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Nadal: “A veces se me hace duro pensar en cuando termine el tenis, pensar en qué estado voy a estar”

El número uno, lesionado del muslo derecho, critica duramente a los rectores de su deporte: "Les falta sensibilidad. Deberían plantearse si están bien las cosas y cuidar más de la salud de los jugadores"

Alejandro Ciriza
Nadal, durante su comparecencia posterior a la lesión en Melbourne.
Nadal, durante su comparecencia posterior a la lesión en Melbourne.JULIAN SMITH (EFE)

Después de renunciar forzosamente a los cuartos, porque una lesión en el muslo derecho le obligó a abandonar cuando vencía al croata Marin Cilic, a Rafael Nadal le costaba una inmensidad dar cada paso. Cualquier maniobra, por sencilla que fuese, requería de un esfuerzo extra y conllevaba dolor. Ascendió con muchas dificultades los tres peldaños que preceden al micrófono de la sala de prensa y luego descendió con sumo cuidado. Le observaban desde una distancia cercana su agente, Carlos Costa, y su responsable de prensa, Benito Pérez-Barbadillo. El tenista estaba emocionalmente muy tocado.

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Durante el cuarto parcial, cuando fue a intentar dar caza a una dejada, el número uno se lastimó la musculatura superior de la pierna derecha. Enseguida se dio cuenta del percance y se echó la mano a la zona superior del cuádriceps, en la zona de la inserción con la zona púbica. Nadal se había roto. No pudo continuar, a pesar de que su mente le pedía seguir hacia adelante, como en todas aquellas ocasiones en las que ha jugado con dolor, que en realidad son muchas, muchísimas.

Nadal estaba anímicamente hecho polvo y su malestar fue palpable porque a cada movimiento de más, a cada torsión mal calculada, su cara lo reflejaba. “Es duro tener que haber pasado por momentos así más de lo que me hubiera gustado”, reconoció el ganador de 16 grandes, con la piel tostada por el sol, un pantalón corto y zapatillas de la firma deportiva estadounidense que le patrocina desde sus inicios. “Al final, cuando ocurren cosas así, uno tiene que saber mirarse al espejo y recordar las cosas buenas que también han pasado”, afirmó.

“Es verdad que he tenido más lesiones que la mayoría, pero también es verdad que he ganado más que casi cualquier otro, que casi todos. Uno tiene que poner las cosas en una balanza y estar satisfecho y agradecido a la vida por lo que ha pasado”, prolongó el tenista de Manacor, de 31 años. “No comencé la temporada como me hubiera gustado. Quería hacer bien las cosas, con calma, un trabajo progresivo… Creo que las había hecho bien, pero vine aquí un poquito justo; había superado lo más complicado, y te plantas en unos cuartos y de repente te pasa lo que ha pasado... Es un momento duro para mí y ojalá pueda seguir con el calendario planeado”, deseó.

La incógnita de la vida después de la raqueta

Al margen del dolor, Nadal aprovechó la comparecencia para enviar un mensaje a los rectores del tenis mundial. Después de tantos años, Nadal está más que curtido y domina la faceta a la perfección los códigos comunicativos; sabe qué decir, dónde hacerlo y cuándo. Y este martes lanzó un dardo a los mandamases de su deporte. “Cuando hay tantas lesiones, la gente que maneja el tenis debería plantearse si las cosas están bien. Si cada vez se juega más rápido, si cada vez se pega más fuerte y si cada vez se juega en superficies tan duras… Pues hay que replantearse por qué se producen tantas desgracias y tanta gente que sufre de las caderas”, expresó.

Hay que replantearse por qué se producen tantas desgracias

“No soy yo quien lo tenga que decir”, prosiguió el campeón de Australia en 2009, “pero la gente que maneja el circuito debería cuidar de la salud y el bienestar de los jugadores. Al final, nosotros también somos personas y hay vida más allá de nuestra carrera deportiva. A mí a veces se me hace duro pensar en cuando termine”, confesó en un momento dado; “pensar en qué estado voy a estar. Creo que a la gente que maneja el deporte le falta sensibilidad a la hora de saber qué futuro nos espera cuando terminemos nuestras carreras, saber si al menos podemos seguir practicando deporte y tener una vida sin demasiado dolor y demasiados problemas”.

Desde hace mucho tiempo, Nadal reclama mayor protección a los tenistas. Considera que los organismos miran sobre todo por sí mismos y descuidan a los protagonistas, sometidos a un ritmo infernal de viajes y eventos, jugados la mayoría de ellos sobre pistas duras. “No lo digo porque me acaba de ocurrir esta lesión”, indicó antes de sentenciar: “Pero los que lleváis unos años aquí… No es la primera vez que lo digo. Hay mucha gente que tiene problemas, la lista es demasiado grande y hay que replantearse las cosas. No es un tema de cantidad de torneos, sino, para mí, de superficies”.

OCHO RETIRADAS EN 1.063 PARTIDOS

1ª.- Cuartos de Auckland, 2005, contra Dominik Hrbaty.

2ª.- Cuartos de Queen's, 2006, Lleyton Hewitt.

3ª.- Primera ronda de Sidney, 2007, Chris Guccione.

4ª.- Segunda ronda de Cincinnati, 2007, Juan Mónaco.

5ª.- Cuartos de París-Bercy, 2008, Nikolay Davydenko.

6ª.- Cuartos del Open de Australia, 2010, contra Andy Murray.

7ª.- Segunda ronda de Miami, 2016, Damir Dzumhur.

8ª.- Cuartos de Melbourne, 2018, Marin Cilic.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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