El América se deleita frente a los Pumas y se clasifica a semifinales (2-1)
Las 'águilas' someten al equipo universitario para buscar decimotercer título de la Liga MX
El América le ha dado una tunda a los Pumas. El combinado azulcrema destazó a los Pumas en los cuartos de final, primero con un 1-4 y luego con un 2-1 en el estadio Azteca. La goleada en este clásico le acredita en las semifinales de la Liga MX.
Las águilas le dieron algunos minutos a los de Pumas para sanar su moral. Los felinos mantuvieron la posesión del balón. Sus progresiones al ataque fueron tímidas y repetitivas con un único receptor-tirador: Nicolás Castillo. En el primer robo de balón, el América concretó una gran jugada entre Jérémy Ménez y el colombiano Mateus Uribe para el 1-0. Ahí quedó el júbilo de Pumas.
Miguel Herrera le pidió a su equipo que mantuviera el agobio frente a sus rivales. Y el error del oponente afloró. El centrocampista chileno y exjugador del Celta, Marcelo Díaz, se careó con el silbante. En menos de un minuto se ganó las dos tarjetas amarillas que le marginaron del resto del juego. Los Pumas se quedaron con 10 desde el minuto 20. Pensar en una remontada se contraponía con encajar una de sus peores goleadas.
Mateus Uribe, cuando su desidia se lo permitía, ponía metía en problemas a sus oponentes. El portero Alfredo Saldívar intervino para que el marcador no sonrojara de más a los suyos. Los de Pumas no podían darle balones precisos a su goleador Castillo y este no podía resolver los problemas de los suyos con alguna jugada prolífica. Una jugada en solitario de Jesús Gallardo por el lado izquierdo permitió el empate y una inyección de moral para el representativo de la UNAM.
El partido con el 1-1 fue la excusa perfecta para que Herrera y su América afinaran su artillería. Le dio minutos a su segundo centro delantero Henry Martín y roce a Diego Lainez, el chico de 17 años visto como una perla de los equipos inferiores. En la tribuna el juego sirvió para enardecer el orgullo americanista dolido por el título que las Chivas ganaron hace unas semanas en la Concacaf, un torneo que han ganado en siete ocasiones.
Las águilas dieron un batacazo cuando Agustín Marchesín despejó hacia el costado izquierdo y ahí el colombiano Andrés Ibargüen labró una jugada en la que liquidó a Saldívar y a los Pumas ya malheridos que perdieron a Castillo por una fuerte barrida a Edson Álvarez.
El América ha hecho suya la Ciudad de México. Ha superado y llevado al callejón de la humillación al Cruz Azul – club que no se clasificó a la liguilla – y ahora a los Pumas, un club desahuciado que teme la partida de su estrella chilena y la destitución de un entrenador que recibió su gran oportunidad en estos seis meses. El orgullo águila ha avivado de nuevo.
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