Maniche ya es historia

Harto de sus "continuos actos de rebeldía" y preocupado por su "habilidad" para desestabilizar el vestuario, el Atlético comunicó esta tarde su rescisión a Nuno Maniche, cuyo contrato finalizaba el 30 de junio. "Ha sido de mutuo acuerdo, ni a él le interesaba continuar en esta situación ni a nosotros enrarecer de nuevo el vestuario", resumieron en los despachos del Vicente Calderón. "Para mí se acabaron mis días de sufrimiento. Me espera un equipo grande", reflexiona el jugador, que el jueves debía presentarse en el entrenamiento del Atlético tras su último castigo. No hará falta.

Para Jesús García Pitarch, el director deportivo del Atlético, los continuos desplantes del portugués y de Seitaridis terminaron con la paciencia del club: "Hay una reiteración de actitudes o de comportamientos que al final nos obligaron a cumplir con nuestro trabajo. Por respeto al entrenador, al cuerpo técnico, al club y los demás jugadores, nos obligaron a apartarlos". La ausencia del mediocampista y del lateral -a los dos les representa Jorge Mendes, como a Simão y en su momento Costinha y Motta- en el partido contra el Sporting selló su futuro. Tras estudiar el caso, la plana mayor del conjunto rojiblanco decidió el mayor castigo en la historia del club: diez días sin empleo y sueldo apartados del equipo y una sanción de 50.000 euros. "Aun así, quizás nos quedamos cortos y todo", se plantearon en la escuadra del Manzanares. Hoy, tras el paso de Maniche por las oficinas del club, decidieron acabar con posibles subversiones en las cuatro jornadas que restan de Liga. Mientras, al futbolista, que apunta al Oporto -donde ya jugó de 2002 a 2005- la temporada que viene, le preocupaba más la prima (48.000 euros) que los dueños prometieron a la plantilla si el Atlético se clasificaba para la Champions. "Todavía nos la deben", cuentan mohínos otras voces del vestuario, que esperan impacientes a junio para cobrar lo que se les adeuda. En el caso de Maniche todavía no ha cobrado 80.000 euros de sueldo del año pasado. "Casi no se le tenía que pagar nada, porque el año pasado pagó 60.000 euros por distintas infracciones, el récord del club, y éste será más o menos lo mismo. Le vamos a echar mucho de menos... Si él solito nos pagaba prácticamente los sueldos con tanta sanción!", ironiza un empleado.

La marcha de Maniche fue recibida con alivio por Abel y los demás componentes del cuerpo técnico. "La verdad es que estábamos intranquilos por ver cómo se incorporaban él y Seitaridis el jueves a los entrenamientos, porque el equipo estaba actuando de nuevo como una piña... Pero bueno, sin Maniche a su lado, Seita se comportará como un corderito". "La sanción que les impusieron hace unos días puede resultar dura, pero el vestuario exigía disciplina desde hace tiempo", confía un jugador. El caso del defensa es distinto. "Le queda una temporada más de contrato, pero nuestra intención desde ya es buscarle otro destino", aseguran en los despachos del Vicente Calderón. El Olympiacos podría ser el candidato: hace un mes Seitaridis fue fotografiado con el presidente del conjunto griego en la isla de Mikonos. Su ficha asciende a 1,5 millones de euros. Uno menos que la nómina que percibía Maniche.