_
_
_
_
_
Champions League - octavos - jornada 1Así fue
Sevilla
Sevilla
0 0
Finalizado
M. United
M. United

El Sevilla choca con De Gea

El conjunto andaluz se jugará el pase a los cuartos en Old Trafford después de un empate a cero ante un Manchester United conservador, al que superó en juego y ocasiones, pero sin pegada

De Gea le hace un paradón a Muriel en la jugada del partido. En vídeo, declaraciones de Muriel, jugador del Sevilla.Foto: atlas | Vídeo: JON NAZCA
Rafael Pineda

El Sevilla se mantiene muy vivo en su eliminatoria ante el Manchester United, al que superó en la mayor parte de un partido donde al cuadro de Montella le faltó pegada. El Sevilla dio la talla en un torneo de máxima exigencia para competir sin complejos ante un equipo de los grandes del fútbol mundial, reducido de forma evidente por su entrenador, José Mourinho. El portugués se llevó de Nervión lo que quería, un empate a cero que no debe llevarle a la alegría y sí a la preocupación si el Sevilla, en Old Trafford, donde se jugará todo, ofrece la pegada digna de un aspirante a jugar los cuartos de final de la Champions.

En el recorrido de este reto apasionante, el Sevilla se encontró con De Gea, el portero de la selección española, que frustró a su rival con un paradón a Muriel al borde del descanso. Es un peaje que el Sevilla no disponga de un delantero de gran jerarquía, vital en estos partidos de tanta trascendencia. Bien dirigido por futbolistas de la talla de N’Zonzi, Banega o Vázquez y muy concentrado en defensa, al cuadro andaluz apenas se le puede poner un pero en esta ida. El Sevilla fue superior y se encontró con un formidable De Gea. Claro dominador del juego, con llegadas continuas al área rival, el Sevilla tiene razones para sentirse satisfecho y pensar en la hazaña en Manchester, donde un gol andaluz cobraría un valor enorme.

Se supone que el United ofrecerá otra versión en su estadio. Por el momento, no brilló como se le presuponía ante un Sevilla valiente, con buen fútbol y, eso sí, sin la pegada que abre las puertas de la grandeza. Tuvo mucho mérito el encuentro de los andaluces ante un rival con tanto presupuesto y tantos nombres relumbrantes.

No debió de gustarle nada a Mourinho lo que vio en la primera parte. Quizás por eso se metió en su banquillo para no ver lo que ocurría en el césped de un festivo Nervión, donde el Sevilla, con más cuajo, con más fútbol y mucho desparpajo, se mostró muy superior a uno de los grandes del continente.

Pero la grandeza hay que demostrarla con fútbol y, quizás, también con actos. Los que no tuvo Mourinho, quien dejó a Pogba en el banquillo para conformar un equipo con demasiado centrocampista, guiado al potencial defensivo de un gran Matic y en espera de que Alexis y Lukaku pudieran hacer diana. Un plan algo pobre para un equipo confeccionado gracias a toneladas de millones que se fio a que un crío, McTominay, anulara a Banega.

Un Navas brillante

El Sevilla compitió de forma encomiable. Primero, madurando el choque, actuando incluso con cierta timidez ante la pasiva actitud del United. Luego, con fútbol, con un Navas sensacional y un grupo de futbolistas que comenzó a oler que el United tenía problemas. Banega y Vázquez circularon con fluidez el balón y el equipo inglés empezó a sufrir. Un disparo de Navas, incansable, salió fuera por poco, mientras que Correa percutía una y otra vez por su banda. Eso sí, sin la maldad necesaria para hacerle daño a un portero de la talla de De Gea. Agigantado en el tramo final de la primera mitad, el Sevilla se comió a un United que se mantuvo vivo gracias a dos grandes intervenciones del portero internacional español. En especial ante un remate de Muriel dentro del área pequeña. El colombiano le ganó la espalda a los lentos centrales del United después de un colosal pase de Navas. De Gea realizó una parada monumental para frustrar al Sevilla, que perdía una ocasión de las que no se pueden fallar en un torneo de la talla de la Champions. El United solo apareció en un remate de Lukaku desviado tras un gran pase de Alexis.

El Sevilla acentuó su dominio en la segunda mitad, mostrando una notable serenidad en su juego. Solo le atormentaba su ausencia de pegada ante un rival obsesionado con no encajar. Vázquez, Lenglet y Correa siguieron probando a De Gea, pero la falta de contundencia del Sevilla era demasiado llamativa. La superioridad en el juego de los andaluces no encontraba el premio del gol, al mismo tiempo que Mourinho comenzaba a dotar de velocidad a su equipo con la entrada de Rashford y Martial. La mejor ocasión fue para Sarabia, de cabeza, pero el United había ganado con la entrada de velocidad. Rashford tuvo la mejor oportunidad del United en el 87. Hubiera sido la inesperada culminación del pobre planteamiento de Mourinho. El cero a cero permite al Sevilla la clasificación con un empate a goles en Old Trafford, un estadio para intentar escribir una bella página en su historia y alcanzar los cuartos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_