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CÓMIC

Moulinsart declara la guerra a Syldavia

La empresa belga que defiende los derechos de Hergé conmina al consulado barcelonés del ficticio país de Tintín a no usar las creaciones del dibujante

Jacinto Antón
Los cónsules honorarios de Syldavia en Barcelona, Enric Reverté (izquierda), y en Extremadura, Juan Manuel Manzano, en la recepción con motivo de San Wladimir.
Los cónsules honorarios de Syldavia en Barcelona, Enric Reverté (izquierda), y en Extremadura, Juan Manuel Manzano, en la recepción con motivo de San Wladimir.

Moulinsart, nombre que todos los fans de Tintin reconocerán como el de uno de los lugares icónicos de las aventuras del personaje, el castillo del capitán Haddock y residencia habitual de este y del periodista del copete, ha lanzado una guerra legal contra Syldavia, el país ficticio del mismo mundo de cómic de Hergé. La curiosa situación, que parece el argumento de un álbum, se produce porque Moulinsart, que es también el nombre de la empresa belga consagrada a defender los derechos del dibujante ha conminado al autodenominado cónsul de la imaginaria Sildavia en Barcelona, Enric Reverté, a dejar de usar las creaciones de Hergé.

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Reverté ostenta el ilusorio cargo del inventado reino balcánico desde abril pasado y el 15 de julio celebró, con eco mediático, el día nacional de Syldavia, la festividad de San Wladimir, realizando un acto en el que, revestido de su fabulosa dignidad consular, incluido el collar de la Orden del Pelícano de Oro, entregó a los que lo solicitaron pasaportes del reino que representa. Moulinsart reprocha a Reverté hacer uso sin permiso del universo y la iconografía de Tintín y exige al cónsul dejar de usarlos. En caso de no hacerlo se puede enfrentar a una denuncia legal. Moulinsard SA es célebre por la meticulosidad, el rigor, la severidad y hasta la intransigencia en defender y promover la obra de Hergé que, advierte, pese a parecer del dominio público por su popularidad y universalidad, está protegida por los derechos de autoría de las leyes nacionales e internacionales. En resumen: no se puede emplear ninguna creación del dibujante belga sin autorización expresa de los que poseen sus derechos.

Imagen de un pasaporte de Syldavia expedido en el consulado de Barcelona.
Imagen de un pasaporte de Syldavia expedido en el consulado de Barcelona.

Desde la barricada de Syldavia, Reverté, con 25 años de tintinofilia a sus espaldas, admite que Moulinsart tiene toda la razón legal, pero pide comprensión y simpatía con lo que no es más que un juego sin, subraya, intereses lucrativos y que sirve esencialmente para alegrar la vida a los fans de Tintin y para honrar y divulgar la obra de Hergé, del que es más que un aficionado un verdadero acólito. El contestado cónsul honorario de Syldavia, que ejerce desde un quinto piso en el barrio del Poble Nou con placa de consulado en la puerta, está sobrecogido por la reacción de Moulinsart que amenaza con hacer caer sobre él todo el peso de la ley con la severidad de una invasión de Borduria, el poderoso reino rival. Aduce en su defensa que el título consular no es una dignidad que se haya dado a sí mismo arbitrariamente sino que tiene cierto respaldo oficial al haber sido refrendada por la “cancillería consular” de Syldavia (Chancellerie du Royaume de Syldavia), agrupación internacional oficiosa de aficionados que ha creado una red de consulados y que no es perseguida por Moulinsart. Reverté añade, por si puede servir, que es propietario de la perrita fox-terrier Milú, que en enero de 2017, sostiene, fue nombrada en la Grand Place de Bruselas en una concentración tintinófila y en presencia de Fanny Remi, viuda de Hergé, “perro oficial de Tintín”.

Uno de los aspectos del ejercicio consular de Reverté que es particular objeto del escrutinio de Moulinsart es el hecho de que cobre por los pasaportes syldavios. “Son solo 12 euros, que es el precio de tramitarlos, confeccionarlos y distribuirlos, sin ningún afán comercial, si quisiera hacer negocio los vendería a 50 euros”, se defiende Reverté, que no obstante entiende que hacer dinero, el que sea, con la creación de Hergé sin pasar por los detentores de sus derechos no es justificable. “Era de esperar, son muy puntillosos y obsesivos con mantener el control”, confiesa el cuestionado cónsul ante el lío legal que le ha caído encima, aunque confía en que se pueda llegar a un acuerdo a la vista no solo de que, afirma, sus intenciones eran buenas sino de que, como reputado coleccionista, es un muy buen cliente de material de Tintín desde su reducto de divulgación, exaltación y compra-venta de tintinofilia (en la misma sede consular), Cantonet-Racón Tintinaire. Uno de los requerimientos de Moulinsart era que Reverté quitará de la página web del consulado la vinculación comercial con Cantonet, lo que ya ha hecho.

Billetes de Syldavia.
Billetes de Syldavia.

Reverté, que afirma ser visto con simpatía por los distribuidores oficiales de los productos de Tintín en España, Zephyrum Ediciones, lo que espera le reporte cierta benevolencia, ha realizado desde hace años diversas actividades pedagógicas, lúdicas y divulgativas relacionadas con el personaje, entre ellas un concurso escolar de dibujo sobre Tintín con el apoyo y colaboración del Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña. El cónsul honorario alega en su descargo que en sus actividades diplomáticas no usan directamente iconografía creada por Hergé sino derivada de su obra. Si es necesario, apunta, modificaría el pelícano heráldico de Syldavia que es su emblema más conspicuo.

En el peor de los casos, apunta Reverté, “si las cosas van mal dadas, me pido el cargo de cónsul exiliado de Syldavia en Barcelona, y, desde luego, continuaré celebrando la festividad nacional. ¡Viva San Wladimir!, ¡arriba Syldavia!”.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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