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Boateng, el llanero solitario

Discreto estreno del delantero del Barcelona, bien en el juego de espaldas, en lucha desigual ante la defensa de tres centrales del Sevilla

Rafael Pineda
Boateng da instruciones a sus compañeros.
Boateng da instruciones a sus compañeros. MARCELO DEL POZO (REUTERS)

Lo primero que se le vio a Boateng en su etapa como jugador del Barcelona fue aplaudir con fuerza a sus compañeros un minuto antes de que el partido de Nervión comenzara. No hubo dudas en Ernesto Valverde para alinear de titular a este flamante fichaje de invierno. Boateng, de planta imponente, se movió desde el primer minuto como un delantero centro de lo más clásico. Ocupó su posición siempre en lucha con Kjaer. No se puede decir que Boateng estuviera brillante. Disciplinado y con oficio, el delantero jugó bien de espaldas después de fallar en su primera acción como jugador del Barcelona. Su control, en el minuto dos, fue bastante defectuoso. No obstante, Boateng no se vino abajo y ofreció unos primeros minutos interesantes. 

Aislado ante la defensa de tres centrales que ordena Pablo Machín en el Sevilla, Boateng fue una especie de llanero solitario, un futbolista con ganas de ser solidario, pero aparentemente incapaz de generar peligro por sí mismo. En su desigual pelea ante los defensas del Sevilla, ante los que se vio impotente, Boateng forzó un saque de esquina, se metió dos veces en fuera de juego y solo ofreció algo de fantasía en un taconazo al borde del área en busca de Malcom en un primer tiempo discreto. Quizás su movimiento más inteligente fue arrastrar la marca de Kjaer en un gran pase de Vidal a su compañero Malcom en el minuto 41. Una acción que dice mucho de su compromiso y trabajo en el centro del campo. A medida que pasaron los minutos, Boateng se fue desconectando del partido. Una cuestión de ritmo en un choque de tanta exigencia y entre dos equipos de la entidad del Sevilla y el Barcelona. Nada más salir del terreno de juego, Coutinho tuvo una gran ocasión para el conjunto catalán.

A la hora de juego, fatigado, fue incapaz de seguir una carrera de Navas. Sus movimientos mostraron una fatiga evidente. Demasiado para Boateng, sustituido por Suárez en el minuto 64. Un cambio previsto en el planteamiento de Valverde, como su salida de sopetón. De su espíritu solidario y de sacrificio  ya se habló en la mañana del propio partido, en la misma ciudad, Sevilla, alguien que le conoce bien desgranaba sus virtudes. Se trató de Quique Setién, entrenador del Betis que tuvo a Boateng a sus órdenes en el Barcelona. “Es un gran futbolista. Cuando lo tuve como jugador en Las Palmas siempre hizo lo que pedimos”, afirmó el preparador cántabro, que busca con su Betis la semifinal copera. Boateng, en el Barcelona, buscará también la suya después de su estreno.

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