La senadora Marta Domínguez, una candidata en espera de sentencia
El PP presenta al Congreso por Madrid a la exatleta palentina para quien la federación internacional de atletismo solicita cuatro años de sanción por dopaje
Para Marta Domínguez no había sitio en Palencia, donde encabeza la lista al Congreso el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, y el Partido Popular necesitaba mujeres en Madrid para completar su lista. Así explican en el partido de Mariano Rajoy la presencia de la senadora y exatleta palentina como candidata al Congreso como número 19 (de 30) por la capital en las elecciones generales del 20 de diciembre. De otros elementos que conforman la peripecia de la que en su momento fue considerada la mejor atleta de la historia de España, ni el PP ni los dirigentes de las instituciones deportivas que el Gobierno nombró quisieron hacer comentarios.
La aún senadora por Palencia está a la espera de que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) decida si acepta la petición de la federación internacional de atletismo (IAAF) de suspenderla por cuatro años, toda una legislatura, por dopaje. La vista se celebró hace casi cinco meses, a finales de junio, y tanta extrañeza causa en los medios deportivos la tardanza excepcional del tribunal a la hora de rendir su veredicto —el plazo habitual, hasta en los casos más difíciles como el de Contador, oscila entre uno y dos meses— como perplejidad el apoyo del que en el partido en el Gobierno goza la palentina, quien, si fuese declarada culpable, también sería desposeída de su título de campeona del mundo de 3.000m obstáculos de Berlín 2009. Según algunas fuentes, el próximo lunes, 16 de noviembre, terminará la espera.
Si se confirma, la sentencia se conocerá antes de que comenzara la campaña electoral, lo que desactivaría la bomba que supondría saber de su suspensión en medio de un mitin, por ejemplo. La IAAF cree que el pasaporte biológico de la atleta es prueba de dopaje. Además, Domínguez fue tratada por el médico condenado Eufemiano Fuentes y, según la Guardia Civil, detrás del seudónimo Urko que figuraba en una bolsa de sangre de la nevera del médico canario, se escondía la palentina.
El respaldo a Domínguez y su progresión política —aunque sería muy complicado que el número 19 ganara un escaño, en los cálculos del PP en caso de victoria sí que entraría esa posibilidad, pues deberían renunciar al escaño aquellos que aceptaran un nombramiento en el nuevo Gobierno— a un escaño que proporciona más protagonismo y visibilidad coincide justamente con el escándalo del dopaje de Estado ruso, posible gracias a la connivencia de la IAAF, cuyo expresidente, Lamine Diack, según un juez de París se enriqueció con sobornos para tapar pasaportes biológicos sospechosos.
Elección contradictoria
En este contexto global, que el PP piense que Domínguez es una buena propuesta política, una candidata votable, supone, según un exdirigente que prefiere permanecer anónimo, una triple provocación y un desmentido. Contradice la llamada política de tolerancia cero con el dopaje, y provoca tanto a los atletas limpios, a la lucha antidopaje que dirige la agencia española y a respetadas instituciones internacionales, como la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Justamente en el informe Pound, en el que la AMA revela el dopaje ruso, figura que después de Rusia (29 atletas de sospechoso pasaporte), figuran Turquía (nueve), Ucrania y Portugal (siete) y España (seis), como los países con más casos supuestamente olvidados por la corrupta IAAF, que, a cambio de dinero, retrasó hasta 18 meses la tramitación de algunos para permitir a los atletas participar en los Juegos de Londres 2012, la última competición internacional que disputó Domínguez antes de que se le abriera el expediente sancionador aún no cerrado.
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