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Pedro Ginés, campeón del mundo sub-14

Primer oro para España en un Mundial desde 2000, tras 5,5 horas de lucha para ganar la última ronda

Leontxo García

España es el país que organiza más torneos internacionales de ajedrez cada año desde 1988, pero no había ganado ningún oro mundial desde 2000 (Paco Vallejo, sub 18). El aragonés Pedro Ginés lo ha logrado en el Mundial sub 14 de Halkidiki (Grecia) tras salir victorioso de un suplicio de cinco horas y media en la última ronda frente al alemán Alexánder Krástev. Con 8 puntos en 9 partidas, Ginés perdió el lunes la penúltima, pero consiguió mantener el temple.

“Yo sabía que mi fuerza real estaba por encima del número 25 que tenía en la lista inicial”, admite Ginés en conversación telefónica con EL PAÍS antes de la entrega de medallas. “Pero no tanto como para verme en el podio. Luego fue todo de maravilla hasta el mazazo de ayer [por el lunes]. Decidí ir a dormir directamente, sin preparar nada la última partida, que se jugaba por la mañana. Había que ganarla, y cualquier otro pensamiento estaba de más. Está claro que acerté con esa decisión”, concluye.

“El lunes, tras la derrota ante el indio Raja, lo noté muy hundido. Le dije que, con independencia de lo que ocurriese el martes en la última, pocos días después reanudaría su vida normal y tendría que ir al instituto, como siempre. Intenté quitar trascendencia al momento”, explica Manuel Pérez Candelario, su entrenador desde febrero, que ha seguido el torneo desde Mérida (Extremadura). En Halkidiki estaba el psicólogo de la Federación Española de Ajedrez (FEDA), Carlos Martínez: “Lo mejor tras una derrota así es no variar la rutina de cada día, porque hacer lo contrario significa que das gran importancia a lo ocurrido. Me limité en recalcarle que seguía en cabeza de la clasificación, y que se centrara en jugar la última ronda con su confianza y ambición habituales, sin pensar en el resultado de la víspera”.

Tanto Candelario como Roberto Cifuentes, quien le entrenó durante años, coinciden en que Pedro destaca sobre todo en dos facetas desde niño: una profunda comprensión de la estrategia y una pasión ilimitada por trabajar todas las horas necesarias. “Quedas con él para una sesión de dos horas, y lo normal es que se conviertan en más de tres, porque además te contagia su fervor”, aseguran ambos.

Pedro Ginés, el pasado agosto, durante su partida de la Liga Española con la campeona de España, Sabrina Vega, en Linares
Pedro Ginés, el pasado agosto, durante su partida de la Liga Española con la campeona de España, Sabrina Vega, en LinaresClub Jaime Casas

“Pedro me recuerda a Rafa Nadal porque los dos son impresionantes en la quinta hora; su resistencia al cansancio y la tensión nerviosa es asombrosa”, añade Ernesto Fernández, el entrenador de la FEDA que ha preparado con él las partidas en Halkidiki. “Como los entrenadores tenemos prohibida la entrada en la sala de juego, y la retransmisión en directo va con media hora de retraso para evitar las trampas [que alguien pueda soplar jugadas con ayuda de computadoras y auriculares o teléfonos escondidos], sufro de los nervios mucho más que si jugara yo”, reconoce.

Las grandes potencias del ajedrez (China, Rusia, India, Armenia…) son fábricas de producción de portentos, con entrenamientos muy duros desde las edades más pequeñas (sub 8, sub 10 y sub 12, cuyos Mundiales comienzan el sábado en Santiago de Compostela). De modo que los rivales más duros de Ginés en este Mundial sub 14 están ya más curtidos en la alta competición que sus equivalentes en otros deportes a la misma edad. El riesgo de someter a los niños a tanta presión se cruza con un argumento en dirección contraria: el ajedrez es, junto a la música y las matemáticas, la actividad que produce más niños prodigio; por tanto, la precocidad en el alto rendimiento tiene algo de natural.

De ahí que Ginés señale como “factor clave” su fichaje, este año, por el club Jaime Casas, de Monzón (Huesca). Su director técnico (y jugador), Pablo Maza, tomó dos decisiones que han cambiado la carrera del prometedor adolescente: completar las ayudas económicas de la FEDA con una financiación adicional para pagar entrenadores y viajes a torneos; y alinear a Ginés en las siete partidas del Campeonato de España por equipos el pasado agosto en Linares (Jaén), a pesar de que perdió todas: “Eso le curtió muchísimo, y además pudo ver que confiamos en él; su único problema era la falta de experiencia, y hoy queda claro que teníamos razón”.

Candelario tiene claro lo que le va a decir a su pupilo en la próxima sesión de entrenamiento: “Debe mantenerse con los pies en el suelo. Espero que este gran éxito ayude mucho al ajedrez español, pero Pedro debe mantener los pies en el suelo. Es solo el primer paso de una carrera muy dura, si es que elige ser jugador profesional”. Sobre este punto, Ginés se muestra realista: “Para vivir bien del ajedrez, tienes que estar entre los quince mejores del mundo; el camino es muy largo, y no tengo claro aún lo que decidiré”.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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