Crónica:R. MADRID 4 - ESPANYOL 0

Zidane y Raúl se reivindican

Espoleados por el debate de la semana, Zidane y Raúl, que siguen siendo intocables - Gravesen pagó la titularidad de Guti- se reivindicaron en una primera mitad de ida y vuelta, en la que los pericos mostraron sus bazas -la valentía y el talento de Lo Pelat- y los blancos impusieron su mayor calidad en los últimos metros.

El equipo de Luxemburgo encontró algo más de equilibrio y sus galácticos más en baja forma esta temporada, mostraron su mejor cara. Aunque lujos aparte -Zidane marcó un golazo tras sentar a Ibarra y robó un balón con roulette incluída, y Raúl asistió de tacón a Figo-, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Espoleados por el debate de la semana, Zidane y Raúl, que siguen siendo intocables - Gravesen pagó la titularidad de Guti- se reivindicaron en una primera mitad de ida y vuelta, en la que los pericos mostraron sus bazas -la valentía y el talento de Lo Pelat- y los blancos impusieron su mayor calidad en los últimos metros.

El equipo de Luxemburgo encontró algo más de equilibrio y sus galácticos más en baja forma esta temporada, mostraron su mejor cara. Aunque lujos aparte -Zidane marcó un golazo tras sentar a Ibarra y robó un balón con roulette incluída, y Raúl asistió de tacón a Figo-, Guti volvió a jugar a gran altura. El fino canterano movió al equipo tocando con intención al primer toque y el Madrid circuló el esférico sin el ritmo cansino de los últimos tiempos.

Eso sí, el buen hacer del seleccionado De la Peña, puso en apuros a Casillas, que por enésima vez resultó determinante tras realizar cuatro notables intervenciones. La primera a fuerte disparo de Maxi, otras dos a sendos remates a bocajarro de Ito y una última tras un buen libre directo del omnipresente De la Peña.

El acierto de Zidane y Raúl, el siete marcó el 2-0 tras aprovechar una buena acción personal de Figo, taparon el escaso acierto de Ronaldo, que malogró tres buenas ocasiones de gol y que enfiló el vestuario con cara de pocos amigos, temiéndose ser nuevamente sustituido por Luxemburgo.

El segundo periodo comenzó con buenas sensaciones y acabó en comunión con la grada del Bernabéu. Los planes le siguen saliendo bien a Vanderlei Luxemburgo: Raúl recuperó su olfato goleador, pudo sustituir sin sobresaltos a alguno de los intocables (Raúl, Zidane y Beckham) y vio celebrar a Gravesen su primer tanto como madridista.

Los de Luxemburgo fueron un equipo más fresco, con cierta brillantez por momentos. La mayor intensidad y trabajo en los entrenamientos, junto a la menor cantidad de partidos, parecen haber obrado el milagro. Sin embargo, el Espanyol no lo puso demasiado difícil. Los de Lotina no presionaron en el centro del campo, donde Guti, como De la Peña, tocó a sus anchas. Y ni siquiera realizaron excesivas faltas, lo que sin duda dio alas a los locales.

Poco después de la reanudación, el público brindaba una fuerte ovación al mejor Zidane, sustituido por Gravesen, tras su golazo y sus detalles de la primera mitad. Raúl incrementaba el marcador, pese a estar en fuera de juego, ensombreciendo un poco más la triste tarde del voluntarioso Ronaldo.

Con el encuentro sentenciado, Luxemburgo dio entrada al recién renovado Solari y a Owen, sustitutos de Beckham y Raúl respectivamente, lo que aplacó en parte el ímpetu atacante del conjunto blanquiazul, y volvió a otorgar el dominio del juego a los blancos. El fin de fiesta corrió a cargo del refuerzo del mercado de invierno, que dejó patente su calidad con un ajustado lanzamiento a puerta que supuso el definitivo 4-0. El Bernabéu volvió a sonreír.

Zidane marcó el primero de los cuatro goles del equipo blancoAP

Archivado En