_
_
_
_
_

Almagro revisita su pesadilla

El número diez debuta mañana ante Kubot, su verdugo en primera ronda de Roland Garros, su torneo fetiche

En el primer turno del primer día del Abierto de Australia, la repetición de una pesadilla. El murciano Nicolás Almagro, que es el número diez mundial, llegó a Melbourne buscando una confirmación. Que pertenece a la élite independientemente de la superficie. Que el cemento es para él ya como la tierra. Que su tenis, gozoso encadenamiento de golpes rebosantes de potencia, se expresa igual sobre arcilla que en una pista rápida. En eso andaba pensando uno de los diez mejores del planeta cuando se encontró con que el polaco Lukasz Kubot, el mismo que le tumbó 3-6, 2-6, 7-6, 7-6 y 6-4 en el partido inaugural de Roland Garros 2011 pese a haber perdido los dos primeros sets, sería su rival mañana en primera ronda del Abierto de Australia.

Más información
"Estoy en desacuerdo con Federer"

Aquella derrota marcó la temporada de Almagro a sangre y fuego. El murciano, especialista en tierra, llegó a París pensando en un resultado importante que catapultara su carrera. Eliminado a la primera, esa decepción cambió radicalmente su panorama. El resultado le dejó sin competir en la Copa de Maestros, a la que optó hasta el último momento. Afectó a su unión con José Perlas, su prestigioso entrenador, finalmente rota. Rompió, también, una progresión ascendente, que le había llevado unas semanas antes a entrar en el top 10 por primera vez en su carrera.

Quienes le conocen bien cuentan que Almagro apenas ha hablado de ese partido. Que prefirió no repasar los aspectos técnicos de su derrota, cimentada en varias rachas de impresionantes tiros planos de su contrario antes que en sus decisiones. Acompañado ahora por los consejos de Antonio Martínez Cascales, el mentor de Juan Carlos Ferrero, el murciano afronta en Melbourne un doble reto: borrar el fantasma de Kubot, un especialista en dobles que es el número 58 del mundo en individuales, y avanzar en pista dura.

Nicolás Almagro
Nicolás AlmagroHANNAH JOHNSTON (GETTY)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_