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Una macrorredada contra comisiones ocultas y amaño de partidos pone patas arriba la primera división del fútbol belga

La investigación ha propiciado la detención de Iván Leko, entrenador del Brujas y de un "gran número de personas" y se han producido sesenta registros en siete países europeos

El entrenador del Brujas, Ivan Leko, durante el partido de la segunda jornada de Liga de Campeones del pasado 3 de octubre.
El entrenador del Brujas, Ivan Leko, durante el partido de la segunda jornada de Liga de Campeones del pasado 3 de octubre.Rodrigo Jiménez (EFE)

Las sospechas y las investigaciones sobre partidos trucados en las categorías inferiores del fútbol belga se habían convertido en los últimos años en una notica casi recurrente. Pero el escándalo ha saltado este miércoles a la categoría de honor con una macrorredada que ha destapado una vasta red de comisiones ilegales en el mercado de traspasos en el que podrían estar implicados los principales clubes de Bélgica. La operación ha supuesto el arresto, entre otros, del entrenador del FC Brujas Ivan Leko; del conocido agente Mogi Mayat, del antiguo director deportivo del Anderlecht Herman van Holsbeek.

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La noticia ha causado conmoción en la sociedad belga, sobre todo después de conocerse que la investigación de la fiscalía ha hallado indicios de manipulación en los resultados de partidos durante la anterior temporada. El ministerio no aclaró si esos presuntos amaños servían para vender esa información a corredores de apuestas o bien simplemente para alterar la clasificación. Sin embargo, el caso salpica al menos a diez de los 16 clubes de fútbol de la liga, según la cadena de televisión belga RTBF. Los tres mayores clubes del país, el Anderlecht, el FC Brujas, el Standard de Lieja o el KRC Genk confirmaron haber sido sometidos a registros policiales.

Hasta 184 efectivos de la policía belga han realizado registros en las sedes de los principales equipos de primera división, desde el Brujas al Anderlecht, el Standard de Lieja o el Genk. En la operación fueron detenidas "numerosas personas", según la fiscalía belga. Y los registros se han extendido a los domicilios privados de directivos de los clubes, agentes, árbitros y periodistas, así como en los de un abogado, un contable y un entrenador. Los responsables del Genk detallaron a través de un comunicado que los investigadores pidieron acceder a varios contratos y facturas. "No tenemos nada que ocultar", afirmaron. Los otros clubes se limitaron a confirmar que habían sido objeto de investigación y apuntaron su disposición a cooperar con la juez de instrucción de Hasselt.

Una sospecha de amaños de tal magnitud ha causado una gran conmoción en la sociedad belga, puesto que pone en peligro la credibilidad de una de las ligas más pujantes del continente en un país cuya selección destacó entre las más prominentes en el reciente mundial. El tremendo alcance de ese presunto fraude, además, afecta a los equipos más populares de la competición. Tal vez por ello, la Federación de Fútbol ayer declinó hacer cualquier valoración sobre la operación policial. Simplemente dijo darse por informada y se ofreció a colaborar con la justicia en caso de que así se le requiera.

Registros fuera de Bélgica

La macrorredada también ha rastreado los tentáculos del presunto fraude en seis países europeos (Francia, Luxemburgo, Chipre, Montenegro, Serbia y Macedonia) donde, bajo la coordinación de Eurojust, se han llevado a cabo 13 registros La investigación, según ha explicado la fiscalía, se inició a principios de 2017 a raíz de un informe de la Unidad de Fraudes Deportivos de la Policía Federal. El documento sacaba a la luz indicios sobre transacciones financieras sospechosas en la primera división del fútbol belga.

Las autoridades detectaron que los agentes de ciertos jugadores ocultaban ciertas comisiones cobradas en relación con el traspaso de jugadores y con sus salarios, así como en la retribución de entrenadores. La fiscalía precisa que "la instrucción judicial atañe a actividades llevadas a cabo en el marco de una organización criminal, de blanqueo de dinero y de corrupción privada". Los aficionados belgas apenas se habían recuperado del estupor provocado este verano por la detención, en un caso no relacionado con la redada de hoy, de Stéphane Pawuels, uno de los principales presentadores de la televisión deportiva del país, acusado de complicidad en un oscuro asunto de robo con violencia.

La marejada parecía olvidada. Pero la macrorredada de este miércoles arroja una sombra mucho más peligrosa sobre una liga de la que han salido grandes figuras del fútbol europeo, como Thibaut Courtois (Real Madrid), Kevin de Bruyne (Manchester City), Eden Hazard (Chelsea) o Romelu Lukaku (Manchester United).

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