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María Llanos Castellanos: “Me he encontrado un edificio vacío para las Colecciones Reales”

La primera presidenta de Patrimonio Nacional pretende abrir más la institución y convertir el futuro museo en un espacio con un relato de la historia integrador y plural

María Llanos Castellanos, en el Palacio Real el pasado jueves. En vídeo, entrevista con Comas.Vídeo: ANDREA COMAS | EPV

Los gestos también son política. Vertumno transformado en anciana, el tapiz flamenco del siglo XVI que colgaba en el salón de mayordomía del Palacio Real, ha sido sustituido por El baile del 14 de julio, de Eduardo Arroyo. En su primera semana al frente de Patrimonio Nacional, María Llanos Castellanos (Albacete, 50 años), la primera mujer en ocupar el cargo, ha escogido también obras de Laffón, Sevilla y Canogar para su despacho. Como si las paredes fuesen lo primero que necesitaba airear esta abogada, que antes fue parlamentaria socialista en Madrid e instructora del Tribunal de Cuentas. Lo siguiente será airear la propia institución, un organismo con muchos ojos encima (Vicepresidencia y Casa Real): “Patrimonio Nacional necesita abrirse”. Para ello quiere repensar el Museo de las Colecciones Reales como un lugar que integre la historia de todos, abrir al turismo el patrimonio ambiental que gestionan (22.000 hectáreas infraconocidas) y captar públicos más jóvenes. Rehúye, durante una entrevista celebrada el jueves, pronunciarse sobre el futuro del Valle de los Caídos, aunque avisa de que, al igual que en 2019, tampoco este año recibirán subvención pública los benedictinos, que siguen sin justificar en qué se han gastado las anteriores.

Pregunta. ¿Cuál es el último monumento de Patrimonio Nacional que ha visitado?

Respuesta. Yuste.

P. ¿Hace mucho?

R. Hará cuatro años.

P. ¿Cuáles son sus objetivos, qué cosas quiere cambiar?

R. Creo que Patrimonio Nacional necesita abrirse y que la conozcan. Y para eso lo mejor es una gestión rápida, eficaz, que se acerque al ciudadano. Además, para mí es fundamental divulgar sin vulgarizar: esta casa debe abrirse al disfrute, al conocimiento, al compartirla con todo el mundo. Quizá ha estado encerrada, y queremos divulgarla para que la gente sepa qué es esta institución, única en el mundo.

P. Usted trabajó como instructora del Tribunal de Cuentas. ¿Participó en el informe que detectó numerosas irregularidades en la gestión de esta casa?

R. Yo era delegada instructora del Tribunal de Cuentas, en la sección de enjuiciamiento, no de fiscalización. No tuve parte en esa fiscalización.

“Además de una gestión más eficaz, quiero abrir las puertas de esta casa”

P. ¿Ha encontrado las cuentas en orden, se han subsanado aquellos errores?

R. El informe se refería a las cuentas de 2013. Se constituyó una comisión de seguimiento para comprobar las modificaciones que tenían que ver con la identificación de gastos e ingresos y canalizarlo de manera oportuna y no de manera confusa para saber cuál era la situación de cada patronato y fundación. Me consta que las recomendaciones han sido atendidas.

P. Como primera mujer presidenta, ¿qué legado quiere dejar?

R. La mejor labor que podría hacer, además de imponer una gestión más eficaz, más abierta y más transparente, es abrir las puertas. Esta institución es mucho más que cuadros, esculturas o edificios: tiene espacios naturales únicos, jardines de un valor medioambiental impresionante y son muy poco conocidos. Tenemos 22.000 hectáreas y sólo se conocen 1.000. Mi propósito fundamental es dar a conocer los espacios naturales de los que disponemos, abrir sendas, el turismo y el empleo medioambiental. Nos interesa el enfoque verde y ser consciente de los espacios naturales que tenemos. Crearíamos empleo con escuelas taller en lo que llamamos España vaciada. Son zonas en las que debemos esforzarnos para hacer cohesión territorial.

P. ¿Cómo hará más atractivos los Reales Sitios?

R. A nosotros nos gustaría ampliar la atención a los niños. Hacer ofertas especiales para que el acercamiento al patrimonio sea el acercamiento a la historia. Me parece interesantísimo captar su atención desde el principio, porque vas fidelizando un amante del Palacio Real y una persona entusiasmada con la cultura, con la historia, con espacios naturales y vas creando una vocación de ocio que le acompañará toda la vida.

P. Patrimonio Nacional ha sido denunciado por abusar de empleados con discapacidad que trabajan Palacio Real.

R. Me consta que se han puesto medidas y estaremos muy pendientes del cumplimiento de los contratos. La exigencia de ejemplaridad empieza por las instituciones y en ningún caso se pueden repetir incidentes como este. Hay un expediente para acreditar los hechos, comprobar la veracidad y en su caso estudiar las sanciones o multas procedentes en caso de que se hayan incumplido las condiciones técnicas o las cláusulas administrativas.

