Ferrer: “El tenis no me debe nada”
En plena madurez, David Ferrer (Xàbia, 33 años) disfruta como nunca del ejercicio de su profesión. “Ahora veo las cosas de otro modo”, explica a ras de arena, en el marco de un clínic organizado por la empresa de gafas de sol que le patrocina. Después de un periodo de turbulencias, de romper el año pasado con su técnico de toda la vida, en 2015 ha vuelto a alzar el vuelo. A estas alturas suma ya tres títulos (Doha, Río y Acapulco) y exprime cada instante de juego como si fuera el último: “Porque el día que pierda la ilusión estaré muerto”.
Pregunta. Le queda cuerda para rato. ¿Cómo consigue mantenerse entre los mejores?
Respuesta. Es un poco todo. Físicamente he evolucionado bien y cada vez trabajo mejor el tema de la recuperación y la prevención. También he tenido la fortuna de no haber tenido nunca lesiones importantes. Eso ha hecho que haya podido tener una carrera regular. Esperemos que siga siendo así durante unos añitos más.
P. ¿Cómo observa el tenis desde la veteranía?
Los jóvenes no se exprimen, tienen demasiadas facilidades"
R. La experiencia es esencial. Cuando eres joven tienes más inseguridades, más miedos, y con el tiempo aprendes a relativizar. En este deporte existe una evolución y el jugador debe saber entenderla; hay unos tiempos. Ahora disfruto mucho más. Disfruto del hecho de jugar en una pista central, de los pequeños detalles. Trato de afrontar cada partido como si fuera el último que juego. La motivación es fundamental y yo todavía la tengo.
P. Se acabó entonces eso de romper raquetas, ¿no?
R. Me he equivocado muchas veces, en esta vida es imposible no hacerlo. Aprendes a partir de los errores que cometes a nivel personal o profesional. A toro pasado no puedo decir que cambiaría esto o lo otro; solo quiero ser mejor persona y seguir estando ahí arriba.
P. Cuando echa la vista atrás, ¿qué balance hace?
R. Estoy orgulloso de mi carrera. Ha habido momentos mejores y peores, pero nunca he dejado de luchar ni he tenido fases de conformismo. Eso me hace estar tranquilo conmigo mismo. Ese es, probablemente, el mayor trofeo que puedo tener.
P. Ha ganado muchos trofeos, pero se le resiste el Grand Slam. ¿Le debe algo el tenis?
R. No, para nada. Me lo ha dado todo. El tenis es súper justo y por eso me gusta tanto. Es uno de los deportes más justos que hay. El ránking no engaña. Tú tienes el ránking que has hecho durante todo el año, con tus victorias y tus derrotas. No hay injusticias. En un partido está todo muy marcado: no te pueden robar ni el árbitro ni el línea. Puede haber cosillas, pero a la larga tienes lo que te mereces. Lo que tengo es lo que merezco, y lo que no tengo es lo que no merezco.
P. ¿No debería tener un mayor reconocimiento mediático?
R. No, creo que me tratáis muy bien. Siempre he tenido muy buena prensa, pero obviamente hay una figura mundial, Rafa Nadal, que absorbe más atención porque lo que ha conseguido él no lo ha logrado nadie en el tenis español. Es lógico que se le dé más bola a él.
Estoy muy orgulloso de mi carrera. Nunca he sido conformista"
P. ¿Y qué ocurrirá cuando él y usted bajen la persiana?
R. No pasa nada porque seguro que llegarán otros jugadores. Hubo una época muy buena con los Corretja, Moyà o Ferrero y se decía lo mismo, pero después ha llegado otro periodo igual o mejor que el anterior. Ahora puede pasar lo mismo, ¿quién sabe? Hombre, es muy difícil que alguien pueda conseguir lo que ha conseguido Nadal. Pasarán años y años, un siglo, hasta que se pueda repetir algo igual. Pero seguro que llegarán jugadores que puedan alcanzar el top-10.
P. ¿Qué opina de esos tenistas que vienen?
R. Los jóvenes de ahora maduran más tarde que en nuestra época. Se junta un poco todo: que la gente de arriba tiene mucha más información y físicamente aguanta más años y que ellos tienen demasiadas facilidades, cada vez más gente alrededor. Esto hace que muchos no sean capaces de exprimirse al máximo.
P. Usted lo ha hecho. La del tenista, ¿es una vida plena?
R. Es muy rutinaria porque siempre son los mismos viajes, los mismos hoteles, coincides siempre con la misma gente… Pero te aporta muchas cosas. He conocido muchos sitios y a muchísimos buenos amigos. A día de hoy sigo disfrutando, pero también tengo claro que no quiero estar toda la vida jugando al tenis. Hay gente que dice: ‘yo quiero seguir siendo golfista porque puedo seguir jugando hasta los 60 años’. Yo no quiero eso, quiero experimentar algo nuevo.
P. ¿Por dónde pueden ir los tiros?
R. Me imagino que seguiré ligado al tenis, pero a través de la base y la gente joven. Eso es lo que más ilusión me hace. Lo vivo en primera persona. Me gusta ver la evolución de los chicos tanto mentalmente como tenísticamente. Eso es lo que me llama hoy día, pero repito que también me gustaría tener una vida que no esté estrictamente ligada al tenis. Me gustaría tener niños y formar una familia.
P. Siempre tiene entre manos un libro. ¿Con qué anda ahora?
R. He empezado uno de autoayuda, Vivir es un asunto urgente, y lo último que leí es una comedia de Pepe Colubi. Me gusta ir cambiando.
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