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Froome corre la Tirreno a la sombra del informe que destroza a Wiggins

El parlamento británico afirma que el Sky abusó de autorizaciones terapéuticas para supuestamente curar el asma de sus ciclistas con corticoides

Carlos Arribas
Froome, el pasado 17 de febrero, en la salida en Sevilla de la Vuelta a Andalucía.
Froome, el pasado 17 de febrero, en la salida en Sevilla de la Vuelta a Andalucía.José Manuel Vidal (EFE)

El Sky, con Chris Froome al timón, ganará hoy posiblemente la contrarreloj por equipos que abre la Tirreno-Adriático, pero, con toda probabilidad, e inhabitualidad, al día siguiente no se leerá nada sobre su gran capacidad y talento, la avanzada tecnología aerodinámica de sus Pinarello y ruedas o la maestría con la que se conjugan sus corredores en los relevos.

Se hablará más de cómo los medicamentos que han tomado contra el asma sus líderes, Bradley Wiggins o Chris Froome, no son en realidad tan buenos para abrir los bronquios como para perder peso rápidamente o ganar un plus de rendimiento. Corren tiempos tan oscuros para el equipo que cambió la mirada y las costumbres del ciclismo que, protagonistas de una paradoja, cada uno de sus éxitos será considerado una prueba más de su malicia.

La situación que vive el equipo, el descenso en su valoración, acentuado el lunes después de la publicación de un informe del Parlamento británico que hace oficiales las noticias ya publicadas sobre los usos feos del equipo británico, y su jefe, el muy denostado en toda la prensa británica David Brailsford, no ayudará en nada a Chris Froome. Si la reputación del ganador de cuatro Tours ya estaba tocada por su positivo, aún no juzgado, por el antiasmático salbutamol en la pasada Vuelta, las últimas noticias llegadas de Westminster la han hundido. Aunque el tribunal de la Unión Ciclista Internacional (UCI) no se vea afectado por el ambiente del equipo de Froome a la hora de juzgarlo, la justificación del asma es la misma que usó Wiggins.

Brailsford creó el Sky a partir de su puesto de responsable de pista de la federación británica, organismo en el que fichó a la mayor parte de sus entrenadores, médicos y técnicos. En su palmarés figuran 22 oros olímpicos y conco Tours de Francia. En el Reino Unido, Wiggins no es solo el primer inglés que ganó el Tour sino, sobre todo, el deportista británico más galardonado en los Juegos Olímpicos, con ocho medallas en total (cinco de oro, una plata y dos de bronce), entre el velódromo y la carretera.

Un comité de la Casa de los Comunes ha confirmado en su informe que el Sky abusó del sistema de las autorizaciones terapéuticas (TUE) para inyectar a Wiggins, la figura con la que ganó su primer Tour, al menos nueve grandes dosis del corticoide Trigón Depot semanas antes de los Tours de 2011 y 2012 (el que ganó) y el Giro de 2013. Para el comité, Wiggins no usó un medicamento con tan grandes efectos secundarios (y no indicado de entrada para el asma) para cuidar su salud, sino para perder peso (pasó de 83 kilos, su peso de pistard campeón olímpico, a 70 kilos, su peso de rey de las montañas) y tener posibilidades de ganar el Tour.

Los Comunes denuncian que el Sky pecó éticamente, inventándose enfermedades para usar productos prohibidos, conducta que, sin embargo, no está castigada por el Código Mundial Antidopaje. El informe refleja que todas las autorizaciones fueron firmadas por un solo médico, el especialista suizo de la UCI Mario Zorzoli, cuando la norma exige que sea un comité de tres médicos el que las emita. Zorzoli también autorizó a solas que Froome tomara prednisona por vía oral para, oficialmente, curar una pulmonía desarrollada durante el Tour de Romandía de 2014, que ganó.

El Trigón Depor, y todos los corticoides, está prohibido por la AMA, a menos que se justifique terapéuticamente la necesidad de usarlo.

Los Comunes comenzaron a investigar a raíz de que los Fancy Bears, los hackers rusos que entraron en los correos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), publicaran las TUEs de Wiggins y Froome. Meses después, el caso se embrolló con el rocambolesco envío a través de un mensajero de un medicamento de Manchester a la cima de La Toussuire, donde Wiggins acababa de ganar la Dauphiné de 2011. El contenido del paquete nunca ha sido revelado, aunque el Sky dijo a los parlamentarios que se trataba de unas gotas de Fluimucil.

El Sky comenzará a las 14.05, cinco minutos después del Movistar con Mikel Landa, el primer equipo que saldrá, la contrarreloj llanísima de 21,5 kilómetros de Lido de Camaiore, una playa toscana. Froome, recién llegado a Italia de una concentración en el Teide, puede acabar el día vestido de azul líder, lo que no le ayudará en sus proclamaciones de inocencia. El asma ya juega en su contra.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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