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El Sevilla funde al Atlético de Madrid

El equipo andaluz, revitalizado por Montella, accede a las semifinales de la Copa tras superar al equipo de Simeone, que acusó una preocupante falta de eficacia

FOTO: Los jugadores del Sevilla celebran el primer gol. / VÍDEO: Declaraciones del entrenador del Sevilla, Vincenzo Montella.Foto: atlas | Vídeo: JON NAZCA (REUTERS) / ATLAS
Rafael Pineda

El gran Sevilla parece que ha vuelto. El equipo andaluz, bien llevado por Vázquez y N'Zonzi, secundados por un fantástico Banega, fundió al Atlético de Madrid para meterse con absoluto merecimiento en las semifinales de la Copa. El Sevilla, revitalizado por Montella, jugó mejor una eliminatoria estupenda, en la que el Atlético no supo aprovechar sus momentos para agudizar un bache de resultados en un instante clave de la temporada. El fútbol tiene estas cosas. El Sevilla, un cadáver deportivo hace apenas dos semanas, está a dos partidos de jugar una final después de superar a uno de los mejores equipos de Europa, un Atlético que se sobrepuso al gol inicial de Escudero y que acusó, esencialmente, una preocupante falta de pegada. Griezmann, que jugó un buen primer tiempo para luego perderse, Gameiro y Correa no fueron capaces de marcar para poner a favor una eliminatoria que siempre estuvo de cara para el Sevilla. Por ejemplo, marcando en los inicios de ambas partes. Además, jugando con inteligencia y sin errores los instantes decisivos del partido. No es fácil ganarle dos partidos seguidos al Atlético y hacerle cinco goles, un síntoma de que el Sevilla ha recuperado su habitual competitividad. Una virtud que mostró en una impresionante comunión con un Sánchez Pizjuán lleno.

25 segundos. Un periodo de tiempo que puede resultar eterno según las circunstancias pero que en fútbol apenas se traduce en nada. Sin embargo, en un estadio como el Sánchez Pizjuán y en una noche especial, fue un lapso temporal más que suficiente para que el Sevilla realizara una jugada espectacular y le marcara al Atlético, un prodigio en la parcela defensiva, un ejemplo siempre de concentración y orden. Virtudes que resultaron desbordadas por la calidad y el remate de los jugadores de este Sevilla relanzado por Montella. El espectacular golpeo de Escudero a centro de Sarabia tuvo la virtud para la eliminatoria de despojar ya de miedos al Atlético, quien reaccionó con la clase y la raza de los equipos grandes. Fue un acto de Copa en estado puro. Simeone ordenó al equipo con una zaga de tres y Vrsaljko y Saúl comenzaron a hacer estragos en ataque por las bandas de un Sevilla sostenido por un eficiente N'Zonzi.

En una preciosa demostración de fuego cruzado emergió la figura de Griezmann, quien a los 13 minutos golpeó de forma impecable para coger algo adelantado a Rico y anotar un auténtico golazo. El empate motivó todavía más al Atlético, quien se lanzó al ataque con furia, acumulando llegadas al área del Sevilla. El conjunto de Montella ha recuperado el toque y la velocidad, pero sufre mucho en defensa, donde Navas tuvo que actuar de improvisado lateral derecho por la lesión de Corchia. El Atlético recuperaba y se movía con rapidez en busca del área andaluza. Griezmann acumuló dos llegadas con peligro, Gameiro no llegó por poco a un buen centro de Correa y todavía el argentino rompió la defensa del Sevilla para lanzar demasiado desviado con todo a favor. El Atlético acusó en esas acciones una evidente falta de efectividad. Seguro que Diego Costa, lesionado, sufría delante del televisor.

El Sevilla se defendía como podía y también asustaba. Con campo por delante después de robar ante las embestidas del Atlético, Navas se la puso de cine a Vázquez, quien remató de cabeza con fuerza y desde lejos. El balón rozó el palo izquierdo de Moyà, por el que volvió a apostar Simeone en detrimento de Oblak.

Al igual que en la primera mitad, el Sevilla salió muy enchufado en la segunda mitad. Correa, un incordio por su velocidad y clase, se metió en el área y fue objeto de penalti por parte de Saúl. Banega, con clase, volvió a golpear a un Atlético al que el partido se le puso ya demasiado cuesta arriba. Rico, con un paradón a Correa, evitó que el equipo de Simeone pusiera en apuros una eliminatoria que el Sevilla definió en un fantástico contragolpe, culminado por Sarabia, otro de los futbolistas que ha vuelto a rendir a un excelente nivel. Golpeado y superado por un rival que jugó mejor sus bazas, el Atlético sacó la bandera blanca, lo que aprovechó el Sevilla para festejar un pase a semifinales que lo devuelve al primer plano. Decaídos hace nada, los andaluces han vuelto. Sus victorias vuelven a estar llenas de intensidad, energía y velocidad, cualidades perdidas en un aciago mes de diciembre. Recuperado el espíritu, ya no asusta volver a pelear por la cuarta plaza a dos partidos de una final. El Atlético, por su parte, ha perdido pegada cuando menos se esperaba. Tiene tiempo para reaccionar en la Liga y le queda el consuelo europeo de la Liga Europa.

Declaraciones de Diego Simeone, tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

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