P. ¿No es una paradoja que se centralice en el Museo de las Colecciones Reales fondos procedentes de monumentos ubicados en la España vaciada, o periférica, cuando el apoyo a ese mundo rural es uno de los objetivos políticos?

R. El Museo de las Colecciones Reales no va a entrar en competencia con sus sedes. La historia de Patrimonio Nacional no es la gestión de una escasez. Al contrario, es la gestión de la abundancia. Tenemos alrededor de 154.000 piezas y problemas para exhibir. Tenemos tablas del siglo XVI detrás de un hueco de escalera, tapices enrollados… Puede haber cesiones temporales de piezas, pero siempre con un plazo

“El museo debe ser lugar de encuentro con un relato hecho en común”

de duración limitado y con consenso entre los centros. Me gustaría garantizar que nunca va a haber una imposición que contravenga la opinión de otro Real Sitio.

P. ¿Qué se está revisando del planteamiento del museo?

R. Es un museo que arranca hace 22 años y me he encontrado un edificio vacío. El museo debe ser un lugar de encuentro para todos, de relato hecho en común, donde todo el mundo que lo visite, desde cualquier lugar de España, y de fuera, encuentren parte de su pasado y de su historia. Queremos que el museo contribuya a la formación de un sustrato común, que tienen todos los países que han trabajado en la elaboración de una memoria compartida, que es el punto de partida imprescindible para afrontar un proyecto de futuro con bases sólidas. Queremos un enfoque integrador, amplio, diverso, plural y conjunto. Sabemos las piezas que tenemos y nos parece interesante que sean ellas las que hablen de la diversidad. El discurso del Museo de las Colecciones Reales debe ser de encuentro, tiene que contribuir a ese relato.

P. Si ahora están revisando el proyecto museográfico, ¿va a suponer un nuevo retraso de la inauguración?

R. Es que el proyecto de ejecución no está hecho, hay un esbozo de proyecto. Cojo esto en una fase muy previa. Esta fase de cerrar el discurso, para ser sensata, y con siete días de trabajo, no me atrevo a dar fechas. Sería demasiado aventurado.

P. ¿Más cerca de 2022 que de 2021?

R. No es descartable. Estamos en marzo de 2020 y solamente hay un proyecto básico, con líneas directrices generales. Por lo tanto no es descabellado pensar en finales de 2021 o 2022. Y ya me parecería un logro.

P. Su tema más delicado será la gestión del Valle de los Caídos. ¿Qué prevé hacer allí?

R. La labor de Patrimonio Nacional en El Valle de los Caídos es de mera administración. La definición de su futuro es una materia que a nosotros no nos compete. Está en manos de la Secretaría de Estado de Memoria democrática, en la Vicepresidencia de Gobierno.

“La definición del futuro del Valle de los Caídos es una materia que no nos compete”

P. En 2019 se paralizó la subvención de 340.000 euros a los benedictinos por no justificar los gastos. ¿En qué fase están?

R. Estamos esperando la remisión de documentación justificativa, porque se nos pidió una ampliación de plazo para entregar documentación. Finalmente la que llegó reproducía en sus términos exactos en el primer envío. La normativa de subvenciones es normativa básica estatal de obligado cumplimiento, y quien no lo observe incurriría en alcance contable. Es imposible que un gestor público, ante la no justificación de los fondos anteriores, vuelva a repetir esa subvención este año. Estamos a la espera de esa justificación.

P.¿Usted qué querría hacer con la Fundación?

R. La presidenta de Patrimonio Nacional no tiene opinión, porque los cargos públicos la opinión que tenemos es la esfera estricta de nuestras competencias, que es donde la ley nos habilita. El resto serían opiniones precipitadas e infundadas, porque sin tener los datos y la competencia para ello no tendría valor.

P.¿Cómo son las relaciones con el Prado en este momento?

R. Es un tema objeto del pasado. Se cortó esa polémica y ese enfrentamiento que a mí me parece incomprensible.

P. ¿El Jardín de las delicias no habría sido importante para el Museo de las Colecciones Reales, carente de una pieza icónica?

R. El Museo de las Colecciones Reales no es una pinacoteca al uso. Es la exhibición de objetos que nos sirven de guía de un relato de historia. El que haya otro. Es otro tipo de museo. No participa en la misma línea del Prado, es un discurrir parte de nuestra historia, con un elemento común: la monarquía, lo que nos ha dado continuidad, lo que ha acompañado al país.

P.¿Pero le habría venido bien a este museo esa pieza?

R. Creo que no hace falta. Tenemos piezas suficientes y no sería conveniente sacar del Prado una pieza tan icónica.

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