Quirós, rey del desierto; Donald, rey del mundo

Hace tiempo que Álvaro Quirós viene demostrando que es mucho más que un pegador descomunal, una máquina de generar vatios de potencia desde el tee con el driver. El gaditano es el golfista de toda Europa que más yardas recorta al campo con su primer golpe. Ha sido líder en esta clasificación en cuatro de las cinco últimas temporadas. De ahí que sea tan admirado en Estados Unidos, cuna de los pegadores. Pero es mucho más. A los 28 años, ha comenzado a dominar a la fiera que lleva dentro y ahora es un golfista más cerebral, con el mismo temperamento pero mucho más control. El putt no es ya ese engorro que encarar entre drive y drive.

El nuevo Quirós, apuntalado por el trabajo con una psicóloga, Tita Lozano, y su mayor concentración, ha ganado hoy el torneo de Dubai, el campeonato que cierra la temporada del circuito europeo, el título más grande de su carrera, el séptimo de su palmarés profesional. Y lo ha conseguido ante los mejores jugadores del viejo continente: Luke Donald, Rory McIlroy, Lee Westwood, Martin Kaymer... Hablar de ellos es hablar de los cuatro mejores del mundo. Con 19 golpes bajo par, Quirós ha superado en dos impactos al escocés Paul Lawrie y en tres al inglés Luke Donald. El español es un golfista en ascenso continuo. Este será su quinto año seguido escalando en la lista de ganancias y en la clasificación mundial. Con la corona de Dubai, el de Guadairo ha trepado del puesto 52 al 21 del mundo. Y nunca había quedado tan alto, con 2.260.000 euros en premios, en la Carrera a Dubai (antigua Orden del Mérito).

Quirós afiló el putt y, claro, sacó brillo al driver en los pares cinco. En la última jornada, sumó tres birdies y un eagle (en el 18) en los hoyos más largos del desértico campo. Y se quitó la espina de la semana pasada, cuando perdió el liderato en la ronda final en el torneo de Hong Kong. Después de ese patinazo, sin embargo, ha emergido el mejor Quirós, sonriente, bromeando, al alza. "Todos los días, al terminar la vuelta, me reunía unos 10 minutos o un cuarto de hora con Johan Elliot y Claes Nilsson, mis mánagers, y luego yo le contaba a Mike Kerr, mi caddie, lo que habíamos decidido. También he estado en constante comunicación con Tita Lozano, mi psicóloga, y el esfuerzo ha dado su recompensa: he sido capaz de ver la botella medio llena", ha explicado hoy el ganador. "En los momentos de presión, y ha habido muchos, he sido capaz de quitarme la duda en un porcentaje muy alto. Hacíamos una lista y entre todos la repasábamos intentando dar respuesta a una pregunta: ¿Qué necesita Álvaro Quirós para subir un peldaño más? Cada uno ha añadido su grano de arena", ha añadido. Su eagle en el 18, con Lawrie apretando los dientes, es el mejor síntoma de su fortaleza mental. Y el lazo para su segundo título en Dubai esta temporada. Por la noche tocaba celebración con los jugadores españoles. "El que gana, paga la cena, y lo voy a hacer encantado", dijo el gaditano.

Quirós manda en el desierto -tres de sus títulos han llegado en estas giras; es el primer jugador que gana tres torneos en los Emiratos Árabes- y Luke Donald manda en el mundo. El inglés, de 34 años, se ha convertido en el primer golfista de la historia que acaba un año como líder de las dos listas de ganancias, la estadounidense y la europea (esta con 5.323.400 euros en premios). El tercer puesto en Dubai fue más que suficiente, puesto que McIlroy necesitaba ganar para tener alguna posibilidad de arrebatarle el laurel europeo. Con tres títulos en Europa, otro en Estados Unidos, dos top ten en los grandes del año, y solo tres clasificaciones fuera de los 10 primeros en el circuito europeo, Donald ha sido una maravilla de regularidad y consistencia en 2011. Aunque sin ganar un major. Son las consecuencias también de estos años en los que Tiger Woods ha aflojado su dictadura y otros golfistas han probado el sabor de los títulos.