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Bryan Cranston: “En EE UU seguimos sin entender que la sanidad pública es lo humano”

La película familiar original ‘El magnífico Iván’ se estrena en Disney+ tras descartar su estreno en salas por culpa de la pandemia

Foto: Disney | Vídeo: Tráiler de 'El magnífico Iván'.
Eneko Ruiz Jiménez

A estas alturas, a Bryan Cranston (Los Ángeles, 64 años) quizás solo le preocupe hacer el mundo un poco mejor. Esa tranquilidad probablemente la lograra al ya convertirse en estrella mundial, gracias a Breaking Bad, tras una vida de altibajos laborales. Hoy no parecen reconcomerle los derroteros de su carrera, ni calibra al extremo su próximo proyecto. Por eso en marzo no le importó volverse a colocarse en segundo plano público al ser diagnosticado con coronavirus. Después de que Tom Hanks contara su caso, pensó que no era necesario otro famoso hablando de la enfermedad, así que se encerró con su mujer tímidamente.

Cranston trataba de hacer también el mundo un poco mejor al embarcarse en El magnífico Iván, película familiar que estrena Disney+ el 11 de septiembre tras descartar su estreno en salas por culpa de la pandemia: “Precisamente ahora que nos sentimos restringidos en nuestros movimientos y libertades, esta película debería despertar una pregunta en los niños: ¿por qué tenemos zoos? ¿es lo correcto tener animales en jaulas? Me gusta hacer estas preguntas mientras hacemos puro entretenimiento, aunque nosotros no buscamos responderlas. Es importante que las familias se lo planteen”, cuenta a EL PAÍS por videoconferencia desde su casa en Los Ángeles, que convirtió en clínica mientras él y su mujer sufrían la covid y que ahora es estudio televisivo para hacer la promoción.

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“Es una historia loca, y nosotros le pasamos el filtro de fantasía”. Así describe Cranston este relato dirigido por Thea Sharrock y escrito por Mike White (Escuela de Rock) donde los animales hablan y se rebelan, pero cuyo origen es un suceso real. Iván fue un primate que vivió 27 años encerrado en las bambalinas de un centro comercial cutre, donde era una pieza más del ocio de los visitantes, junto a las tiendas o los arcade. Cranston es el dueño de los animales, cariñoso y paternal, pero al mismo tiempo captor. Un Tiger King dulcificado para Disney. “Me siento cómodo solo con personajes con defectos. No es una única cosa. Me gusta que se replantee todo, y que busque una vida mejor”.

Cranston no trabajaba en una película familiar para Disney desde que en 2001 fue un pseudo Papá Noel en el telefilme Salva la navidad. Hoy ya es rostro visible de la promoción, pese a no ser primer nombre del cartel. Ese honor va para los animales, que en la original tienen voz de Sam Rockwell, Angelina Jolie o Danny DeVito. “He sido actor durante 41 años, muchas veces en teatro, y siempre aplico imaginación e ideas impresionistas a mis interpretaciones, así que no fue difícil rodar con hombres disfrazados de animal y fondo verde”, dice antes de subrayar la importancia de no usar ningún animal en plató: “Los circos siempre estuvieron en mi vida, y no fue hasta hace 20 años que me planteé que no era ético poner a los animales en esa posición. Eso pervive en la sociedad, y debemos reflexionar”, explica.

Pero ahora mismo su discurso se centra en otra lucha: concienciar sobre el coronavirus. “Es el año más extraordinario de nuestra vida y tenemos que ser fuertes. Lo importante es el respeto, ser sensatos. Lo bueno es que somos adaptables. No paro de recomendar lo mismo: ponte la mascarilla, guarda distancia social, lávate las manos…”, exclama el actor que, además, pasó parte del confinamiento en la televisión de muchos, por su participación en Contagio de Steven Soderbergh, que anticipó parte de los protocolos.

Bryan Cranston y el gorila de 'El magnifico Iván', en una imagen de la película.
Bryan Cranston y el gorila de 'El magnifico Iván', en una imagen de la película.AP

La covid no le atacó de manera muy virulenta. Su mujer y él estuvieron cansados durante una semana, con tos seca y picazones en el cuerpo. Pero nada de fiebre. Cuando salió del confinamiento lo que tuvo claro es que debía ayudar, así que preguntó a Tom Hanks dónde había donado plasma, para que investigaran sus anticuerpos. Grabó el proceso y lo subió a sus redes. Uno de sus gritos más activos es el de hacer asequible la sanidad en EEUU, una estacada social que ya sufría su Walter White, de Breaking Bad: “Estoy orgulloso de mi país, pero por ello está sobreentendido que tenemos que ser honestos sobre nuestros errores. Además de nuestra complicada historia racial, deberíamos fijarnos en países como Francia o España y hacernos preguntas. Hay que preocuparse por los ciudadanos y tener claro que una sanidad pública deber ser un derecho, no un privilegio de ricos. Espero que un día seamos capaces de entender ese simple concepto para hacer una transición que parece imposible. Es lo humano, lo obvio, pero aquí siguen sin entenderlo. Las personas son lo primero”.

El magnífico Iván ya se adapta a los tiempos covid. La cinta, de las pocas no franquicia del calendario Disney, iba a haberse estrenado en agosto en salas, aunque ha acabado acompañando a las películas Mulán, Artemis Fowl y Hamilton directos a Disney+. “Por suerte las teles en casa son mejor que nunca, y las familias necesitan este entretenimiento. Pero nunca podremos sustituir la reacción simultánea, una risotada con desconocidos, un grito de terror… Esa piel de gallina conjunta no se repite en casa. Quiero volver para ver taquillazos como Star Wars, pero también filmes más íntimos. El público no debe olvidarse de ir a ver obras pequeñas. Aunque para regresar necesitamos saber cómo lo combatiremos cuando pase otra vez, porque volverá a pasar, y aquí todavía la gente ni lleva mascarilla”, insiste, preocupado pero esperanzado: “especialmente en 2020 es importante que el mundo tenga películas alegres como esta”.

De Heisenberg a Disney, y de vuelta

Aaron Paul y Bryan Cranston en la premiere de "El Camino: A Breaking Bad Movie", Westwood, California, 2019.
Aaron Paul y Bryan Cranston en la premiere de "El Camino: A Breaking Bad Movie", Westwood, California, 2019.Getty Images

Hoy puede sorprender ver al famoso Walter White en una película familiar, pero en realidad no es más que un paso lógico en una carrera cuya única constante es el trabajo. Así fue al menos hasta dar con su primer papel reconocible, ya con más de 40, como el padre de Malcolm, hoy también propiedad de Disney. Antes y después, ha encarado la labor de actor sin complejos: intentó ser cómico stand-up, dobló a los Power Rangers, repitió con tres personajes en Se ha escrito un crimen, dirigió una película para su mujer, fue nominado al Oscar como Dalton Trumbo, protagonizó Network en teatro y ahora abre la posibilidad a interpretar por tercera vez a Heisenberg en Better Call Saul: “Están escribiendo la sexta temporada. Si me llaman, allí estaré”, anticipa.

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Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

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