Entre cuádruples y exigencias
El Ayuntamiento de Barcelona compra la pista de hielo de la final
En España el patinaje artístico necesitaba de una figura como la suya. Sonrisa arrolladora, salero al son de la música, y una técnica magnífica. Hay tan pocos patinadores capaces de incluir tres cuádruples en el programa libre que a Javier Fernández (Madrid, 23 años) le sobran dedos de la mano cuando los cuenta. Ese salto —que enseñó ayer en el Centre de Convencions de Barcelona (CCIB)— y su pasaporte le hacen excepcional. Porque en un país mediterráneo, con tan poca cultura de deportes de invierno y escasas pistas de hielo (una docena), la suya es una historia única.
Claro que a él le hubiera gustado escribirla desde su ciudad y no haber tenido que marcharse a Estados Unidos y luego a Canadá, donde vive y se entrena cada día. Ahora que España ya tiene una figura como la suya, sólo faltan algunas pistas más para crear cantera. A eso aspira la Federación de Deportes de Hielo y el propio patinador, empeñado en popularizar esta disciplina olímpica. Ya lo avisó el día que se presentó esta Final ISU Grand Prix de patinaje artístico que se celebra en Barcelona hasta el domingo: “He hablado con la Federación y me han dicho que las cosas van a cambiar, quiero que trabajemos juntos”. La idea principal, añadía, “es que los futuros patinadores no tengan que emigar como hice yo. Estar obligado a irte de tu país es duro”. Sabe de lo que habla.
Fernández dejó Madrid con 17 años para convertirse en alguien. Y ahora que es alguien (dos veces campeón de Europa, bronce mundial, y aspira a ganar esta final del Grand Prix ante los mejores), además de seguir colgándose medallas, quiere impulsar cambios profundos que impulsen los deportes sobre patines. Ha encontrado un buen aliado en el Ayuntamiento de Barcelona, que se ha comprometido a adquirir en propiedad la pista (6.800 metros cuadrados de superficie) que estos días se ha montado en el Centre de Convencions. Pagará 600.000 euros por ella. Queda pendiente decidir su ubicación definitiva: “Podría ser el CAR de Sant Cugat, pero todavía no lo tenemos cerrado”, advirtió la teniente de alcalde del consistorio, Maite Fandos.
Es, aparentemente, sólo el principio de ese cambio anunciado días atrás, cuando el vicepresidente de la Federación, Marcos Robles, dijo que en un futuro próximo habría, mínimo, dos pistas nuevas. Las otras ciudades de las que se habló fueron Valencia y Zaragoza. Barcelona, que trabaja en confeccionar una buena candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026, tras fracasar en sus intentos anteriores, ya se les ha adelantado. “De la misma manera que esta ciudad hizo una apuesta por las piscinas, ahora debe hacerse una apuesta por el hielo”, afirmó Fandos.
Mientras tanto, Javier Fernández —debutó ayer con su programa corto y buscará el triunfo hoy con el libre, vestido de Fígaro—, y tipos como el campeón olímpico Yuzuru Hanyu o la sensación rusa Julia Lipnitskaia, se encargan estos días de hacer las delicias del público que llena el CCIB. Es una buena manera de abrir boca.
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