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Kobe deja en paz el trono de Jordan

El astro de la NBA se retirará en abril machacado por las lesiones y hundido con los Lakers

Robert Álvarez
Kobe el pasado domingo frente a los Portland Trail Blazers.
Kobe el pasado domingo frente a los Portland Trail Blazers.M. J. Terrill (AP)

Desde que enrollaba los calcetines largos con los que competía su padre Joe, tal como él mismo cuenta en su carta de despedida, el baloncesto lo ha sido todo para Kobe Bryant. La estrella de la NBA ha vivido y vive por y para este deporte. Pero no se conformó con competir y superar a muchos de sus coetáneos. Su obsesión fue siempre la de atrapar al más grande, Michael Jordan. A sus 37 años, desgastado por las lesiones que le han martirizado durante las tres últimas temporadas y desmoralizado por la deriva de los peores Lakers de la historia, Kobe ha dicho basta. Lo deja. En abril, cuando el equipo de toda su vida dispute su último partido oficial, el miércoles 13 de abril en el Staples Center contra Utah Jazz, Kobe pondrá punto final a una carrera legendaria. Se va uno de los mejores de siempre.

A sus espaldas quedarán 20 años de carrera y una cosecha muy apreciable: cinco anillos, tres junto a Shaquille O’Neal (2000, 2001 y 2002) y dos junto a Pau Gasol (2009 y 2010), 17 presencias en el All Star, un MVP en la temporada 2008, dos MVP de las finales, dos medallas de oro olímpicas, unas ganancias estimadas en 303,2 millones de dólares, unos 287 millones de euros, tras una última temporada en la que es el mejor pagado de la NBA con 25 millones de dólares.

Kobe podrá presumir de haber concluido su carrera como el tercer mejor anotador en la historia, solo por debajo de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone y por delante de Jordan (32.292 puntos). Cuando superó a este último, se sinceró: “Los dos estamos obsesionados con la idea de hacerlo lo mejor que podemos. Es una bendición y una maldición al mismo tiempo. En ese aspecto, somos parecidos”. Jordan, en cualquier caso, continúa con el mejor promedio anotador de la historia. Kobe lo justificó atendiendo a las dos posiciones que tuvo que ocupar durante buena parte de su carrera, la de base y la de alero. “Tuve que jugar de base, que no es el papel más natural para mí, sobre todo con Shaq. Superar en puntos a Jordan no es algo en lo que soñara cuando era un niño. Yo soñaba en superarle en anillos. La emoción por ganar títulos es muy superior porque ése sí es mi objetivo, no los números y ese tipo de cosas”.

En 20 años acumula cinco anillos, 17 All Star, un MVP, dos MVP de las finales, dos oros olímpicos y una fortuna de  287 millones de euros

Phil Jackson, el entrenador que ganó seis anillos con Michael Jordan en los Bulls y cinco con Kobe Bryant en los Lakers, definió en cierta ocasión a este como un jugador “imposible de entrenar”. Lo explicó en su libro Once Anillos. “Tuvo dificultades para aceptar el triángulo y a menudo hizo lo que le dio la gana, actitud que molestó a sus compañeros. Muchos me dijeron que no les gustaba jugar con él porque no respetaba el sistema. Yo ya había vivido esa misma situación con Michael, pero Kobe, que acababa de cumplir 21 años, no era tan maduro ni tan amplio de miras como Jordan”.

Jackson atribuía el carácter egocéntrico y presuntuoso a la herencia de su padre, Joe. Según el ahora presidente de operaciones de los Knicks, Bryant padre, afirmó que practicaba la misma clase de juego que Magic Johnson, pero que la NBA no estaba preparada para su juego recreativo.

Los dos estamos obsesionados con jugar lo mejor que podemos. Es una bendición y una maldición a la vez”, dijo sobre la leyenda de los Bulls

A Kobe no le importó que en 2003 surgiera otra megaestrella como LeBron James. Su punto de mira siempre fue Jordan. Hasta que la mala gestión de los Lakers, con el adiós de Phil Jackson en 2011, los fichajes sobre todo de Dwight Howard y Steve Nash en 2012 y el adiós de Pau Gasol en 2014, les condujeron a los peores resultados de su historia: 61 derrotas y 21 triunfos en 2015, una racha que continúa esta temporada con dos victorias y 14 derrotas que les dejan en el último puesto de la Conferencia Oeste. Las lesiones, además, martirizaron a Kobe. En abril de 2013 se rompió el tendón de Aquiles y en enero de 2015 tuvo que pasar por el quirófano para reparar los daños en su hombro derecho. “Mi corazón puede con la lucha, mi mente puede con el esfuerzo. Pero mi cuerpo sabe que es la hora de decir adiós”, concluyó Kobe en la carta en la que anunció su próxima retirada.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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