El capitán de Perú se pierde el Mundial sancionado por un positivo por cocaína

El comité de competición de la FIFA ha suspendido un año por dopaje a Paolo Guerrero, delantero de Perú. El capitán y gran estrella de la selección peruana dio positivo por cocaína tras un control efectuado el 5 de octubre en Buenos Aires, después del Argentina-Perú de clasificación para el Mundial de Rusia.

El jugador, suspendido cautelarmente desde el 3 de noviembre, no pudo disputar la eliminatoria definitiva con Nueva Zelanda, en la que Perú logró una clasificación histórica para un Mundial, al que regresan 36 años después de su última participación y en el que Guerrero, de 33 años, no podrá jugar. Su suspensión concluye el 3 de noviembre de 2018. Su selección, dirigida por Ricardo Gareca, está encuadrada en el Grupo C, junto a Francia, Australia y Dinamarca.

La cocaína está incluida en la lista de sustancias dopantes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en la categoría de estimulantes no especificados y solo está prohibido su uso en competición. El resultado del Argentina-Perú en el que dio positivo (0-0) no se verá afectado por el dopaje de Paolo Guerrero. El reglamento estipula que deben dar positivo más de dos jugadores de un equipo para anular un resultado. “La suspensión cubre, entre otros, todos los tipos de partidos, incluidos los de club, los internacionales, amistosos y oficiales”, señala la nota de la federación internacional de fútbol. Guerrero, que ha marcado 13 goles en sus 45 partidos internacionales con Perú, tampoco podrá jugar, pues, con su actual equipo, el Flamengo de Río de Janeiro.

Paolo Guerrero y su federación pueden recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) la suspensión dictada por la FIFA. Así mismo, la AMA podría recurrir para ampliar la sanción a dos años, el mínimo estándar para los positivos por dopaje. La FIFA no ha explicado las circunstancias atenuantes para suspenderle solo un año.