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Sergio García, un ‘9’ de diez

El delantero, santo y seña del Espanyol, resquebraja a un Levante demasiado plano

Jordi Quixano
Sergio García (derecha) el tercer gol de su equipo.
Sergio García (derecha) el tercer gol de su equipo.Alejandro García (EFE)

Hace de todo. Se desgasta en defensa, rompe con el desmarque, mezcla con quien se la pide, centra a tiempo y remata cuando se le da la ocasión. El pugnaz Sergio García se siente en la cresta de la ola y el Espanyol se felicita por reconvertirlo de nuevo en delantero, como se definió en el filial del Barça, por más que la internacionalidad le llegara de interior cuando jugaba en el Zaragoza. Y Sergio, secundado por Verdú y Stuani, se bastó para descoser al Levante, sin otra partitura que el contragolpe.

Para el Levante el fútbol no es un laberinto. De ideas tan planas como efectivas, exprime su concepto hasta el infinito. Algo posible porque siempre parte desde la guarida para destrazar al rival con una contra furibunda; algo posible, también, porque le impulsa la zancada de Diop, le acelera los pies de Barkero y de Rubén, y porque le pone el lazo Martins, previo sprint. El problema es que depende demasiado del tino de Martins, siempre y cuando no acierte a resolver una jugada a balón parado u otra casual. Así, tras un suculento pase de Rubén al hueco, el punta nigeriano erró en la definición cuando ya había descontado a Casilla con el regate. O, más bien, descifró la jugada Moreno, que corrió a la línea de gol para meter la bota a tiempo, para anular la ocasión, el gol y, de paso, casi al Levante.

Espanyol, 3 - Levante, 2

Espanyol: Casilla; Mattioni, Colotto, Héctor Moreno, Capdevila; Forlín, Baena (Tejera, m. 73); Longo (Stuani, m. 46), Verdú, Simão (Petrov, m. 75); y Sergio García. No utilizados: Cristian Álvarez; Cristian Alfonso, Raúl Rodríguez y Víctor Álvarez.

Levante: Munúa; Lell, Navarro, Rodas, Juanfan; Iborra, Diop (Míchel, m. 68); El Zhar (Pedro Ríos, m. 73), Barkero, Rubén (Valdo, m. 73); y Martins. No utilizados: Keylor Navas; Juanlu, Karabelas y Pedro López.

Árbitro: Del Cerro Grande. Mostró la cartulina amarilla a Baena, Diop, Rodas.

Goles: 1-0. M. 41. Iborra, en propia. 1-1. M. 47. Rubén, de cabeza. 2-1. M. 68. Stuani, de cabeza. 3-1. M. 69. Sergio García, a pase de Stuani. 3-2. M. 89. Martins, en una contra.

Cornellà-El Prat. 20.121 espectadores.

Más protagonismo reclamó el Espanyol, torpe en la conjugación del cuero, pero aligerado por la participación de Sergio García, que es un delantero que actúa de medio, interior, extremo, mediapunta... Atascado el equipo blanquiazul en la creación, escasos de toque Baena y Forlín, y algo anulado Verdú —de nuevo la tarea de zapa de Diop e Iborra, que son dos pero suman como cuatro—, resaltó la figura del 9, que exigió el balón por norma, que lo recibió por necesidad. Era el primer impulso del Espanyol y se esmeró por ser el último. Y, cuando encontró a Verdú la historia cobró color y forma, hasta el punto de que Longo remató con el tobillo un gol que cantó el estadio y Capdevila no supo definir una contra.

Pero el Espanyol sí que encontró su botín en las jugadas de estrategia. Fue en un centro de Simão que despejó David Navarro y que rebotó en la espalda de Iborra. De ahí, a gol en propia. Toda una losa para el Levante que tendría, dada su propuesta, pocas ocasiones para reponerse. Pero lo hizo. Sobre todo porque Rubén se encarnó en Daniel el Travieso al hacerle una trastada de las gordas a Colotto. El central, confiado, pensó que nada mejor que retrasar el cuero que volaba desde la banda al portero. Pero no vio a Rubén, que y se adelantó a Casilla para marcar de cabeza. Y volver a empezar; los de JIM inquirieron a Martins y los de Aguirre a Sergio García. Marcó su gol el nigeriano en una contra, pero lo firmó tarde porque la partida la ganó el delantero (o lo que sea) blanquiazul, que recibió un pase de Verdú para centrar al revulsivo Stuani. Red y ventaja ampliada de inmediato con otra asociación entre Stuani y Sergio, con un disparo raso desde el balcón del área que no atajó Munúa. Y se acabó la historia, la que no quiso el Levante y la que contó el Espanyol.

Aguirre: “En cada punto hay que jugarse la vida”

JUAN I. IRIGOYEN | Barcelona

El Espanyol se siente flamenco en Cornellà-El Prat, donde encadena ya cuatro victorias consecutivas ante su hinchada. “La gente ha estado espectacular. Ahora se les nota alegres y contentos con su equipo”, explicó Javier Aguirre, que desde que se sentó en el banquillo acumula 15 de los 13 puntos que su equipo ha disputado como local. El Espanyol cerrará la jornada a cinco puntos de la zona de descenso. “Hay que continuar amarrados. Todavía estamos en una fase en la que en cada punto hay que jugarse la vida”, alertó el mexicano. Ante el Levante, los blanquiazules jugaron probablemente su mejor partido con Aguirre en el banquillo. “Lo primero que tenemos que pensar es en jugar bien y después sí se puede jugar bonito, mejor”, añadió.

“Tenía claro que iba a marcar. Ha sido un gol muy bonito y estoy muy contento”, aseguró Sergio García, autor del tercer gol del Espanyol. El de Bon Pastor, que lo festejó con una camiseta dedicada a su suegro, fallecido la semana pasada, se puso el equipo al hombro cuando este más lo necesitaba. Después del empate de Rubén, se inventó una jugada espectacular para el gol de Stuani y dos minutos más tarde anotó su tercer tanto de la temporada.

Muchas de las miradas en Cornellà apuntaron a Mattioni. El lateral jugó su primer partido en Liga desde el 15 de mayo de 2010, cuando defendía la camiseta del Mallorca. “Estoy muy contento, primero, por haber vuelto a jugar, y segundo, por haber ganado. He tenido muy buenas sensaciones. Estaba un poco preocupado porque no sabía sí podía aguantar todo el partido. Ahora toca ir ganando confianza”, zanjó el brasileño.

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