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El Valencia es el gran reto del Madrid menos goleador del siglo

El equipo de Marcelino, que solo ha encajado nueve tantos, supone un problema de primer orden para el anfitrión, que apenas suma 20, la cifra más baja en las últimas décadas

Diego Torres
Gareth Bale controla un balón en el entrenamiento del viernes.
Gareth Bale controla un balón en el entrenamiento del viernes.Rodrigo Jiménez (EFE)

Los entrenadores suelen afirmar que ellos en las conferencias de prensa lo que pretenden es hablar de fútbol. La realidad suele desmentir el cliché. Sucedió ayer en Valdebebas, cuando en medio de la marejada de preguntas que escarbaban en busca de las causas de la marginación de Isco —asunto de pura gestión de personal— el enviado de la web oficial del Real Madrid incurrió en la paradoja de proponer la cuestión que sacó a Santiago Solari del cómodo baluarte de negación desde el que siempre replicaba que no había nada más que decir. De pronto, alguien le propuso que explique cómo hará para que el Madrid le meta un gol al Valencia, el equipo menos goleado de Primera, cuando este sábado se enfrenten en el Bernabéu (20:45). La cuestión, de apariencia dulce, iba cargada de agua de fuego. No por nada este Madrid, después de 13 jornadas de Liga, es el menos goleador del siglo con apenas 20 tantos a favor.

Solari debió hacer un esfuerzo de cálculo para esquivar el bulto al tiempo que ofrecía una respuesta simple a un asunto que no permite respuestas agradables ni mucho menos simples. “Sabemos que el Valencia es un equipo muy organizado”, dijo, haciendo una pausa, como si meditara una salida; “muy ordenado tácticamente, que ha sufrido muy pocos goles en contra [9]. Tendremos que basarnos en nuestros jugadores y su talento y acertar, y ser agresivos de tres cuartos de cancha hacia adelante”.

Julen Lopetegui, su predecesor, perdió los nervios intentando introducir mecanismos que permitieran a estos mismos jugadores exprimir su talento goleador. No lo consiguió y lo pagó con el despido. Bale, Benzema, Asensio e Isco se estrellaron demasiadas veces contra los muros que levantaron los rivales. Esta “dinámica”, como la llamó Lopetegui, no fue sino una expresión de lo que los analistas de la comisión técnica del club interpretan como una clara caída del potencial de la plantilla tras la salida de Cristiano. Como decía Alfredo di Stéfano, al equipo le falta gente que “meta la pelota en la jaula”.

La gravedad del problema se aprecia en la factura del gol más importante de cada partido: el que abre el marcador. El Madrid solo ha conseguido meter el primer gol con jugada elaborada en cuatro de los 17 encuentros que lleva disputados esta temporada en Liga, Champions y Supercopa. En ocho ocasiones el rival dio el primer golpe o el partido acabó en empate a cero. En las seis restantes, el primer gol no fue consecuencia de un modelo de juego, sino de circunstancias aleatorias favorables. Sucesivamente, el Madrid se apoyó en un penalti que ejecutó Ramos en Girona; una falta lanzada por Isco contra la Roma; un gol de Olivas en propia meta contra el Valladolid; un regate de Benzema a un rival al que le acababan de partir la nariz en Pilsen; y un pase de Fazio a Bale en Roma. Estas situaciones sirvieron para abrir defensas que el juego organizado parecía imposible de batir.

El día más alarmante

La progresión de los goles a favor del Madrid en la jornada 13ª de la Liga desde la temporada 2000-2001 ha seguido una trayectoria progresivamente explosiva hasta caer más bajo que nunca: 22, 29, 22, 26, 27, 21, 24, 24, 30, 30, 31, 33, 46, 32, 35, 48, 28, 36, 25, y 20 en este curso.

El clima en el palco del Bernabéu nunca fue tan lúgubre esta temporada como tras ganar al Valladolid (2-0). Ese día, con todo el empuje y la buena voluntad de los jugadores, el sometimiento del Madrid al juego propuesto por el rival puso en evidencia para los responsables del club que el entrenador no era la razón del declive. Hoy contra el Valencia el equipo vuelve a jugar ante su público en circunstancias más apretadas. A diferencia del Valladolid, el Valencia lucha por ocupar la cuarta plaza de la tabla, la que da derecho a la Champions.

El arte de cerrar todas las vías de acceso a la portería de Neto es el único arte que ha dominado a la perfección el Valencia en lo que va de campaña. Romper la resistencia es el gran desafío de este Madrid. Para Solari, la tarea se antoja bastante más complicada que rescatar a Isco del ostracismo.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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