"Gasto cero energías pensando en mi destitución"
Un tenso Manzano pide el apoyo de la afición en el partido contra el Rennes y niega tener un problema personal con Reyes
Visiblemente molesto, el entrenador del Atlético de Madrid, Gregorio Manzano, ha solicitado para "el importante" partido del jueves en la Liga Europa contra el Rennes el apoyo de una grada con la que no ha sintonizado en todo el curso. Al mismo tiempo, el técnico ha querido restar importancia a su posible destitución una vez que llegue el parón invernal, pese a que José Luis Pérez Caminero, director deportivo rojiblanco, no le respaldó al 100% el día anterior y el club le busca un sustituto. "Estamos ante una final, podemos ser campeones de grupo", ha afirmado antes de dirigir el entrenamiento matinal del equipo en el Vicente Calderón; "no os preocupéis por mi posible salida del club, para mí eso es cero. Gasto cero energías pensando en mi destitución. Creo en este proyecto, y quiero finalizarlo... si me dejan".
"No me siento víctima de este club", ha añadido el jiennense; "conozco el entorno para lo bueno y para lo menos bueno. El Atlético es lo más hermoso y lo más bonito de España en lo bueno, pero en lo malo no tenemos paciencia... Vamos a fijarnos, por favor, en algo bonito, no entremos al campo mañana como si hubiéramos matado a nadie".
A Manzano han vuelto a preguntarle por su relación con José Antonio Reyes y se ha mostrado harto del tema. "No hay ningún problema personal. Si no juega es porque no hay un rendimiento. ¡Ren-di-mi-en-to!", ha espetado. "Esto es fútbol, no es circo. No he venido al Atlético a pelearme con nadie".
Finalmente, el entrenador ha reconocido que el plantel está siendo "un desastre fuera de casa en la Liga". "Y lo estamos haciendo con los mismos jugadores que están siendo magníficos en casa. ¿Por qué leches no ganamos con estos jugadores fuera de casa?", ha proclamado antes insistir en que no piensa en su posible salida del club y reconocer que es crítico con su propio trabajo: "No pienso en ninguna tabla de salvación, ni en que me han puesto una soga, ni en ningún cuchillo. Yo estoy decepcionado conmigo mismo. Mi autoexigencia y mi autocrítica las hago cada día. Nadie me ha regalado nada. No he ganado la Champions ni la UEFA pero llevo 13 años en esta profesión". "A mí me gustaba cuando se hacia la ola en el Calderón", se ha despedido con la cabeza gacha.
