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ABUSOS SEXUALES Y DEPORTES

Detenido en Málaga un entrenador de fútbol por abusos sexuales a menores

La Policía ha localizado a cinco víctimas del técnico investigado a raíz de la denuncia de los padres de uno de los afectados

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga a un entrenador de fútbol, de 44 años y natural de la capital malagueña, por su presunta responsabilidad en delitos de abusos sexuales y corrupción de menores. El hombre ha ingresado en prisión por orden de la autoridad judicial.

Según la investigación, el arrestado abusó sexualmente de un menor al que dirigía en las categorías inferiores de un club de fútbol. Hasta el momento se han localizado a otras cinco víctimas del investigado, según han informado desde la Policía Nacional a través de un comunicado.

La investigación se inició a raíz de la denuncia de los padres de un menor al tener conocimiento de que su hijo podría haber sido víctima de abusos sexuales por parte del que fuera su entrenador.

Las pesquisas realizadas han permitido el hallazgo de indicios sobre el abuso sexual del entrenador sobre el que fuera su alumno en viajes del equipo a otras localidades, aprovechándose de su situación de superioridad.

También, según se desprende de la investigación, las víctimas temían que si no accedían a las peticiones del entrenador, la decisión repercutiera negativamente en sus futuras carreras futbolísticas.

En el registro practicado en el domicilio del arrestado, los agentes han intervenido dos ordenadores portátiles y varios dispositivos electrónicos de almacenamiento. El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, que ha dictado su ingreso en prisión de manera provisional.

Escándalo en Inglaterra

El 16 de noviembre salió a la luz un caso de abusos sexuales en el fútbol inglés que afloró pesadillas y relatos enterrados. Andy Woodward, de 43 años, contó a The Guardian los abusos sexuales que sufrió entre los 11 y 15 años, cuando se formaba en la cantera del Crewe Alexandra, un club de divisiones inferiores, a manos de Barry Bennell, ojeador de jóvenes promesas del fútbol en el noroeste de Inglaterra durante tres décadas con un largo historial delictivo por casos de abusos que le han llevado a prisión. Ahora, a los 62 años, vuelve a estar detenido.

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