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Maxi Gómez, un delantero que embiste

El fornido punta uruguayo del Celta rechazó una millonaria oferta del fútbol chino para tratar de consolidarse en el fútbol español

Maxi Gómez supera a Gerard Pique.
Maxi Gómez supera a Gerard Pique.MIGUEL RIOPA (AFP)

“Necesitará pasar por un periodo de adaptación”, previno el técnico Juan Carlos Unzué, un navarro que más de un pañuelo rojo se ha anudado al cuello, pero que no tenía muchas referencias sobre ese chico al que los charrúas conocían como toro. Al quinto partido con el Celta, Maxi Gómez (Paysandú, 1996) sumaba cuatro goles y cuatro tarjetas amarillas. En el séptimo marcó el quinto y recibió otra amonestación que le llevó a una suspensión. Justo entonces le llegó la primera llamada para integrar la selección uruguaya y una oferta del Beijing Guoan que multiplicaba por diez su salario con un contrato de más de veinte millones de euros a repartir en cinco anualidades. Una manera de resolverse su vida y la de sus descendientes, también de enterrarse, de alguna manera, profesionalmente, lejos de los focos y en una liga menor. Con 21 años y apenas dos como profesional, ante el interés de una prole de actores a los que convenía que tomara las maletas y se marchara a Oriente, el chico mandó parar. Quiere seguir los pasos de su ídolo, Luis Suárez. “El fútbol español es muy lindo”, dijo. Se mostró reticente y en la duda los chinos miraron hacia otra presa. Ahora están a punto de cerrar un acuerdo por el Villarreal para incorporar a Cédric Bakambu.

El interés chino se tomó como un regalo en el Celta, que se encontró que en cinco meses el jugador había multiplicado su valor por cinco. Habían pagado al inicio del verano 4,3 millones por el 80% de sus derechos. El resto pertenecían al Defensor, su club de procedencia, que obviamente también estaba interesado en que se hiciese la operación. El fichaje de Maxi suscitó recelos en Vigo por desconocimiento y porque coincidió con la eclosión de Borja Iglesias, máximo realizador de toda la Segunda B con el filial. 34 goles en 39 partidos, incluyendo los de la promoción de ascenso, marcó el hoy delantero del Zaragoza. La apuesta del Celta fue nítida. “Piensas que puede salir bien, pero no tanto y tan pronto”, asegura el director deportivo Felipe Miñambres. Maxi Gómez mezcla en un equipo plagado de orfebres, va, aprieta, atropella, percute, no duda y marca. También juega y encuentra espacios porque es menos torpe con balón de lo que previene su físico, 1,86 metros de estatura y dicen que no menos de 90 kilos de peso.

Con todo, no está claro que Maxi Gómez vaya a salir como titular en el partido de este domingo (20,45 horas, Movistar Partidazo) contra el Real Madrid. Unzué explica que su elección está condicionada por el doble enfrentamiento de Copa del Rey contra el Barcelona, que recibirá a su equipo el próximo jueves en el Camp Nou. “Haré equipos equilibrados y que puedan competir, relacionados con la necesidades de cada partido”.

Está por ver si Maxi entra de inicio en ese plan. En el club sienten que puede dar otro paso adelante tras unas semanas atípicas. Tras aquel partido de suspensión, y en medio de todo el marasmo ocasionado por el vaivén de la oferta china, moderó su estadística. En los últimos nueve partidos de liga ha marcado dos goles y recibió otras tantas amonestaciones. El Celta busca ahora de nuevo un delantero, pero para asumir el rol de meritorio que se esperaba de Maxi Gómez porque ya nadie duda sobre su estatus y por ello se ha atendido la solicitud de John Guidetti para salir cedido al Alavés. A veces el fútbol, la vida, tiene esos guiños. El delantero sueco se fracturó la clavícula en el último amistoso antes del inicio del campeonato y abrió la puerta de toriles.

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