya podríamos pensar en metas más ambiciosas”.

Por debajo del incontestable Barcelona, el pelotón de aspirantes es amplio: el Bidasoa, ABANCA Ademar León, Balonmano Logroño La Rioja, Fraikin Granollers y Liberbank Cuenca, todos separados por solo cinco puntos en la clasificación de la Asobal, ejemplos del repunte de la clase media-alta tras el socavón de la crisis.

Varios de ellos ya le han dado un susto, o le han propinado un mordisco sin consecuencias, en los últimos meses. Los primeros le dejaron el pasado febrero en su anotación más corta desde 2010 en el encuentro de Liga en Irún (21 goles); los riojanos le empataron hace diez días en casa (28-28), aunque los recibieron con la resaca de un nuevo título logrado cinco días antes; y el Granollers fue el equipo que les derrotó hace un año tras casi cinco invicto. “Fue casi como ganar un título”, recordaba Adrià Figueras en EL PAÍS. Nada que haya amenazado el imperio azulgrana, solo pequeñas muescas de orgullo. Por debajo de estas cinco plantillas, la tabla invita a pensar que las posibilidades del Quabit Guadalajara (duodécimo) y el Ángel Ximénez AVIA Puente Genil (decimotercero) se reducen de forma exponencial.

En medio de esta hegemonía para la que nadie adivina un final, la sede alicantina es también un guiño nostálgico a otro equipo que dominó el balonmano español con brazo de hierro, el Calpisa. Patrocinado por una inmobiliaria, aquel conjunto de históricos como Perramón, Cabanas, Goyo o Melo conquistó en los setenta cuatro Ligas seguidas, cuatro Copas y una Recopa. Hasta tres temporadas consecutivas estuvo sin perder un partido. Otros tiempos, con el Barça y el Atlético a su sombra. Más de cuatro décadas desde entonces, las mismas que ahora peinan dos leyendas como Jota Hombrados (47 años, del Guadalajara) y Juanín García (42, del León), presentes en la cita copera buscando la penúltima gesta de sus carreras de oro.