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Siniestro total del Barcelona ante el CSKA de Moscú

El equipo de Bartzokas, destrozado, sin rumbo, con un 4-29 en el primer cuarto, recibe un correctivo tremebundo

Robert Álvarez
Tomic, ante Hines y De Colo.

El Barcelona recibió otro tremendo correctivo en el Palau, ante el CSKA (61-85), que delata una crisis como no se recordaba. Recibió un 4-29 en el primer cuarto y a partir de ahí el partido fue un suplicio para el equipo de Bartzokas, perdido y sin rumbo. No tiene opción alguna en la Euroliga, pero además, su nivel de juego es tan paupérrimo que no le permite esperar nada bueno de la temporada.

La ola de estupor entre la hinchada del Palau ante el desastre total que perpetró su equipo fue tal que no supo cómo reaccionar. Hubo a quien le cogió la risa floja, quien sacó un pañuelo, a quien le dio por las dos cosas y quienes se quedaron como estatuas. Se sabía que el CSKA de Moscú es, junto al Real Madrid, el súper equipo de esta Euroliga en la que el Barça ya no tenía forma humana de enmendar su colección de 14 derrotas. Le quedaban por cumplir, eso sí, las obligaciones mínimas, las que devengan de la profesionalidad de su bien pagada plantilla, de la autoestima individual y colectiva de sus jugadores y la obligación moral de satisfacer a su público. Y todo eso es lo que no se vio por ninguna parte en ese fatídico primer cuarto, primera parte, en esos más de cuatro minutos que tardó en anotar su primera canasta de la mano de Tomic.

BARCELONA, 61; CSKA MOSCÚ, 85

Barcelona Lassa: Renfroe (5), Rice (10), Eriksson (0), Vezenkov (14), Tomic (2) –equipo inicial-; Munford (3), Claver (5), Faverani (2), Diagné (7), Oleson (4), Koponen (9) y Perperoglou (0).

CSKA Moscú: Jackson (7), De Colo (21), Khryapa (8), Kurbanov (12), Hines (3) –equipo inicial-; Teodosic (9), Augustine (4), Fridson (0), Antonov (0), Freeland (1), Vorontsevich (9) y Higgins (11).

Parciales: 4-29, 20-19, 23-18 y 14-19.

Árbitros: Lottermoser (Alemania), Laitseus (Lituania) y Majkic (Eslovenia).

Palau Blaugrana. 24ª jornada de la Euroliga. 5.088 espectadores.

El CSKA fue poniendo tierra de por medio con la misma facilidad que si enfrente tuviera un equipo juvenil, 10 puntos de brecha, 15, hasta 25 en ese primer cuarto tremebundo del Barcelona. 0-11 para empezar, Bartzokas, desesperado, realizó cuatro cambios a la vez. Sin éxito, porque el marcador continuaba sonrojando a su equipo, 4-21 y finalmente 4-29 para cerrar esos diez primeros infaustos. ¡Cuatro míseros puntos en un cuarto! Dos de Tomic y dos de Faverani. 2 canastas de 4 en tiros de dos, 0 de 8 en triples y 7 pérdidas. Rice, siendo junto a Vezenkov uno de los pocos que aún tuvo algo que decir, es una sombra del que inició la temporada, del base llamado a liderar al equipo. Ha perdido fuelle, confianza y se ha acabado contagiando del juego insípido e ineficiente de su equipo. Las actuaciones del resto fueron incalificables.

El desacierto individual de un montón de jugadores como Tomic, Faverani, Claver, Munford, Oleson, Eriksson o Perperoglou, se combinó con el desconcierto colectivo. Bartzokas gesticula y gesticula, pero pasan los partidos y no se adivina a qué juega su equipo ni cuál es su hoja de ruta. Fue un calvario para el Barcelona y una ganga para el CSKA. El equipo ruso fue a lo suyo. De Colo sobrevoló el desigual trajín del duelo. Teodosic se mostró igualmente suelto. Kurbanov superó a los pívots azulgrana con una facilidad pasmosa. El CSKA fue impenetrable para el ataque azulgrana que se quedó en esos cuatro ridículos en el primer cuarto, con esos 24 escasos en la primera parte, con ese expresivo 61-85 final.

El partido ya estaba resuelto en el primer cuarto, por el marcador y por el cariz de los acontecimientos. Y así fue. La diferencia de más de 20 puntos fluctuó, pero fue refrendada una y otra vez por el CSKA, mientras el banquillo azulgrana, la grada y el palco del Palau eran un funeral. Pasan las jornadas y, lejos de observarse algún tipo de mejora, el Barcelona continúa hundiéndose más y más. Su adiós a la Euroliga se daba ya por hecho, pero quedan todavía seis jornadas que, por lo visto, se van a convertir en un vía crucis. Y se puede hacer extensible a la Liga Endesa, en la que el equipo azulgrana marcha en la quinta posición. No deja de ser el mismo en una y otra competición.

“Ha sido una vergüenza histórica”

Vezenkov lo afirmó en la media parte y lo repitió en el vestuario, tras la conclusión: “El primer cuarto ha sido una vergüenza para la historia del Barcelona”. Oleson, de 33 años y en su novena temporada en la Liga Endesa, corroboró: “Ha sido el peor primer cuarto de mi carrera”.

El 4-29 supuso la anotación más baja en un primer cuarto en la historia del Barcelona en la máxima competición continental. “Ha sido otra noche dura”, comentó Georgios Bartzokas. “Jugábamos contra los campeones y teníamos que hacer un partido perfecto si queríamos competir. El primer cuarto ha sido un desastre. El problema fue mental. Teníamos miedo a anotar y sin confianza. El partido se acabó tras el primer cuarto”.

El entrenador griego del Barcelona se extendió sobre la falta de competitividad de su equipo: “No somos consistentes, tenemos muchos altibajos y perdemos 20 balones por partido. No estamos preparados para competir en esta Euroliga”. Bartzokas admitió que ha hablado con el director deportivo, Rodrigo de la Fuente, sobre la posibilidad de acudir a la psicología deportiva para que sus jugadores superen los problemas de confianza.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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