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El viejo y el nuevo cine fantástico se dan la mano en Sitges 2018

Ángel Sala, director del festival, explica en TCM durante todos los domingos del mes, sus filmes favoritos

Ángel Sala, en la inauguración del festival de Sitges. Foto: Samuel de Roman / Getty.

"El cine fantástico no es fundamentalista”, afirma contundentemente Ángel Sala, director del Festival de Sitges. Todo lo contrario. “Es cambiante, abierto, se va transformando y mutando y Sitges, como festival especializado en el género, tiene que jugar a ello”. La edición número 51 del Festival Internacional de cine fantástico de Catalunya ya está en marcha. Desde ayer jueves y hasta el día 14 los aficionados a este popularísimo género llenarán expectantes las salas de proyección en Sitges buscando emociones sin límite.

TCM, un año más, quiere unirse a esta gran fiesta cinematográfico y ha invitado a Ángel Sala, al frente del certamen desde 2001, a que explique, durante todos los domingos del mes de octubre, cuáles son sus películas favoritas y cómo va evolucionando el cine fantástico y de terror.

“Sitges 2018 es el inicio de una nueva etapa”, afirma Ángel Sala ante las cámaras de TCM. “El año pasado celebramos nuestro 50 aniversario, pero no pretendemos romper con nada. Vamos a continuar con el festival que tenemos planeado, aunque siempre tenemos la idea de ir cambiando; introducir ideas y estar abiertos a nuevas tendencias”, explica el director de Sitges.

Según Ángel Sala en la presente edición los espectadores van a encontrarse con muchas formas de entender el cine fantástico, unas veces elmás tradicional y clásico, y otras, el más rompedor. “Va a haber películas que van a chocar y causar polémica y eso nos gusta”, reconoce Sala. “Hay gente que nos pregunta: ¿y eso por qué está aquí? Pues está porque hay muchas formas de entender lo “fantástico” y esas formas son, a veces, antigenéricas. Eso nos ha hecho ganar y ganar espectadores”, se contesta el propio director.

Echando un vistazo al pasado, Ángel Sala se siente orgulloso de haber descubierto para el gran público algunos directores asiáticos que hoy en día tienen mucha importancia en el panorama internacional como Park Chan-Wook. “Cuando en 2004 programamos en Sitges Old boy, un film que se ha convertido ya en un clásico, fue un punto determinante. A partir de entonces, esa nueva ola de cine coreano y japonés se fue descubriendo”, recuerda.

Ángel Sala señala que cada vez hay más mujeres que dirigen películas de este género, antes casi exclusivamente masculino. “Personalmente me siento muy orgulloso de que el Festival de Sitges haya premiado en los últimos años a varias directoras, como Karyn Kusama con La invitación o Coralie Fargeat con Revenge, y que hayamos contribuido a romper esa barrera. También en cuanto espectadoras. Cada vez vemos en el festival más mujeres, jóvenes y de todas las edades, que son entusiastas del cine fantástico y vienen a Sitges”, concluye.

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