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Agüero pide la 9 de Argentina

En su primer partido con Sampaoli al mando de la Albiceleste, el delantero del City marca ante Rusia

Juan I. Irigoyen
Agüero remata ante en el Rusia-Argentina.
Agüero remata ante en el Rusia-Argentina.Ivan Sekretarev (AP)

La pregunta si repetía con insistencia: ¿por qué Argentina no encuentra el gol? Si Messi no aparecía, la Albiceleste no encontraba la portería contraria. El problema no era nuevo, hace tiempo que el dilema del centro delantero está instalado en el núcleo de la selección argentina. Jorge Sampaoli había probado con Higuaín, con Benedetto y con Icardi. Ninguno le respondió. Hasta que apareció Agüero, para sentenciar el amistoso ante Rusia en Moscú (1-0). En su primer partido con Argentina desde que el extécnico del Sevilla tomó las riendas de la selección, el jugador del Manchester City pide su billete para Rusia, pide jugar con Messi y, sobre todo, pide la 9 de la Albiceleste.

A partir un sistema de juego atrevido, súper ofensivo, la Argentina de Sampaoli comenzó a mostrar sus intensiones. Liberado de sus presiones por clasificar a una selección obligada a jugar el Mundial, el entrenador persigue encontrar un todo que sea más que la suma de las grandes individualidades, un todo que incluya y potencie la inevitable messidependencia. Redibujó la táctica, un 3-3-1-3 con el que el cuadro sudamericano buscó ocupar espacios para tener el balón con paciencia. A veces dinámica, otras errática, Argentina tuvo siempre con a Messi como brújula, instalado de enganche. El 10 ubicado por detrás de Agüero, se contagiaba de los vaivenes de sus compañeros, por momentos era punzante, en otros, en cambio, incomprensiblemente impreciso.

Hace tiempo que Messi buscar formar pequeñas sociedades. Alguien con quien dialogar con la pelota, un jugador que pueda asumir la responsabilidad de liderar al equipo cuando él está demasiado presionado o simplemente cuando no tiene su noche. O su tarde, como esta tarde en Moscú. Y en Argentina apareció, por fin, el Kun Agüero. El delantero mostró vestido de celeste y blanco lo que enseña cada fin de semana de celeste en Manchester. Le costó al Kun encontrar su lugar en el partido. Argentina no abría el campo para Di María y Salvio, se acumulaban camisetas rojas alrededor de Messi, que no podía para construir puentes con su amigo.

Agüero se acordó del manual de Guardiola. Cómo el balón no llegaba limpio a sus botas, el 9 se tiró unos metros más atrás, sus marcadores le perdieron el rastro y Messi encontró un aliado. El atacante del City decía presente cada vez que Argentina pisaba el área de Rusia. Movedizo, no pudo con un rebote tras un disparo de Di María y el portero Akinfeev le negó dos veces el grito de gol. Primero cuando le rechazó un disparo fuerte y colocado desde la medialuna, luego cuando le detuvo una formidable volea después de un buen centro de Otamendi.

Instalado territorio ruso, la Argentina de Sampaoli enseñó un notable posicionamiento defensivo si se lo compara con sus últimas presentaciones en las eliminatorias. Agresivo en ataque, retrocedió bien la Albiceleste. La línea de tres zagueros estuvo bien arropada por Lo Celso y Enzo Pérez, también por Kranevitter, tosco en el pase pero rápido para recuperar el balón. Aunque Romero no sufrió con los ataques de Rusia, Argentina sí padeció en la salida del cuero. Su idea es cuidar la pelota desde la zaga, el cuadro ruso lo sabía y lo presionó bien arriba. Era el único camino que encontraron los rusos para incomodar a la Albiceleste, porque una vez que los de Sampaoli superaban la presión, los 11 muchachos de Cherchésov se instalaban por detrás de la línea del balón.

Con Messi impreciso y con Di María inconsistente, Agüero era la llave para superar el muro de rojo. Y, hasta por momentos, el Kun intercambió roles con Messi. El 9 le filtró un pase genial al 10 y lo dejó solo frente a Akinfeev. El rosarino sacó de su repertorio un recurso conocido, una vaselina suave. Fue tan delicada que le dio tiempo al defensa ruso para rechazar el balón, una vez superado su portero. Pero lo que no pudo destrabar Messi, lo hizo Agüero.

Messi vio la escalada de Pavón por la derecha. El jugador de Boca esperó con paciencia al Kun, para colocarle el balón. Necesitó dos oportunidades el 9, el chut de derecha se lo paró el portero que no pudo con el cabezazo del Kun que terminó en la red. Gol de Agüero, triunfo de Argentina. Una victoria que refuerza la idea de Sampaoli y la confianza del Kun.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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