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Aarti, la buena estrella de Llorente

El delantero del Athletic apadrina a una niña india donando la estrella que no lució en la camiseta de España ante Lituania

Hay errores magníficos, productivos, impagables. Fernando Llorente, por un error de la Federación en el equipaje, tuvo que jugar ante Lituania, el 29 de marzo en el estadio Darius con una camiseta roja que no incluía la estrella de campeón del mundo. Era una camiseta vieja. Vieja como la pobreza, como el hambre. Hay más camisetas sin estrella que con estrella en la Federación. De hecho, en algunos mentideros se aludió a que no había camisetas de campeón de su talla y jugó con la pre-mundial, algo así como la camiseta preconstitucional de la nueva España futbolística tras Sudáfrica.

Alguien se fijó en el detalle y así fue como Fernando Llorente un privilegiado de occidente conoció a Aarti, una niña condenada a la muerte prematura en la India que aparta del mundo a un porcentaje altísimo de menores de cinco años. Aarti es la menor de cuatro hermanos que vive con su familia en una casa de cuatro metros cuadrados, poco más que la taquilla donde Llorente y sus compañeros dejan sus pertenencias cuando entrenan o juegan un partido. Aarti vive en Nueva Delhi en poco más de dos duchas del vestuario de Lezama. Casi tiene más sitio Llorente entre los centrales que le marcan en San Mamés que el que dispone Aarti en su vivienda.

"Me impactó mucho visitar los 'slums' (barrios bajos) y la vida de las familias"
Aarti ha superado la barrera de los cinco años gracias a la ayuda del jugador

La ONG, al hilo de la ausencia de estrellas en la camiseta de Llorente, lanzó una campaña de sensibilización que denominó "Dona tu estrella" para luchar contra la mortalidad infantil. Sobran estrellas en el mundo y faltan en el tercer mundo. Había que repartirlas y Llorente no solo donó su estrella que no brillaba en su pecho y se fue a Nueva Delhi a conocer a Aarti en su slum (barrio bajo, favela o como se le quiera llamar a la infravivienda).

"Me impactó mucho visitar los slums y conocer las historias de sus habitantes. Aún permanecen en mi retina algunas imágenes y experiencias que viví en Delhi y que, seguro, serán difíciles de olvidar", explicó Llorente. Es el contraste de los mundos.

Para los futbolistas, acosados por sus orejeras a las que les recluye su individualidad y el control de los clubes, acuciados por las conferencias de prensa y los entrenamientos de dos horas al día, Aarti debe ser como una mirada fría, como una espada, como el mejor central del mundo, infranqueable, el partido que hay que ganar sí o sí. Llorente no se lo pensó y tiró para Nueva Delhi como quien arranca del cómodo centro del campo y se encamina a zonas más inhóspitas y agresivas.

Aarti tenía cinco años cuando Llorente le donó la estrella que no figuraba en su camiseta pero que había conseguido en Sudáfrica. Estaba en la última frontera de su vida

Llorente recorrió hogar tras hogar y habló con las familias para conocer de cerca su situación. "Me he dado cuenta de que toda la ayuda es poca. La asistencia sanitaria es la estrella que estos niños necesitan para sobrevivir", añadió el campeón del mundo.

Donatuestrella.es es una aplicación online que lleva a una gran constelación formada por todas las estrellas donadas por las personas que colaboran difundiendo la campaña, apoyando el trabajo de Save the Children o haciendo un donativo.

7,6 millones de niños y niñas mueren cada año antes de su cumplir 5 años debido a la neumonía ( 18%), enfermedades relacionadas con la diarrea (15%) o complicaciones en el parto (12%).

Llorente salió de la burbuja del éxito para asistir a la pompa de la pobreza. Quizás su actual lesión, sus negociaciones para la renovación multimillonaria de su contrato, los cantos de sirena que llegan de la (presunta) Europa opulenta, con talones casi en blanco y garantías económicas para varias generaciones, choquen mentalmente con la imagen de Aarti en su slum de Nueva Delhi.

De momento, Llorente ha ganado su primera batalla. Aarti ya tiene seis años y ha ganado la batalla estadística de su vida. Ya tiene un año más de lo que la sociologia de la vida le prometía. Bastó un leve esfuerzo para romper barreras. Un año es más que muchos goles. Ahora le resta a Llorente convertir su apuesta en algo permanente, no quedarse en la humanización del ídolo, sino en la realidad de la persona.

Mientras tanto, el Athletic viaja hoy a Paris para enfrentarse mañana al PSG con los descartes por descanso de Javi Martínez, Amorebieta, De Marcos y Herrera. Los primeros momentos de descanso que Bielsa concede a varios de sus futbolistas ante un partido intrascendente pero históricamente importante Probablemente Aarti no se enterará del resultado. Su vida va por otro lado.

Llorente con el secretario de la FEF, Jorge Pérez.
Llorente con el secretario de la FEF, Jorge Pérez.LUIS TEJIDO (EFE)

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